'Angry Birds 2: La película' - Pica sobre picado
Esta es una de esas ocasiones en las que sin reparo ni vergüenza alguna, para hablar de una segunda parte puedo permitirme la comodidad de reutilizar lo dicho para la primera. Casi, palabra por palabra. Es más, antes de echarle un ojo a lo que escribí hace ahora más de tres años en busca de referencia, inspiración o dicha comodidad ya me había apuntado tres o cuatro líneas que, oh, sorpresa, básicamente, venían a decir más o menos lo mismo con más o menos las mismas palabras. Una especie de remake de mi propia crítica. De más de lo mismo. De una secuela.
'Angry Birds 2: La película' es una de esas producciones sobre las que de nuevo resulta aburrido escribir aunque de nuevo, no porque sea necesariamente aburrida. Es por su debida y comprensible falta de enjundia continuista y deudora ahora como secuela, así como por la cantidad de producciones de corte similar que hemos visto a lo largo de los años como espectadores adultos. Al menos los que hemos crecido, mientras que a los que aún no les ha dado tiempo seguro que su alegre y dicharachero colorido les volverá a hacer sonreír como si el Amazonas no estuviera ardiendo.
Después de tantos años viendo películas, y después de unos pocos escribiendo sobre algunas de ellas, uno siente que a menudo se repite tanto como se repiten algunos patrones en el cine. Sigue sin ser menospreciar sin más una producción como 'Angry Birds 2: La película', de nuevo, con una importante ausencia de inquietud artística heredada o condicionada por un previo que no obstante, dentro del espectro del pusilánime producto animado "para niños", tiene en cualquier caso margen para hacerlo bien, regular, mal o aún peor. O más sencillo, para hacerlo con mayor o menor desvergüenza.
Así pues, dentro del margen de acción, 'Angry Birds 2: La película' es otro producto simpático y especialmente resultón como alternativa a una Illumination aún menos inspirada que de costumbre. Aunque de nuevo, como secuela, funcione mejor como reclamo comercial que como una ficción que sobrevive por el carisma y el valor diferencial de sus protagonistas. El término "película" de nuevo cogido con pinzas cuando su vocación como tal es limitadamente comercial. Bueno, y también por su desvergüenza, su ritmo sin tregua y ese descaro "cartoon" que personalmente adoro.
'Angry Birds 2: La película' es una (ágil pero deslavazada) suma de escenas que avanza a golpe de gags, chistes y clichés más o menos logrados. De nuevo, no hay interés alguno por desarrollar algo fuera "de lo habitual" ni por darle algún tipo de subtexto como salvoconducto hacia "alguna parte". La clásica y colorida producción de animación para niños bien empaquetada y de poca exigencia dónde el ingenio, que algo hay, se encuentra a cuentagotas a lo largo de su metraje. La clásica producción con un 2 por detrás que recoge, o exprime lo sembrado por su predecesora.
'Angry Birds. La película' pero con un 2 por detrás, más o menos igual de satisfactoria siendo quizá una producción menos sólida pero a cambio, también más trepidante.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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