It Follows

Iniciado por reporter, 29 de Mayo de 2015, 01:44:44 PM

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It Follows


SINOPSIS: Para Jay (MaikaMonroe), de 19 años, el otoño debería consistir en ir a la escuela, salir con chicos y pasar los fines de semana en el lago. Sin embargo, tras un encuentro sexual aparentemente inocente, empieza a tener visiones horribles; no consigue librarse de la sensación de que alguien o algo la persigue. A medida que la amenaza crece, Jay y sus amigos deben escapar de alguna manera del terror que les sigue los pasos.

CRÍTICA: El mito de la decadencia americana

Lo mejor en estos casos es nos andarse con demasiados rodeos, de modo que, al grano: Las reglas del juego que se van a aplicar a partir de este momento serán diferentes, porque de hecho, el juego al que jugaremos ahora también es diferente. Digamos que las cosas... han cambiado, claro. Han ido a peor, esto no hace falta que te lo diga, y sinceramente, ahora mismo, nada hace pensar que la situación vaya a mejorar. Mira, éste no es el momento para repartir culpas. A día de hoy, lo importante es ser conscientes de lo que ha pasado, de lo que se nos viene encima... y de qué vamos a hacer para poder contarlo. Esto sí, una cosa debe quedarte clara: No existe ninguna receta mágica; ningún remedio milagroso que vaya a solucionar, en un abrir y cerrar de ojos, la situación ésta en la que nos hemos metido. El único plan que actualmente tiene cara y ojos es el de aguantar, el de estar siempre alerta, el de defenderse con todo lo que tengamos a mano... el de capear el temporal, vaya. Es una putada, lo sé, pero es lo que hay, así que para de lloriquear, por lo que más quieras, y sé fuerte, porque aquí está en juego lo más importante de todo. ¿Que qué es esto? Pues esto mismo en lo que estás pensando.

Y perdón por el tono paternalista, pero pongamos que hablamos de, por ejemplo, ''ese momento''. Pongamos que hablamos del punto de inflexión a partir del cual, y como dice la propia definición, las dinámicas se invierten. Lo que antes bajaba, ahora sube, y lo que subía, a continuación baja... y lo que en el pasado iba bien, en el presente (y quién sabe si en el futuro) cae en picado, en espera de otro punto de inflexión salvador que, al menos de momento, ni siquiera puede vislumbrarse. De acuerdo, pero un segundo, ¿todo esto cómo diablos se analiza? ¿Bajo qué óptica? En otras palabras, y sin trucos: ¿de qué cojones estamos hablando? Pues de todo un poco, con lo que no importa demasiado si la perspectiva es ''micro'' o ''macro''. Aplicado a nuestro caso, y retomando el hilo, pongamos que hablamos de una adolescente que, sin saberlo ella, se está acercando peligrosamente al punto crítico de marras, que al poco tiempo lo alcanza... y que justo después, hará todo lo posible para que el mundo (en general) no la alcance a ella.

En el vecindario, los críos no hablan de otra cosa: la joven Jay está saliendo con otro chico. Nadie conoce la identidad de éste, pues la relación tiene aún pocos días de vida. No obstante, y por lo que se comenta, parece que hay química entre ambos, que las etapas se están quemando a buen ritmo y con naturalidad, que de aquí puede salir algo serio... que el momento se acerca, que está llegando... y llega. Y ya está. Jay, tan angelical como siempre, y mucho menos virginal, está tendida en el asiento trasero del coche de su novio, con la mirada perdida en las plantas que se levantan a pocos centímetros de uno de los neumáticos del auto; con el pensamiento puesto en cosas que en ese momento, no parecen importar demasiado. El sonido que hacen sus pulseras a cada movimiento de muñeca, el tambaleo que el viento produce en la vegetación de la zona, el tacto incómodo (pero al fin y al cabo, agradable) de la tapicería que está en contacto con su cuerpo semi-desnudo... A simple vista, es como si todo siguiera igual; como si nada hubiera cambiado con respecto a hace unos pocos minutos. Pero no. Es en esta calma post-tempestad que una voz interior empieza a anunciar la que está por llegar.


Es en este momento que otra voz interior (la de la memoria del espectador) empieza a levantarse, y a hacer saltar las alarmas. Esto es una película de terror, no lo olvidemos, y se acaba de violar una de las reglas fundamentales de supervivencia. Una vez más: ''Esto es una película de terror'', nos dice ahora la conciencia, porque late todavía con fuerza su -magistral- escena de apertura. Recordemos: Estamos en un punto de inflexión espacio-temporal... y espiritual, también. En un barrio suburbial estadounidense, es decir, en la frontera entre el mundo urbano y el rural; entre la clase baja y la alta. Por lo que le corresponde, el cielo nos sitúa en una zona de paso, más o menos equivalente. Estamos en la franja horaria crepuscular; en ese breve lapso que separa el día de la noche; la luz de la oscuridad. Estamos, por cierto, en Detroit, ese yermo post-industrial/apocalíptico que, tal y como nos recordaron Heidi Ewing y Rachel Grady en el imprescindible documental 'Detropia', es la ciudad que más rápido decrece de todo el mundo (mientras que en la década de los 30 del siglo pasado, se situaba en lo más alto del ranking opuesto). La cámara está plantada en medio de la calzada, y de ahí no se moverá, pues el punto desde el cual se observa la acción es inmejorable. Narrada con un solo plano secuencia y orquestada a través de un movimiento pivotante tan elegante como perturbador, la secuencia inicial gira en torno a una persecución inquietante, y por esto, claro, terrorífica.

Se abre la puerta de una casa y de ella sale, despavorida una adolescente a la que la urgencia de la situación no le ha permitido vestirse del todo. Ha salido a la calle en ropa interior... y con zapatos de tacón, en lo que es el primer guiño (si no burla) a un género cinematográfico que está a punto de conocer uno de los mejores fichajes de los últimos años. Antes, seguimos con la chica, quien corre por la calle sin prestar demasiada atención a lo que le dicen los dos personajes adultos que se encuentran en el escenario (uno de ellos, su padre). ''¿Estás bien?''; ''¿Necesitas algo?'', inquieren ellos. Las respuestas que obtienen reflejan más la gravedad de un factor amenazante que no la apacibilidad que habitualmente reina en la zona. Y sin embargo, nuestros ojos no se alteran. Como casi siempre antes de la catástrofe, todo parece en orden. El narrador de la historia, mientras, asiste frío e impasible al espectáculo, haciéndonos cómplices de un voyeurismo que empieza a delatar las virtudes de una cinta que sí, es de terror, pero no de ese terror al que, desgraciadamente se nos ha acostumbrado.

Momento ideal para recordar que el debut de su director, David Robert Mitchell, tampoco era la típica película de género que podía vendernos su sinopsis. 'The Myth of the American Sleepover' (mal traducida aquí como 'El mito de la adolescencia') nos hablaba, efectivamente, de un mito, aquel en el que, queriéndolo o no, se han convertido las teenage movies (las estadounidenses, sobre todo). Lo hacía a través de los mecanismos más trillados de este tipo de películas (no faltaba, por supuesto, la revolución hormonal como principal excusa narrativa), pero éstos en ningún momento cumplían para él la función de apoyo, imprescindible para seguir caminando, sino más bien la de una especie de juguete con el que divertirse (elemental), a la vez que trascender las fronteras de un género que, de repente, no era tan impeditivo como lo parecía en un principio. Pues digamos que 'It Follows' hace lo mismo con unos dominios (los de la horror movie, se entiende) que vuelven a mostrarse tan fértiles como aquella primera vez en que los pisamos; cuando se nos hizo creer que todo era posible en ellos.

En el caso que ahora nos concierne, el coito se reivindica, por enésima vez, como detonante de las desgracias sufridas por una chavalada que, tal y como sucediera en aquella Elm Street, estará sola ante el peligro, sin adulto alguno que pueda de mediar como escudo humano. Tal es aquí la importancia de dicha regla de oro de las películas de terror, que en aquella 67ª edición del Festival de Cannes (marco excepcional de presentación en sociedad para la que rápidamente se convirtió en una de las sensaciones del certamen) no se tardó nada en bautizar la propuesta como ''La maldición de transmisión sexual''. Y sí, tal cual. Para su segundo largometraje (en otras palabras, para la confirmación), David Robert Mitchell pone en jaque a las víctimas de siempre... con un una amenaza que no habíamos visto nunca. ¿O tal vez sí? El enemigo de 'It Follows' no es ningún tipo enmascarado que, cuchillo en mano, va engrosando las cuentas del carnicero, sino una especie de ente sobrenatural que puede adoptar cualquier forma humana y que persigue, a paso lento, pero de forma incesante, a su víctima.


Recuerda, el enemigo es invisible. El enemigo está siempre al acecho. El enemigo nunca descansa, y siempre se acerca. El enemigo hasta podría encontrarse entre tus seres amados. El enemigo te quiere ver muerto. En el recuento de conquistas de 'It Follows' (que no es precisamente corto), destaca, por encima de los demás, el de dar cuerpo y consistencia cinematográfica a una idea que sabe refrendar el atractivo del a-primera-vista con una riqueza en las segundas lecturas que para nada entorpece el gozo que despierta el in situ. Dicho de otra manera, Robert Mitchell firma una obra terroríficamente redonda, que tiene en el miedo (el más puro, el que no precisa de trampas o atajos para calar en el espectador) su arma más potente. Éste se construye mediante un endiablado diálogo intergenérico que se verá reflejado en los distintos estratos del tejido fílmico. Desde la sorprendente banda sonora con ecos 8-Bits a cargo de Disasterpeace (para quien siga opinando que nada bueno sale de los videojuegos) hasta la cura en la dirección de actores (no exenta de esos ramalazos fetichistas a los que la nueva musa del indie, Maika Monroe, parece que va a tener que acostumbrarse), pasando, por supuesto, por un guión que, sencillamente, roza la perfección, y también, por qué no decirlo, por una escenografía que nos remite, de forma más o menos sutil, a los temores de aquellos tiempos en que la ''guerra'' y el ''frío'' formaban parte de la misma bomba nuclear.

La impactante y ya comentada secuencia introductoria era, en efecto, una señora carta de presentación. A lo largo de la hora y media que sigue, el director de Michigan nos sumerge en un sutil, elegante y a la vez despiadado juego en el que a veces se muestra y a veces se oculta, sin que triunfe jamás la tentación de empujar demasiado (artificialmente, claro) la imaginación de la audiencia. Al final de la proyección, solo tenemos que alzar dos dedos para contar las veces que hemos saltado de la butaca, y dígase ya por aquello de la justicia, si por algo destaca cualquier intento de susto registrado en 'It Follows' es sin duda por la autoconsciencia de su comicidad. Mientras, nos quedamos clavados en la butaca, porque nos damos cuenta que no nos sentimos a salvo ni bajo la tradicionalmente reconfortante luz solar. Por obra y gracia, básicamente, de un control apabullante de una profundidad de campo que ahonda, a cada escena que pasa, en una sensación de acoso cada vez más insoportable. ¿Es paranoia? Sí y no... es, para entendernos, lo mismo que pasaba en la excelente 'Take Shelter', de Jeff Nichols, uno de los films que, por cierto, mejor ha sabido captar el -desquiciado- geist americano post 11-S. Es el terrorismo, sí, y la economía, también... y ese paso fundamental que es la adolescencia... y el terror, de nuevo, que los hermana.

David Robert Mitchell sabe compensar su falta de experiencia (reflejada en la resolución algo endeble de algunas de las escenas que más músculo requerían) con inteligencia en la escritura fílmica. De modo que coge uno de los tótems más sagrados de la generación 2.0 (el ''Follow'', esa promesa que tanta felicidad reparte estos días) y le da la vuelta para golpear no sólo al patio de butacas, sino también a todo lo que se expone en una (gran) pantalla que, a tenor de los -magníficos- números en taquilla registrados en USA, tiene argumentos de sobra para revisar su sistema de distribución de películas, claramente desfasado con respecto a la era de las redes sociales. De acuerdo, pero un segundo, ¿todo esto cómo diablos se analiza? ¿Bajo qué óptica? En otras palabras, y sin trucos: ¿de qué cojones estamos hablando? De todo un poco, con lo que no importa demasiado si la perspectiva es ''micro'' o ''macro''. Siempre se acertará. Así pues, pongamos que hablamos puntos de inflexión. Del que separa los celos del deseo; el sexo del amor; la infancia de la edad adulta; el temor del pánico; la decadencia de la fatalidad más reversible... Da miedo, sí. Mucho.

Nota: 8 / 10
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    Cinéfilos que han agradecido este tema: Wanchope

Beyond

Una de las películas de terror que más me ha gustado en los últimos años. Su punto de partida me parece tremendamente atractivo. De hecho, uno de los "defectos" de la película es que le veo tantas posibilidades a su idea de base que hasta me parece desaprovechada. También tengo que decir que la parte final no me gustó tanto como su inicio o desarrollo. Además, la mayoría de personajes secundarios se quedan en simples esbozos y algunos directamente no pintan nada. Pero vamos, quitando esos detalles, me ha parecido escalofriante, solo de imaginarme en el lugar de la protagonista se me ponen los pelos de punta.

Mi nota es 7,5/10.
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Soprano

Coincido en que la idea es buena pero también me parece que no saben aprovechar su potencial, en su desarrollo va de mas a menos y tiene ese aire de cinta de terror adolescente que le resta seriedad, además tanto los personajes como algunas situaciones que recuerdan mucho a otras películas son mejorables, digamos que cumple aunque teniendo en cuenta lo que se dice de ella esperaba algo mas.
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Lektro

Toda una sorpresa, una de las mejores películas de terror que he visto en mucho tiempo, necesario soplo de aire fresco para un género que tan poco consigue sorprender hoy en día. Con un comienzo espectacular y una historia muy sencilla pero tremendamente original, consigue tenerte pegado al asiento durante toda la película (muy acertada su corta duración).
Y a parte de eso, para estar hecha con 4 duros los planos de cámara y toda la ambientación es muy muy buena, así como la banda sonora, puramente electrónica con toques que incluso llegan a los 8-bit, quedando un aire general gamberro e incluso dándole a la película un macabro sentido del humor.

Pero sin duda lo mejor es que todo el conjunto consigue eso que ya se echa de menos en el cine de terror de hoy en día: dar "miedo", en el sentido de tenerte siempre (ojo, siempre) alerta, llenarlo todo con un aire de paranoia y mal rollo que hará las delicias de los fans del terror y, como guinda, dejar que el misterio nunca sea resuelto/mostrado... y que cada uno interprete esto a su manera.

Un 8 y deseando volver a verla, tiene todas las papeletas de que el paso del tiempo la acabará convirtiendo en una rareza de culto
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lourdes lulu lou

"Te sigue", pues haber si aparece de una vez ¡que me duermo!
No soy fanática de las películas de terror, es un género que no me atrae en demasía pero, para una vez que me decido por ella, por temblar y precipitarme al oscuro túnel del más allá, de lo desconocido y alucinante..., ¡qué fraude!, ¡qué desilusión! pues ni he encontrado pánico, ni escalofrío ni temor; donde los demás describen "¡maravilla!", yo he vivido desinterés y ausencia.
Me gustó la idea de miedo psicológico, pavor mental recordatorio de un tipo de cine olvidado que se quiere recuperar, no la típica historia de sangre por doquier y chillidos sin sentido ni perspicacia por todas partes, relatos absurdos de apariciones tontas que ni asustan ni amedrentan, algo excesivamente explotado y alentado, en desproporción cargante, en la actualidad -y ya hace algún tiempo- pero, sinceramente, tampoco deseaba aburrirme esperando la llegada del coco, del deseado mal el cual ¡una hora se hace esperar!
La lentitud y serenidad de su comienzo, la sobriedad inicial de su andadura se convierten en su carga más pesada, lastre del chico del sexto sentido, aquí chica adolescente, pero que sigue repitiendo la misma frase "¡creo que veo muertos!", con esa pasividad espaciosa que se toma su tiempo pero que supone un observar callado, exiguo, poco absorbente, apenas inherente que no ayuda a su plácido consumo y gustoso sabor.
Nutrientes poco sentidos o motivadores que sólo alcanzan cierta fuerza y consistencia en su tramo final, aprecio de los últimos 40 minutos que no compensan ni olvidan los 60 previos pues, aunque todos estemos de acuerdo en la genialidad del desenlace de aquel sentido tan magnificado, la verdad es que los otros hermanos sensitivos, en aquella ocasión -y como ocurre en ésta-, se desganaron y aburrieron ¡como un muermo!
Misterio que se desvanece al no despertar curiosidad o anhelo por su descubrimiento, confirmada somnolencia que aquí deambula como perenne sospecha al acoso y acecho de hacerse realidad en cualquier momento, su calma, parsimonia, esquivez es de agradecer, se aplaude y admira pero necesito el sobresalto oportuno en el momento justo, temblor de cuando en cuando, pánico y horror por tandas, escalofrío y temor en abundancia a ser posible, ¡terror, maldita sea!, que es lo que busco y ¡por eso la elijo!
La ilusión primeriza, de nerviosismo expectante, resumido en sentencia nítida y contundente..., "¡la espera me está matando!", se transforma en asesinato a traición, vil y apesadumbrado, sólo 10 minutos interesantes, de adrenalina pura, no dan para tapar la falta de vigor, fuerza y movimiento el resto del tiempo, rojo sangre entre agua plácida no impacta ni impresiona ni atrapa, sólo estropea un bonito azul claro que no tiene la culpa de nada y a quien nadie pregunta.
Si la excusa es motivo pra acostarse unos con otros, sin cargo de conciencia y como acto de amistad e incondicional ayuda, no está mal la estrategia, como tragedia póstuma o presente por la cual tu cuerpo es abandonado por tu esencia y dejas de ser una persona, hay que seguir trabajando con más empeño y ahinco pues este espíritu tira del pelo, lanza objetos y camina como perro faldero devoto tras su dueña pero ¡poco más!
El Azazel de Denzel Washington tenía más gracia y encanto a la hora de molestar y perturbar a la víctima y el vecindario ya que tenía la osadía de hacerlo ¡como Dios manda!, más el permiso, la ironía y la colaboración inestimable de un apetecible diablo que aquí, apenas se intuye, palpa o dejar ver.
Insulsez en lugar de estallidos, aceleración voraz que se intercambia por anorexia sin freno no es lo ideal ya que arrastra consigo una inapetencia y despreocupación que ya puestos, ¡chica!, acuéstate con el primero que pase y ¡acaba con la tortura!, se trata de jugar al pillo-pillo, te la paso y ahora ¡eres tú el pringado!, de modo que cuántos más pringuen mejor si queremos que el encuentro sea divertido y entretenido porque, el espanto y la perversión están tan lejos que ya ¡son imposibles de alcanzar!
Muchos aciertos y esperanzas, de deseado fruto dichoso, en su expectante inicio y gracias a una anacrónica imagen de dirección lograda, buena actriz protagonista y camino futurista a atravesar con valentía sólo que..., se pierde entre devaneos apáticos que no crean perspectiva, entusiasmo ni angustia.
Certificando, de nuevo, que no soy ferviente admiradora de este tipo de relatos y género, y leyendo las favorables críticas que ensalzan y encumbran esta película como homenaje al buen cine de los 80, honestamente, ni ansiedad, ni pavor, ni angustia, ni desesperación, ni tormento..., más bien disgusto y contrariedad ya que tenía ganas de turbación, alarma, asombro..., de todo ello, y el asombro ha sido mío al visionarla sin emoción, alteración ni apenas roce.
¡No ha podido ser!, enhorabuena a los que hayan disfrutado de ella; yo me he quedado a dos velas, he estado a dos dedos, ¡otra vez será!..., me gusta pensar ingenuamente.
lou
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Wanchope

Vista por segunda vez. Estoy de acuerdo con lo dicho por Beyond y Soprano sobre que da la sensación de estar "desaprovechada", pero no necesariamente en el mal sentido. Y es que la cinta parte de un concepto tan potente que es virtualmente imposible exprimirlo en una sola película, siendo que además esas posibilidades no vistas son las que precisamente le añaden valor a través de nuestra propia imaginación.

También es cierto que va de más a menos, con una segunda mitad que no parece tener claro del todo hacia dónde va y con algún pequeño "traspiés", pero no es menos cierto que no por ello deja de ser siempre muy intrigante. Y es que como decía Lektro, el gran valor de la cinta es que sabe mantenerte todo el rato expectante y en tensión. Esto unido a una realización soberbia y una muy buena BSO permiten que podamos hacer un poco la vista gorda con sus (pocas) carencias.

Mejorable. Pero es que si no lo fuera sería perfecta, y posiblemente no nos gustaría tanto. Una vez te atrapa ya no te suelta, un filme virtualmente único, sobre todo distinto y en cualquier caso muy interesante.
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Lektro

Vista por segunda vez también por mi (que casualidad), esta vez acompañado de (bastantes) colegas y en otro ambiente donde se hacen incluso más potentes sus virtudes. Mucha tensión, muchas risas y muchos comentarios. Diversión pura al fin y al cabo.

No solo ha mejorado con el recuerdo si no que sigue funcionando perfectamente.
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Wanchope

Cita de: Lektro en 05 de Junio de 2015, 03:32:01 AM
No solo ha mejorado con el recuerdo si no que sigue funcionando perfectamente.

Como película y como recuerdo funciona muy bien, pero tiene ciertos detalles que "chirrían" un poco. La música en cualquier caso es un puntazo.
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Mad Joker

Me ha 'enamorao'. Seguramente sea la mejor o una de las mejores películas de terror (estadounidense) que se hace en muchos años, y no solo es un excelente filme de género, porque además tiene un muy refrescante aroma a buen cine. De las películas no gore con las que peor lo he pasado.
Con este aire a cine independiente que no siempre me llega, pero cuando lo hace bien que se agradece, "It follows" coge algunas de las claves de ciertos clásicos de terror de los ochenta (he leído referencias a "Halloween", pero a mi también me ha recordado algo a "Pesadilla en Elm Street") le inyecta una generosa dosis de intriga y lo diluye para aportarle una cierta dimensión etérea reflejada en la ambiguedad de lo que persigue a la protagonista, siempre referido como un 'algo', sin especificar 'qué', que te persigue por cualquier motivo no explicado. La película juega con esta circunstancia durante todo su metraje, y es uno de sus mayores encantos, algo pocas veces visto en este género que, personalmente, considero una apuesta valiente.
Tiene fallos, como algunos personajes que, sin estorbar, no se entiende muy bien qué pintan ahí, y otros de los que no llega a estar muy claro que relación tienen con la protagonista, y escenas con nudos sueltos (
Spoiler
por ejemplo, en el enfrentamiento final en la piscina, hieren a la amiga porque sí para luego olvidarse de ella
[close]
). También diría que le sobra alguno de esos planos de 360º, aunque sí que viene de perlas en momentos puntuales. Lo que no comparto es esa sensación de cuesta abajo del argumento. De acuerdo, te ponen sobre la mesa una situación que podría haber dado más juego, pero tengo la sensación de que de haber intentado tensar la cuerda demasiado dándole más complejidad a la historia, podría haber resultado contraproducente. A mi al menos me gusta cómo ha quedado en su conjunto.
Por otro lado, hay que destacar su notable aspecto técnico, con una fotografía que aprovecha constantemente la profundidad para crear auténtico terror, y una banda sonora que, joder, te pone los pelos de punta.
De cabeza a título de culto, y a convertirse en uno de mis favoritos personales de este género que, en el país que forjó casi todos sus grandes clásicos, parecía perdido entre remakes descafeinados y refritos de una misma fórmula más encaminados a hacer caja que buen cine. Un gran descubrimiento :obacion.
PD: lástima que no la pongan en ningún cine de Málaga, porque me iba hoy mismo a verla, aunque esté en época de exámenes.
8,5

Wanchope

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darth

Tampoco es para tanto, que enseguida os entra el baile de san Vito, y empezais a poner 8 y 7 como sino valieran
, lo que no deja de ser una peli simpatica, incluso a ratos divertida , la convertis en peli de culto
para verla y ya... 5/10
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alberto65

La verdad que ha logrado asustarme bastante, es una buena pelicula, la musica es espeluznante, un 7
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Turbolover1984

Lo que pudo ser un referente adolescente

Mi primer pensamiento tras ver la película ha sido "esta en mi época lo hubiese petado". Tras un breve debate por whatsapp con compis cinéfilos y echar un vistazo a los números de taquilla, ves que la trajo a España una distribuidora pequeña y no consiguió ni 180.000 euros. ¿Poca fe en ella? ¿Falta de visión de marketing? ¿Que estaba en Internet antes de que llegara (o que como siempre vino con retraso, depende como quieras mirarlo)? Puede que un poco de todo, pero me imagino a los de mi generación en plena adolescencia ir en masa a verla por poca publicidad que se le diera, el boca a boca haría el resto. Y es que un fantasma (espíritu, criatura o como quieras llamarle) que se pega / se pasa con contacto sexual, podría haber sido un exitazo.

Aunque igual no es culpa de la distribución ni del marketing. Hoy leía en El Confidencial un artículo sobre los que nacimos a mediados de los 80, esa generación en tierra de nadie, que al acabar los estudios y tras promesas de tierra prometida, se encontró de frente con la crisis y que entre otras muchas cosas (y lo que más nos importa para donde quiero llegar) fue madurando paralelamente a que lo hicieran las nuevas tecnologías, sin ser de los que les resultaban hasta hace poco ajenas, ni de la nueva generación que nació con un Iphone bajo el brazo, adoctrina youtubers y ve compulsivamente sagas rancias basadas en novelas ídem. Quizá por ello (por lo de las nuevas tecnologías) "Eliminado", estrenada también este año, si que ha tenido mejores números (más de 2 millones de €) o quizá porque la trajo la todopoderosa "Universal Pictures". ¿Es tan estúpida la generación actual como nos dicen? Pues no lo se, cada vez me veo más lejano, no la conozco, será que me voy haciendo viejo. Y toda esta especie de tesis o reflexión que no conducen realmente a ningún sitio, es para plasmar un sentimiento de pena y para algo tan superficial o marrano como reivindicar el cine de pajilleros y lo que podría haber sido, en caso de llegar a más gente, un referente para el género, para una generación.

Para algunos lo fue Halloween, para otros Pesadilla en Elm Street y de mi generación, recuerdo ser adolescente e ir al cine a ver algunas como Scream, Se lo que hicisteis..  o Destino Final. De hecho esta guarda similitudes con varias de las citadas y además le suma el tema sexual. Mi segundo pensamiento tras verla ha sido, que por los comentarios vertidos y por el público al que había entusiasmado, me la esperaba más extraña, más retorcida. Realmente, pese a su ritmo pausado, es bastante convencional, aunque por suerte (y no tiene por qué ir asociado), no es estúpida. Me ha enganchado, me ha gustado su concepto y personajes como el pagafantas nivel maestro o los planes de acabar con "el bicho", a la par de, que como ha podido comprobar el que ha llegado hasta aquí en la lectura, me ha llevado de vuelta a la adolescencia. Aún con todo ello, no llego al entusiasmo de algunos y creo, que pese a sus virtudes, podría haber sido mejor explotada.

Nota: 6'6
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kittynegri

Aquí una fan del cine de terror y puedo decir que como las películas de los 70/80 (La profecía, El exorcista, El resplandor, Carrie..) ya no quedan, pero siempre hay una excepción que cada x años viene para recordar que este género aún sigue vivo y una de estas joyas es It Follows.

Una muy grata sorpresa, un 8

darth, no me digas que no sentiste nada viendo esta película, es que ya sólo con esa música... De noche en el salón, totalmente a oscuras la casa y con el volumen casi al máximo, así es como la vimos nosotros..

darth

Cita de: kittynegri en 27 de Diciembre de 2015, 10:10:30 PM
Aquí una fan del cine de terror y puedo decir que como las películas de los 70/80 (La profecía, El exorcista, El resplandor, Carrie..) ya no quedan, pero siempre hay una excepción que cada x años viene para recordar que este género aún sigue vivo y una de estas joyas es It Follows.

Una muy grata sorpresa, un 8

darth, no me digas que no sentiste nada viendo esta película, es que ya sólo con esa música... De noche en el salón, totalmente a oscuras la casa y con el volumen casi al máximo, así es como la vimos nosotros..
Sera por la edad, pero a mi no me aterrorizo nada , igual la tenía que haber visto a medianoche, en un hospital psiquiátrico abandonado, en mitad de un páramo desolado  :D. :D.
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