En diciembre de 2017, coincidiendo con el estreno de la oscarizada 'La forma del agua', se anunció que Guillermo del Toro se haría cargo de una nueva adaptación de 'El callejón de las almas perdidas' de William Lindsay Gresham. También, que el proyecto se demoraría hasta 2019 debido a la intención del cineasta mexicano de tomarse un año más o menos sabático.

El proyecto, conocido en versión original con el título de 'Nightmare Alley', vuelve ahora a ponerse sobre la mesa con el posible fichaje de Leonardo DiCaprio como protagonista, según adelanta Variety en exclusiva.

Según el citado medio el actor, que este verano estrenará el 'Érase una vez en... Hollywood' de Quentin Tarantino, la que es su primera película desde que ganó el Oscar por 'El renacido', se encuentra negociando su participación en este proyecto que contará con el respaldo de TSG Entertainment y Fox Searchlight, compañía que se encargará de su distribución a nivel mundial.

Del Toro firma, junto a su actual pareja, la guionista, escritora y periodista Kim Morgan, el libreto de esta historia que, recordemos, ya fue llevada al cine en 1947 por el director Edmund Goulding, en una versión para la gran pantalla estrenada apenas un año después de la publicación de la obra original.

Su rodaje está previsto para el próximo otoño.

El callejón de las almas perdidas empieza con la extraordinaria descripción de un abyecto espectáculo de feria cuyo principal reclamo es "el monstruo", alguien que ha caído tan bajo que está dispuesto a humillarse, por un trago de whisky, delante de un público ávido de sensaciones extremas.

El joven Stan Carlisle, que trabaja en la feria ambulante, está convencido de que nunca acabará así. Es inteligente y ambicioso, y pronto descubre que puede engañar a cualquiera encontrando su punto débil. En poco tiempo se convertirá en un mentalista de primera, pero triunfar en una feria ambulante timando a pobres desgraciados no es suficiente para Stan, quien decide establecerse como falso reverendo y médium para estafar a ricos desesperados que ansían comunicarse con difuntos queridos a cualquier precio.

Parece que Stan tiene el mundo a sus pies y que nada ni nadie puede detenerlo... al menos por ahora.