'Miss Peregrine y los niños peculiares' - El factor L. Jackson
Me resulta complicado hablar de Tim Burton sin pensar en otros realizadores como Ridley Scott, por citar a uno de los que más comentarios suelen atraer al respeto (con lo que así vamos adelantando). Una serie de realizadores con una larga, larguísima carrera a sus espaldas marcada además por una serie de grandes éxitos que, por lo general, aún hoy en día están tan presentes en el ideario colectivo y en la cultura popular como para convertirse en un duro, durísimo rival de sus nuevos trabajos. O más que en un rival, en una losa que no obstante a veces comparten con la psique del espectador.
Ya se sabe: el tiempo pasa, renovarse o morir, el agua moja... y esas cosas que se suelen decir siempre de manera oportunista. Más de 30 años después de 'La gran aventura de Pee-wee' Tim Burton, al igual que Ridley Scott, sigue siendo un sello respaldado por una gran industria que no tiene problema en financiar lo que, a estas alturas, en ocasiones, pueden ser considerados como "caprichos". "Caprichos", porque no se trata tanto de una renovación como de un extensión; y "caprichos", porque ya no (parece) necesario remangarse las mangas de la camisa para ganarse un sitio en el cielo.
No llega al nivel... pero casi, del estilo a ese factor L. Jackson cuya definición asegura sin vergüenza que "el negro" que aparece en buena parte de todas las películas norteamericanas (según Ted) acepta sus papeles, lisa y llanamente, porque le sale de los huevos. No, no es una cuestión de dinero como en el caso de Bruce Willis, de aburrimiento como en el de Robert De Niro o de simple aceptación de que como es Dios, Morgan Freeman tiene que estar en todas partes. Lisa y llanamente, porque puede, porque le apetece, porque le sale de los huevos. Porque es quién es.
Cría fama, y échate a dormir, otra de esas cosas "que se dicen". Esa es la percepción mayoritaria que puede tenerse de Tim Burton, o más bien del cine de quién, si exceptuamos un documental sobre aquel Superman al que nunca vimos volar, no ha dado un golpe sobre la mesa desde que Sweeney Todd la liase parda en la calle Fleet. "Frankilini" estaba bien, pero como no estaba hecha por ordenador parece que a pocos les importo. Y a decir verdad tanto 'Sombras tenebrosas' como 'Ojos grandes' no estaban tan mal como la corriente del pensamiento autoritario del opino sin ver nos hizo creer.
El problema, quizá, lo encontramos en 'Alicia'... esa 'Alicia' cuya segunda parte no obstante tuvo el buen ojo de encasquetársela a otro (aunque pocos se diesen cuenta). Tanta personalidad, y tan poca evolución, que desde entonces parece que la carrera de Burton está en un bucle similar al que sufren los niños peculiares de Miss Peregrine. Y fíjense que hablamos de una cuestión de apariencia, la misma que lleva luciendo el cine de Tim Burton desde hace prácticamente 30 años. La misma por la que se le quiere y/o se le odia. O la misma por la que uno se acaba acostumbrando... simplemente.
Porque Burton no es que haya evolucionado demasiado como narrador, siendo que no pocas veces uno sigue viéndo esas carencias que nos hacen pensar que es un excelente diseñador artístico que se ha equivocado de silla. No cabe duda alguna de su talento, de que no es casualidad que 30 años después tus películas sean prácticamente un género en sí mismo. Pero claro, hablamos de 30 años que han pasado para todos, 30 años que por mucho que nos pese deben suponer algún tipo de evolución que refrenden ese antes y después al que obliga la vida, aunque sea en contra de ella misma.
'Miss Peregrine y los niños peculiares' es una película muy disfrutable, y prácticamente lo más relevante y/o interesante que ha hecho Tim Burton en diez años. Sea de verdad, o sea sólo una sensación por parte de alguien que tiene que remontarse a 'Ojos grandes' o a 'Sweeney Tood' para sentir algún tipo de pasión por su cine. Pero no deja de ser una película de Tim Burton en la que, si bien encontramos más de sus cosas buenas que de sus cosas malas, no dejamos de seguir estando dentro de una especie de eco en el que por ejemplo Samuel L. Jackson hace de Johnny Depp.
El legado como una pesada losa, y no como un rival habida cuenta de que Burton, en cierto sentido, no parece que esté buscando "una pelea" con la que luchar por restituir el buen nombre de antaño. Más bien asentarse en una zona de confort de la que emana cierta sensación de rutina conservadora. Algo que, por más que insistan en gritarlo cuatro perroflautas de manual, no quiere decir que sea necesariamente malo... pero que no deja de seguir siendo demostrando que como siempre la opción más interesante se encuentra en alguna parte intermedia de sus extremos.
Sirva de referencia que Danny Elfman por tercera vez no compone para una de sus películas, algo en lo que pocos repararán sin leer los créditos. Porque a pesar de sus innegables bondades, su espíritu jovial o de su textura relativamente adulta, así como de alguna escena muy potente, la sensación predominante es que en última estancia Tim Burton no se está esforzando, que sólo está ejerciendo de Tim Burton. Algo que por desgracia nos incita a mirar más hacia atrás que hacia delante, convirtiendo su nombre en algo así como una carga en lugar de la cita irresistible que debería de ser.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
me resulto una experiencia inigualable, me encanto, la primera mitad de la película la disfrute tanto que por momentos pude meterme de lleno en ella, algo sumamente difícil en estos tiempos, se me hizo exquisita, con el toque justo de intriga y fantasía que puede atrapar a un no tan niño. sin embargo tiene un fallo, grave, y es cuando va a culminar, cuando necesitas ese toque negro al que la historia estaba apuntando, esa cúspide, para mi el peor error de esta película son los veinte minutos finales, en donde el villano parece un completo idiota, parece como si no hubiera realmente una confrontación, peca de querer ser demasiado correcta, la pregunta es ¿por que ahora? ¿por que cuando mejor íbamos? tal vez el miedo al fracaso, tal vez el confort de abandonar al publico adolescente.
y a pesar de pecar de cauta en los momentos finales, le daré un 7.30, creo la mas alta que veré por aquí, puedo afirmar que volvería a verla solo por darme el gusto de visionarla de nuevo.
pd:
Spoiler
Discrepo. Y además lo hago diferenciando personalidad y calidad: para mí Ridley Scott no sólo es mejor director que Tim Burton, también es uno de los directores que mejor ejercen a su vez como productores para consigo mismo. Que tiene una personalidad menos marcada que Burton es evidente, pero no por ello creo que "carezca" de personalidad. Se tiende a confundir lo uno con lo otro cuando no tiene por qué ser necesariamente así.
A mí personalmente me gusta mucho su forma de rodar, creo que tiene una elegancia formal y técnica que no abunda precisamente. Y eso es algo que demuestra en cada filme, no sólo en 'Marte'. Otra cosa es que los guiones no estén siempre a la altura, o que al no tener un leitmotiv tan evidente como el de otros directores tipo Tim Burton se piense que por ello no tiene "su propio toque".
Sé que no tiene muchos fans, pero a mí por ejemplo 'El consejero' me fascinó cuando la vi en el cine.
Es cierto que para ser un título netamente familiar, tiene algunos detalles demasiado fuertes para los más pequeños. Sin prescindir de esos detalles, si hubiera sido al menos más sutil.
Casi olvidada. Nota: 6.