Bill es un escritor en crisis que un día comienza a seguir a la gente por la calle. Pero lejos de tratarse de un acto de voyerismo, sus intenciones obedecen a la curiosidad por conocer a esos anónimos transeúntes. Poco a poco, esta indagación personal se vuelve obsesión, por lo que decide autoimponerse una serie de reglas que debe respetar escrupulosamente, como elegir a las personas al azar o no seguir a la misma persona más de una vez. Pero las reglas están para romperlas.

Nolan debutó con este drama de suspense rodado, en blanco y negro en 16 mm, durante los fines de semana y con un presupuesto de 6.000 dólares.