Ricardo Silva nos ofrece en Navajazo un paseo por una galería de demonios sociales de los que rehuimos y mantenemos al margen de nuestra zona de confort social-emocional. Su motivo argumental es el apocalipsis y una serie de entes marginales que han sobrevivido, fronterizos entre lo demoniaco y lo humano, en busca de la redención o de la supervivencia en ese caos polvoso y de sol afiladísimo que es Tijuana: ¿dónde más podría haberse situado el fin de la civilización?

Festival de Locarno 2014: Leopardo de Oro - Cineastas del Presente