'Assassin's Creed' - Los inmortales 2.0
No tengo claro el por qué, quizá por mi desconocimiento de entre otras muchas cosas el videojuego, pero 'Assassin's Creed' me recuerda a aquellas ahora muy lejanas películas protagonizadas por Christopher Lambert, que igual aún hay quién se acuerde de él como un servidor, con una sonrisa en la boca. Películas con alma de directos a vídeo, según han quedado apalancadas en el recuerdo, pero que no obstante y en una época en la que internet aún no malmetía y predefinía la voluntad, alcanzaban a ser proyectadas en la salas más pequeñas (y vacías) de los multicines.
Dentro de esta categoría, en teoría, no entra 'Los inmortales'. En la práctica, mi "práctica", es el cabeza de cartel. Un cabeza de cartel cuya leyenda además se crece gracias tanto a las canciones de Queen como a las sucesivas secuelas. De hecho su leyenda "tapa" a todo lo demás, y a pesar de que el actor francés fue un pionero que le abrió las puertas del videoclub a tipos como Nicolas Cage, John Cusack y Bruce Willis, no hay más en mi cabeza que 'Los inmortales' asociado a su nombre... salvo que me esfuerce un poco más, cosa que sencillamente paso de hacer.
En fin, en resumen, 'Assassin's Creed' me recuerda a 'Los inmortales', básicamente. La misma sensación "de fracaso" al que el tiempo, o de nuevo el mercado de vídeo (y/o VOD, los tiempos cambian), pongan en una relativa posición de "placer culpable" que, más o menos, es el símil para el cine comercial de lo que en términos independientes sería "un título de culto". Las razones, posiblemente, sean las mismas: nadie -con dos dedos de frente- pondría las manos en el fuego por ellas, sin embargo cuesta dejar de mirar... y a su vez cuesta no encontrarle un "algo".
Porque en ambas existe un similar valor estético y conceptual que las libera de lo meramente institucional, así como un heterogéneo reparto que anima a dejar de lado cualquier cuestión ética o moral. O sea, en apariencia no hay mucho salvo la convicción que respalda a toda propuesta que lo es por voluntad propia. Cuantos y cuantos llamados "blockbusters" se presentan ante nosotros como el monstruo de Frankenstein, como para rechazar lo que nos ha sido entregado de una sola pieza. Con sus imperfecciones... y gracias a estas imperfecciones que las dotan de vida.
Porque 'Assassin's Creed' tiene vida, algo de vida, a partir de dichas imperfecciones. También por su españolización evidente, más no seamos tan oportunistas aunque eso sume de forma evidente por estas latitudes. Imperfecciones que van desde lo confuso de su argumento, lo quebrado de su narrativa o lo irregular de su montaje, no siempre un aliado para la vaporosa puesta en escena de Justin Kurzel. Así como por supuesto la sensación, evidente y traicionera, de que la película no es sino un primer paso del todo inconcluyente de una posible franquicia.
Lo difícil es contentar a todos, a los "gamers" y a los "profanos", tanto como para que 'Assassin's Creed' posiblemente se quede en esa "y" que está en medio. Pero por voluntad propia, y como un "directo a VOD" de auténtico lujo acomplejado por las obligaciones de un producto comercial que, en su intento por no aparentar estar "desnudo" sin la jugabilidad de la consola, termina por resultar contradictorio. Irresistiblemente contradictorio, añado de manera oportuna, amén de curioso en su continuo deambular por una cuerda floja de la que sin embargo nunca se cae.
No demasiado en el fondo de eso se trata, de acercarse a una cuerda floja que la mayoría de blockbusters no quieren ver ni reflejada en el espejo. Detrás de 'Assassin's Creed' se nota que hay un proceso que ha conducido a este punto, un punto en el que existe un mínimo desafío: enterarse, con tanto vaivén, de qué trata esta revisión vagamente shakesperiana de lo que, desde el desconocimiento, viene a ser un juego de plataformas sin mayor oficio. Un proceso que dota de cierta personalidad a este remanente al que, no obstante, le sigue faltando una buena canción de Queen.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
En cuanto al tema de la narración, es cierto que si no has visto antes los videojuegos puede resultar confuso todo, porque se explica todo como si ya se diera por hecho que se sabe.
Yo la he valorado con un notable porque cumple con el cometido de entretener y de ver más. Michael Fassberder lo borda y me gusta la ambientación que se realiza de Sevilla.
Veremos como continua la cosa.
Le doy un 4.
En primer lugar los guionistas caen en el jodido error de asumir que los espectadores somos tarados mentales, en ésta cinta desde el minuto 5 ya sabemos cosas como que:
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Además
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- Lógica de los assasins en 1986. Soy la Asesina madre de Callum, como los tíos vienen a por él, lo mejor que puedo hacer es matarme sin decirle una sola palabra al crío y que éste mire a ver cómo sobrevive solo.
- El tema del huevo ese tampoco me convence (quizá es sacado del juego y lo respetaron) pero me sigue pareciendo un motivo estúpido.
Y concuerdo con Beyond; qué terriblemente desaprovechados Magneto y Marion... si bien es cierto que aún en papeles tan pijos como esos siempre logran brillar, se les hubiera podido sacar muchísimo más.
Esta cinta me recuerda bastante a la trilogía de "The Purge": una historia con un gran potencial que fue arruinada por unos guionistas soquetes y un director en piloto automático.
Mi versión del guión (sin conocer el videojuego)
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Siendo como es, un assasin "del montón" decide entonces, de manera autónoma emprender la misión suicida más importante y que es la más anhelada por cualquier miembro del credo de los asesinos: conseguir el fruto de adán que contiene grandes secretos y la sabiduría suficiente para controlar a la iglesia católica y por ende a la mayor parte de mundo conocido a la fecha. Callum que no es pendejete busca por su cuenta referencias, principalmente en la Biblia y otros textos pero no encuentra nada que hable de dicho fruto, lo que sí lee es una frase antigua que reza: "cualquier persona estará dispuesta a morir y a matar por una causa, siempre que dicha causa no le sea del todo clara". Esto le genera un gran conflicto y sabe que sólo podrá ser libre encontrando la puta manzana esa. Cuando finalmente la obtiene se da cuenta que se trata simplemente de una joya que no contiene nada de lo que se rumora sino que es una mera distracción, un placebo cuya búsqueda incansable ha mantenido unidos por años a los assasins, quienes a su vez mientras supuestamente le buscan, no han hecho otra cosa más que servir a sus amos y hacer el trabajo sucio por ellos.
Se pone al tanto de una reunión entre el jefe del Credo y algunos tíos templarios que conspirar contra el Gran Maestre y se los carga a todos, no sin antes descubrir que sus padres nunca pertenecieron al clan de asesinos sino que fueron simples víctimas y que a él como niño pequeño lo usaron de materia prima para engrosar filas.
Al final termina perseguido por sus camaradas en cabeza de Marion Cotillard que es la asesina más hábil y despiadada (Callum no sabe si la tía sabe o no del engaño) y huyendo convencido que tanto templarios como Assasins son todos unos hijos puta.
Lo siento si no es de su agrado, pero yo hubiera hecho la película así
Un saludo, mi Nota: 5.0