Ya era tiempo, para que una productora importante pusiera sus cartas en un talento joven tan inmportante como Nicolás Pereda. Nos referimos a la productora española Tornasol, en coproducción con una mexicana.

Luego de más de 6 filmes de bajo presupuesto donde desembolsar de su cartera era algo ya común, Pereda, quien con cada filme logró reconocimiento de crítica -no tanto así de público por el pésimo sistema de distribución en México- y obtuvo múltiples premiso en festivales como los de Brasil, Francia, Italia, México y Argentina; ahora podrá presumir de contar con un asistente de dirección, gerente de locaciones, entre otros.

¿Dónde están sus historias?; Juntos; Perpetuum mobile; Todo, en fin, el silencio lo ocupaba; Verano de Goliat; Los mejores temas; y Matar extraños, son los títulos previos de Pereda a Cuando los caballos aprendieron a llorar, cinta que en el ámbito cinematográfico se puede decir que es más industrial, por el capital monetario inyectado, y es en la que trabaja por el momento.

Con guión de Jano Mendoza, contará con Eduard Fernández y Gabino Rodríguez como actores. Cuando los caballos aprendieron a llorar cuenta la historia de un hombre con un terreno enorme en la costa del Pacífico y un día descubre que está demasiado grande para atenderlo y decide ofrecérselo a alguien para venderlo. Pero tiene que contar con la firma de todos sus hijos y en el viaje se descubre por qué se disgregó su familia.