Lecciones de amor (Words and Pictures)

Iniciado por lourdes lulu lou, 01 de Mayo de 2015, 05:27:47 PM

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lourdes lulu lou

Lecciones de amor (2013)



Sinopsis:
Ambientada en una escuela preparatoria de élite situada en Nueva Inglaterra, gira en torno a la "polémica" relación que entablarán un profesor de inglés y una profesora de arte. La película está protagonizada por Clive Owen como Jack Marcus, un profesor de Inglés que lucha por mantener la atención de sus alumnos. Cuando una conocida artista (Juliette Binoche) comienza a dar clases en la escuela, Jack declara una guerra a base de palabras e imágenes, enfrentando a sus estudiantes contra ella en un intento por mostrar qué medio puede tener mayor significado. De esta manera dinamizan la creatividad de sus estudiantes y los dos profesores encuentran nuevos estímulos en sus profesiones.


Crítica:
"?Por qué está mi poema en tu pizarra? Porque es bueno, es el mejor", principio del desmoronamiento voluntario/final de la acosadora mentira para un profesor amante de las palabras que no se ve capaz de escribir las suyas propias pues la inspiración nunca llamó a su puerta.
"No confien en las palabras, las palabras son mentiras, ¡son trampas!" desafío que despierta a una artista instintiva-obligada maestra de su pensar y cuya vida la pone a prueba para volver a encontrar su lectura, su arte por el mundo en imàgenes.
Arte..., creación del ser humano para expresar su visión del mundo con recursos plásticos,lingüísticos o sonoros que le permiten expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones que logren el placer estético en el receptor, un subliminal alimento de su alma, transporte exquisito, subjetivo y placentero a lugar remoto propio y exclusivo a través de su conmoción y sobrecogimiento.
"La pluma puede ser más peligrosa que la espada pero si, una imagen vale más que mil palabras, ¿quién ganaría en un duelo?", errónea guerra entre razón y pasión, intelecto e inspiración -pues ambas se necesitan desesperadamente para crear vida con palabras o seducir íntimamente con imágenes- que es utilizada como excusa para una película cuyo mayor arte y esmero son sus dos encantadores, simpáticos, atractivos personajes, perdón corrijo, los sugerentes, carismáticos y adorables actores que los interpretan y la gran química, conexión que se establece entre ambos, una deslumbrante Juliette Binoche -¡ni que fuera una novedad!- y, un menos talentoso, Clide Owen a quien perdonas por la belleza de un sentimiento de empatía y cordialidad que va emergiendo suavemente hasta crear un ambiente distendido, ligeramente penetrante, de delicado aroma y ninguna ultra-pretensión escondida en un escenario de aulas, de ambiente estudiantil, de aprendizaje e ilusión con dos profesores, a la cabeza, malogrados en sus respectivas carreras que perdieron esa motivación y andan dando tumbos y, ¡como no!, un sutil romance -más suculento flirteo-, tratado con esmero y pulcritud, sin el recurso abusivo del comodín accesible del azucarero.
John Berger escribió..., no conozco nada más triste, triste no trágico, que un animal que se ha quedado ciego. A diferencia de los humanos, al animal no le queda otro lenguaje que le describa el mundo".
No pretende descubrir verdades no dichas, enunciar secretos aún no hallados, no encontrarás estética filosofal entre sus diálogos ni maravilla trascendental entre sus sentencias pues su guión es comedido y su dirección neutra pero, es deliciosa en su aroma, irresistible en su intuido sabor, hermosa en su pretensión no alcanzada, de espíritu jovial delicioso, un volver a creer que pequeñas, sencillas y humildes historias sin afán de notoriedad -tampoco podría aunque quisiera-, pueden relajarte en tu sillón, acomodarte en tu persona, solear un día nublado y dar gracias por esa lluvia que te retiene en casa y te da pie a elegir una cinta de evolución sabida, formato clásico, ingredientes ligeros pero amena en su conjunto, bonita en su percepción, ágil en su digestión y bella en su esencia si te dejas envolver por ella.
Quererles es fácil, abrazarles gustoso, embriagarte de su esencia..., predisposición propia para degustar un arte que seguramente proviene más de tu voluntad y ganas que de su fáctica efectividad pero, si deseas creer, la historia te da opción para ello siempre que alces el pie de tus "peros" y críticas.
Cervantes dijo..., al villano, dadle el dedo y se cogerá la mano..., actualizado dice..., les das la mano y se cogen el brazo..., yo ¡siempre fui a por el brazo!, depende de si alcanzas dedo, mano o brazo disfrutarás más o menos de ella.

Nota: 6


lou
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