Lo que se veía venir y ya muchos sabíamos de antemano, ocurrió. El filme Nosotros los Nobles, de Gary Alazraki, ha logrado superar el récord anteriormente ostentado por El crimen del padre Amaro, de Carlos Carrera, allá en el ya lejano 2002.

Carrera, que con 162 millones de pesos tenía a su filme como el más taquillero de la historia en México, da paso a Nosotros los Nobles, cinta que aún sigue en cartelera, y que esperan continue por lo menos de tres a cuatro semanas más -sin contar su inminente estreno en EEEUU-; y que ya lleva acumulados hasta este pasado fin de semana, arriba de 165 millones de pesos. Un gran logro tomando en cuenta que para la industria del cine en México, 25 millones de pesos que fue el coste de producción es una cantidad elevada, mucho más teniendo en cuenta que la mayoría de las cintas no recuperan lo invertido o quedan a raya. Pero sobretodo por el estigma de ser una cinta mexicana, algo que en este caso da lugar a dudas acerca de que a los mexicanos no les gusta el cine mexicano... o por lo menos cierto tipo de.

Sin embargo, ser la película más taquillera no indica precisamente que sea la más vista. En 2002, la entrada al cine era de 35 pesos, y ahora es de 46; por lo que se promedia en base a ello según la CANACINE (Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica). Tomando esto en cuenta, Nosotros los Nobles, ocuparía el tercer sitio con 3 millones 35 mil espectadores, por debajo de Una película de huevos con 4 millones, y en primer lugar sigue estando El crimen del padre Amaro con 5.2 millones de espectadores, cifra que se antoja difícil de superar, aunque la cinta de Alazraki le comió en su semana de estreno, las rebanadas de pastel a varias cintas estadounidenses.

Ahora bien, lo que no parecía inminente, pero no era descabellado, era una segunda parte de esta cinta, basada en el argumento de El gran Calavera -cinta del cine de oro mexicano-, segunda parte que ha sido confirmada en palabras de su director. La cinta narra la historia de un gran empresario que tras la muerte de su esposa descuida la educación de sus hijos hasta el punto que decide darles una lección al verles sumidos en el derroche constante.