Manifiesto de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas
por angel_negrete 12 de diciembre de 2012
"Aquí estamos,
en la era de las multi pantallas,
aquí estamos.
En la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas participamos miembros de todos los sectores de la industria del cine nacional, desde 1947.
Es gracias a todos los integrantes del cine mexicano que éste sigue vivo y la gran paradoja es que muy pocas de sus películas llegan hoy en condiciones dignas a las salas cinematográficas de la República Mexicana.
El cine es arte de la memoria, testimonio de nuestro tiempo, identidad cultural, estética nacional, reflejo de la sociedad y visión de sus creadores.
Nuestras cámaras han registrado cada momento de la historia de México en el siglo XX, sin ellas, el país no tendría mirada...México tiene una reconocida tradición cinematográfica, eso nos da sentido, pero el mayor activo de la industria somos sus creadores, dedicamos nuestra vida al cine.
Desde el origen del cine mexicano, tanto documental como de ficción, nuestras imágenes han conmovido y marcado el corazón de los espectadores. En 1896 nació el séptimo arte en México y en los siguientes años alcanzó tal importancia que llegó a convertirse en la segunda industria más relevante después del petróleo. No obstante, desde entonces el cine mexicano ha vivido un largo declive y grandes crisis.
En las últimas décadas el propio gobierno desmanteló la estructura de distribución y exhibición de películas y dejó al cine nacional sometido a los acuerdos del Tratado del Libre Comercio y a los intereses de empresas transnacionales con sede en Hollywood.
Se ha privilegiado a los sectores de la distribución y exhibición en detrimento de los productores y de la inversión económica del propio Estado Mexicano.
Las productoras nacionales, encabezadas por cineastas que ganan premios y prestigio para México en todo el mundo, casi nunca recuperan sus costos y, más grave aún, las obras no regresan a su destinatario principal: el público mexicano.
Necesitamos impulsar una nueva legislación y que se apliquen con rigor las leyes que hemos propuesto durante años para proteger la difusión y recuperación económica de las películas mexicanas.
Es necesario mantener y aumentar la producción de películas, pero producir más no consolida una industria. Necesitamos reconstruir el tejido de la distribución y exhibición del cine mexicano. Las actuales políticas públicas no propician el acceso mayoritario del público nacional a su propio arte cinematográfico.
Hemos estado aquí, en el oficio, los últimos cien años, el cine es arte e industria, se trata del rostro de la nación. Pasamos del cine mudo al sonoro, de la era analógica a la digital, del negativo al disco duro.
Por los que estuvieron,por los que estamos,
por los que están llegando,
por los que vendrán.
En la era digital, nuestro cine exige más que nunca un lugar en sus propias pantallas, con su propio público."
Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas - AMACC
Diciembre 2012
en la era de las multi pantallas,
aquí estamos.
En la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas participamos miembros de todos los sectores de la industria del cine nacional, desde 1947.
Es gracias a todos los integrantes del cine mexicano que éste sigue vivo y la gran paradoja es que muy pocas de sus películas llegan hoy en condiciones dignas a las salas cinematográficas de la República Mexicana.
El cine es arte de la memoria, testimonio de nuestro tiempo, identidad cultural, estética nacional, reflejo de la sociedad y visión de sus creadores.
Nuestras cámaras han registrado cada momento de la historia de México en el siglo XX, sin ellas, el país no tendría mirada...México tiene una reconocida tradición cinematográfica, eso nos da sentido, pero el mayor activo de la industria somos sus creadores, dedicamos nuestra vida al cine.
Desde el origen del cine mexicano, tanto documental como de ficción, nuestras imágenes han conmovido y marcado el corazón de los espectadores. En 1896 nació el séptimo arte en México y en los siguientes años alcanzó tal importancia que llegó a convertirse en la segunda industria más relevante después del petróleo. No obstante, desde entonces el cine mexicano ha vivido un largo declive y grandes crisis.
En las últimas décadas el propio gobierno desmanteló la estructura de distribución y exhibición de películas y dejó al cine nacional sometido a los acuerdos del Tratado del Libre Comercio y a los intereses de empresas transnacionales con sede en Hollywood.
Se ha privilegiado a los sectores de la distribución y exhibición en detrimento de los productores y de la inversión económica del propio Estado Mexicano.
Las productoras nacionales, encabezadas por cineastas que ganan premios y prestigio para México en todo el mundo, casi nunca recuperan sus costos y, más grave aún, las obras no regresan a su destinatario principal: el público mexicano.
Necesitamos impulsar una nueva legislación y que se apliquen con rigor las leyes que hemos propuesto durante años para proteger la difusión y recuperación económica de las películas mexicanas.
Es necesario mantener y aumentar la producción de películas, pero producir más no consolida una industria. Necesitamos reconstruir el tejido de la distribución y exhibición del cine mexicano. Las actuales políticas públicas no propician el acceso mayoritario del público nacional a su propio arte cinematográfico.
Hemos estado aquí, en el oficio, los últimos cien años, el cine es arte e industria, se trata del rostro de la nación. Pasamos del cine mudo al sonoro, de la era analógica a la digital, del negativo al disco duro.
Por los que estuvieron,por los que estamos,
por los que están llegando,
por los que vendrán.
En la era digital, nuestro cine exige más que nunca un lugar en sus propias pantallas, con su propio público."
Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas - AMACC
Diciembre 2012