Voces inocentes

Iniciado por ÁngelNeg, 21 de Septiembre de 2007, 01:19:09 AM

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ÁngelNeg

VOCES INOCENTES


Voces que parecen susurros

Luis Mandoki, uno de los directores mexicanos con mayor futuro en la década de los 80's con cintas como Gaby: Una historia verdadera (Gaby: A true history, EUA-1997), decide, y con toda razón que el inminente desplome de nuestra legendaria cinematografía no sería el hecho que lo parase o lo limitase como autor. De tal manera que en el Holllywood por tantos soñado, Mandoki vio desenvolver sus próximos años con proyectos bien recibidos tanto en crítica y taquilla con dramas melosos como Cuando un hombre ama a una mujer (When a man loves a woman, EUA-1994) y algunos otros decadentes como Mensaje de amor (Message in a bottle, EUA-1999).

A la sombra de directores arriesgados y algo propositivos como del Toro, Cuarón e Iñárritu, Mandoki resulto ser una sombra con proyectos ínfimos y mal delineados. Tanto año afianzado en la cinematografía estadounidense sin embargo no le aisló de regresar a México para dirigir un nuevo proyecto. Voces inocentes (México-2004) fue el resultado.

La película cuenta la historia de Chava, un niño salvadoreño que durante la guerra de los ochenta vivió su infancia entre violencia y casas de cartón atravesadas por balas. Basada en hechos reales, a Chava junto con sus amigos son llevados entre la lluvia hacia un destino aterrador al cumplir doce años, edad suficiente para ser reclutado en el ejército en medio de una guerra civil. Es una historia desgarradora de esas que ocurren a diario en decenas de países aún hoy día. La película de hecho arroja una estadística deprimente: 300 mil niños de tan sólo 40 países forman parte de algún ejército, es decir, son niños de no más de 14 años que sujetan armas reales, con balas reales cuando deberían estar sosteniendo entre sus manos el control del Wii.

Voces inocentes, es una cinta que no te desgarra sino que te conmociona, y realmente no se atreve a explotar con todas las consecuencias que la guerra salvadoreña trajo en el mismo momento. Quizá el binomio guerra-niños resulte angustiante, pero aquí se contrae para mostrarnos asuntos significativos con poco trasfondo. La película es para llorar, para tristear un rato, y para aborrecerla de inmediato, porque el sabor agridulce resulta demasiado ajenjo al final, un final donde lo dulce no tiene cabida, y sin embargo...

La cinta tiene sus logros estéticos, a pesar de siempre mostrar a nuestros pueblos con una trasgresión que va de la humildad al tercermundismo, y aunque así fuese, la forma no es la correcta, aún ni cuando Mandoki se haya encontrado avecindado en un país al que le puede resultar ajeno esta cuestión, pero México no es muy diferente, por lo que su visión resulta hasta harto ofensiva.

Voces inocentes denota su visión bien intencionada en cada paso que da, por eso resulta difícil aborrecerla aún cuando uno quisiera, y aunque no está mal narrada, la propuesta no va bien encaminada con ese contenido afectivo que apela a nuestra sensibilidad casi suplicándonos un poco más de atención, algo que se le puede dar en el momento, pero no como mensaje colectivo hacia el final, pues la voz que profiere es tan mínima que pueden parecer susurros.
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Siouxsie

VOCES INOCENTES


Ficha Técnica

Titulo: Voces inocentes
Año: 2004 
Duración: 120 min.   
Director: Luis Mandoki
Guión: Luis Mandoki, Oscar Torres
Música: Andre Abujambra
Fotografía: Juan Ruiz Anchía
Reparto: Leonor Varela, Carlos Padilla, Ofelia Medina, José María Yazpick, Daniel Giménez Cacho, Paulina Gaitan.

Sinopsis:

Basado en la vida de Oscar Torres. Durante la década de los 80’s en El Salvador se produjo una guerra civil entre el campesinado y el ejercito estatal. Las fuerzas armadas del gobierno reclutaban niños de doce años, sacándolos en muchos casos de sus propias escuelas. Chava es un niño de once años que aún le queda un año de inocencia, un año el cual si tiene suerte no compartirá el mismo destino que muchos otros niños. Para Chava, su vida se ha convertido en un juego de supervivencia y aprendizaje, y se ve forzado a luchar contra la violencia ayudando a su madre a sustentar y ser el hombre de la casa.

Critica: Y el hombre, pobre… pobre

Luis Mandoki es un director mexicano que en complicidad de Oscar Torres armó y relató, a través de una peliculina de 120 minutos, una cruda-desgarradora historia. Cruda-desgarradora pues muestra al espectador una tristísima realidad que aún hoy, después de 30 años, no se aleja de nuestro alcance: niños sufriendo y sintiendo a flor de piel conflictos violentos de personas adultas. El escenario escogido por el director fue un pequeño país de Centro América, El Salvador, y dentro del pequeño país un pequeño pueblo rural llamado Cuscatanzingo.

Durante la década de los 80’s el pequeño país centroamericano sufrió –como muchos otros países en el globo- los efectos desoladores de la violencia interna, el pequeño pueblo salvadoreño, de nombre que descalifica su pequeñez, fue el foco-bomba del conflicto armado entre campesinos-guerrilleros y soldados del gobierno. Estos efectos nocivos ensuciaron e indignaron una basta cantidad de voces, incluyendo las más precoces, en nuestro planeta azul. Una de aquellas voces diminutas es la de Chava (Carlos Padilla) quien se vio obligado a enfrentar los tormentos y las maldiciones de las armas de fuego por medio del la unión familiar, el enamoramiento y el juego; haciendo todo lo humanamente  posible por no perder la inocencia, pues Mandoki vio en él y resumió su ideal luchador en un infante. Nuestro futuro, la candidez de los niños versus el salvajismo de la guerra, nuestro auto-exterminio. Aquí, la lección de un film para adultos nos la da un pequeño niño.

Que triste se oye la lluvia en los techos de cartón,  que triste vive mi gente en las casas de cartón (...) que lejos pasa la esperanza en los techos de cartón.  La lucha de Chava no es personal, es multitudinal, es mundial, es un grito al cielo por libertad, fraternidad y paz, lema cuasi revolucionario francés. Inclusive, a su temprana edad, Chava, por un instante, dudó ante la ley del ojo por ojo, por el horror del Talión. Nuestros temores por la posible corrupción de nuestro protagonista nos anexaron a empalizar con él, pues nos cuenta un mensaje simple pero inexplicablemente  complejo para su gobierno y todos los autores de semejante escenario caótico: esperanza y trabajo arduo.  Por ejemplo, es bien representado: Kella (Leonor Varela), la madre de Chava, estuvo totalmente angustiada tras verse encerrada en la desesperación de no poder cumplir equitativamente sus deberes laborales y de madre, de cuidar a sus hijos de las amenazantes balaceras constantes. Por lo que visita a Mamá Toya (Ofelia Medina), quien saca, de algún rincón de su pequeña casa de cartón, algunos de sus ahorros y se dirige a ella diciendo: “ten, con este dinero compra un arma”. Inmediatamente Kella compró una maquina de cocer que fue su soporte y símbolo de resistencia. Duro papel.

Finalmente, la brusquedad como se trasmite el cargado pesar de la gente por sobrevivir y alivianar la situación y las estadísticas finales del film hacen el puente de la reflexión fílmica e histórica-social de los factores tejedores de tan atroz atmósfera. Esto, y junto a la seleccionada música popular de Andre Abujambra y la apesadumbrada fotografía de Juan Ruiz Anchía complementan armoniosamente el escenario fílmico. Pues, entonces, las cicatrices están ahí y el señor Luis Mandoki sólo nos invita a mirarlas.

Un pequeño fragmento de la película que me fascina y me destroza:

GRACIAS!

Puntuación: 8/10


"(...)inmortal, has soñado esta noche que vivías de nada y morías de todo."
César Vallejo
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Doomwatcher

Es buena, la ví hace años y la verdad es bastante cruda
DOOMWATCHER
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Amármol

Angel, te he puesto la imagen del cartel, que no se veia y he añadido el [ /url] que faltaba para enlazar a la sinopsis
Vive cada día como si fuera el último, porque un día será verdad. (Cassius Clay)

I am watching you!
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