El pasado 15 de noviembre de 2016 el propio Hayao Miyazaki, en declaraciones al medio japonés NHK, reveló que había decidido volver de su retiro, anunciado tras el estreno en 2013 de 'El viento se levanta', para ponerse al frente de una última película, 'Kemushi no Boro' (Boro, la oruga), la cual además iba a suponer su primera experiencia con la animación por ordenador (suponemos que en 3D).

Esa era la buena noticia. ¿La mala? Que la película, en principio, sólo iba a poder ser vista por los visitantes del Museo Ghibli en donde se exhibiría de manera exclusiva. En principio...

... porque durante una de las proyecciones para los Premios Oscars de 'La tortuga roja', cinta co-producida entre Wild Bunch y Studio Ghibli, el productor Toshio Suzuki ha confirmado que Miyazaki está trabajando en una nueva película que, eso sí, espera pueda estrenarse de manera comercial en Japón, y no sólo en el Museo Ghibli, antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Y quién dice Japón, suponemos, dice que en cualquier parte del mundo (aunque sea después de los Juegos Olímpicos).

Si bien el mencionado Suzuki ni ha confirmado que se trate de la mencionada 'Kemushi no Boro', ni ha revelado ningún otro detalle adicional, todo apunta a que efectivamente se trataría de este filme habida cuenta de que, en palabras del propio Miyazaki, se trataba un proyecto muy querido y muy personal que llevaba rondando por su cabeza desde hace unos 20 años.

Dicho proyecto, que gira en torno a una oruga tan pequeña como para ser aplastada con los dedos, recordemos que comenzó siendo un cortometraje realizado "como favor" para el Museo Ghibli. No obstante después de todo a Miyazaki no le convenció el resultado inicial, tras lo cual decidió tomárselo más en serio, y comenzar desde cero con el objetivo de darle forma de largometraje.

Un largometraje que, además, y como ya hemos comentado, en principio estará animado por ordenador, técnica en la que Miyazaki se ha estado formando durante sus tres años mal contados de retiro.