El tráiler oficial de 'The Journey' se presenta en la Cámara de los Comunes de Londres
El primer tráiler de 'The Journey' se ha presentado esta semana de la forma más simbólica imaginable por dos motivos: por un lado porque se ha hecho en un lugar al que a uno de los protagonistas de la película, Martin McGuinness (miembro del Sinn Fein, brazo político del IRA), habían prohibido la entrada hasta la apertura del Gobierno de Toni Blair en 2002, la Cámara de los Comunes de Londres. Y por el otro, porque ha sido a propuesta del hijo de quien había sido su enemigo acérrimo hasta que se produjo la famosa conversación que llevó a la Paz definitiva en Irlanda del Norte, Ian Paisley (líder del Partido Unionista).
A modo de homenaje, pocos días después del fallecimiento de Martin McGuinness, el director del film, Nick Hamm, ha sido el encargado de presentar el teaser en un acto privado ante el Presidente de la Cámara, John Bercow, los miembros del Parlamento y otros tantos dirigentes políticos.
'The Journey' es un ejercicio de imaginación basado libremente en el momento clave en el que McGuinness y Paisley coincidieron dando lugar al diálogo que marcó el principio del fin de las hostilidades entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte. Un momento del que los propios protagonistas han hablado poco...
Fue McGuinness quien dio la primera pista a la prensa durante una visita a la Casa Blanca en diciembre de 2007: "Hasta el 26 de marzo de este año, Ian Paisley y yo nunca habíamos tenido una conversación sobre nada -ni siquiera sobre el tiempo- y ahora llevamos siete meses trabajando juntos muy duro y no ha habido ninguna mala palabra entre nosotros".
Nick Hamm se interesó por esta conversación después de que un periodista le contara que durante los conflictos era habitual que los políticos de partidos contrarios viajasen juntos para evitar atentados. "Empecé a investigar y averigüé que hubo un viaje que tuvo lugar en Escocia durante las Conversaciones de Paz que se retomaron en 2006. Las reuniones coincidieron con las bodas de oro de Ian Paisley, que le obligaron a volver a Belfast; Martin McGuinness, a la fuerza o voluntariamente, decidió viajar con él".
"Estos hombres no habían hablado nunca", prosigue Hamm. "Paisley había rechazado todos los intentos de McGuinness de entrevistarse con él en los años anteriores. Al final, terminan juntos en un jet privado sin ningún sitio donde poder esconderse. Todo esto es cierto, aunque los detalles exactos de lo que pasó en ese avión siguen siendo un misterio".
La película se estrenará en España durante el segundo semestre de 2017 de la mano de Vértice Cine.
'The Journey' es una historia conmovedora y a veces hilarante inspirada en el viaje que se vieron obligados a realizar juntos dos enemigos políticos: Ian Paisley (Timothy Spall) y Martin McGuinness (Colm Meaney). Un trayecto incómodo, que el director Nick Hamm retrata en un coche a modo de road movie, que marcó no solo el inicio de las conversaciones que culminaron en el Acuerdo de St. Andrews (clave en el proceso de paz definitivo en Irlanda del Norte después de 40 años de conflictos), sino también el de una sólida amistad entre dos polos opuestos que desprendían tanto humor que terminaron siendo conocidos como 'los Chuckle Brothers Irlandeses'.
The Journey - Tráiler V.O. (HD) por elseptimoarte
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Spoiler
Martin McGuinness se refiere a lo ocurrido en en el barrio del Bogside, Derry, el 30 de enero de 1972. La Asociación por los derechos civiles de Irlanda del Norte había organizado una manifestación pacífica en protesta por la encarcelación de varios irlandeses católicos. La marcha debía tener lugar en una zona en la que las autoridades británicas no tenían permiso para actuar y el compromiso de los convocantes era no traspasar esa zona.
Sin embargo un grupo de manifestantes se separó de la masa y se acercó a una de las fronteras increpando a los soldados británicos que la custodiaban lanzando piedras. Las tropas británicas respondieron adentrándose en la zona con tanques y abrieron fuego indiscriminadamente. Las fuerzas británicas alegaron que estaban defendiéndose de los disparos de los irlandeses, pero se demostró que ninguno de los manifestantes iba armado. Trece jóvenes irlandeses murieron ese domingo, uno más meses más tarde. Los funerales de las víctimas fueron multitudinarios: más de 15.000 asistentes.
Tras este día se produjeron multitud de protestas violentas a lo largo y ancho del mundo occidental en contra de todo lo que oliese a británico: embajadas, consulados, comercios... En Belfast se multiplicaron los atentados con bomba. El incidente no hizo más que multiplicar los simpatizantes del IRA, aumentaron los reclutamientos en la banda y los republicanos en general ganaron apoyo social. En definitiva: el IRA se hizo más fuerte que nunca.
Este hecho fue visto por muchos como una nueva oportunidad para abrir la vía política, la del diálogo... pero el gobierno británico, con Thatcher al mando, fue tajante, y los presos políticos ante tal respuesta también: continuaron con su huelga hasta el final.
Tras 66 días de protesta Sands falleció, su funeral reunió a más de 100.000 personas, y como ya ocurrió tras el Domingo Sangriento, el apoyo y los reclutamientos al IRA se incrementaron, y el brazo político del IRA, el Sinn Féin, se convirtió en una de las principales fuerzas políticas.
Los huelguistas no consiguieron sus objetivos, pero sus muertes tuvieron enormes consecuencias políticas... aunque sumaron más víctimas humanas. Su muerte avivó el odio y la violencia en Irlanda del Norte, de los cristianos republicanos hacia los protestantes unionistas en general, y hacia Margaret Thatcher en particular.
El 8 de noviembre 1987 esta celebración se tiñó de sangre en el Condado de Fermanagh: el IRA Provisional perpetró un atentado en el que murieron once personas, diez eran civiles y un miembro de la Gendarmería Real del Ulster. Otra víctima más murió tras trece años en coma. El IRA trató de justificarlo alegando que la bomba iba dirigida concretamente a los miembros del Ejército Británico allí presentes... pero la realidad es que a su alrededor no había más que civiles.
Si el Domingo Sangriento y La Huelga de Hambre del 81 fortalecieron al IRA, este episodio supuso todo lo contrario. La formación paramilitar perdió apoyo incluso entre los propios republicanos marcando un punto de inflexión que fue posiblemente el inicio del camino hacia proceso de paz.