El lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street)

Iniciado por Wanchope, 17 de Enero de 2014, 01:00:31 AM

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Wanchope

El lobo de Wall Street
(The Wolf of Wall Street)



SINOPSIS:
Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían.


CRÍTICA: Que viene el lobito

Hace apenas una semana hablabamos de que a 'La ladrona de libros' la podríamos definir como una especie de mini-serie de pongamos ocho horas resumidas en apenas dos. Curioso, siendo una versión tan literal del original al que adapta. Esa era la sensación. Y de manera literal es como parece que adapta 'El lobo de Wall Street' las memorias de Jordan Belfort, a la que podríamos definir de una manera similar, una especie de miniserie de cuatro horas -según cuentan- cuya versión cinematográfica se redujo a tres para poder pasarla, sin anuncios, en los cines más cercanos (que no perteneciesen a Cinesa). O al menos esa es la sensación.


Corto y sencillo. Lo bueno si es breve, ¿dos veces bueno? 'El lobo de Wall Street' viene a ser lo que podríamos llamar una versión aburguesada de la OBRA MAESTRA que responde al nombre de 'Casino', obra de un director, Martin Scorsese, que actualmente muestra algunos de esos síntomas de que la edad no perdona a nadie. Puede ser aquello que llaman sugestión, pues el propio realizador es quien ha revelado sentirse cansado; o puede ser que su trabajo simplemente refleje el estado emocional de la persona que se esconde detrás del nombre. En cualquier caso tratar a 'El lobo de Wall Street' de lo que es, un trabajo "menor" (con el término "acojonado" entre comillas), dentro de la filmografía de alguien como Scorsese sigue siendo un resultado más que válido para el consumo humano, con o sin exceso de respeto o el aprecio que nos hayamos traído de casa. Porque con o sin comillas, de excesos se trata.

Porque 'El lobo de Wall Street' no es un mal filme, ni aún dejándonos llevar por un hipotético odio hacia sus responsables (como tampoco lo eran 'El aviador'o 'Al límite'). A lo largo de las tres horas que dura ofrece momentos tan notables como, por ejemplo, el intento de soborno del personaje de Kyle Chandler por parte del de DiCaprio o el intento desesperado y bajo el efecto de las drogas, por parte del propio DiCaprio, de llegar a casa a tiempo de evitar que se produzca una llamada. Momentos que de por sí justifican su visionado, tanto como de breves son los cinco minutos en pantalla de Matthew McConaughey. El problema de 'El lobo de Wall Street' no es tanto algo que podamos señalar con el dedo como la propia película en sí, un conjunto que en apariencia transmite cierta sensación de acomodamiento narrativo donde el entusiasmo de su reparto, en especial de DiCaprio (en su línea), es lo que termina proporcionando el fuelle necesario para aguantar sin poner mala cara.

Lo cierto es que 'El lobo de Wall Street' es y se hace larga, bastante, algo que pasadas las dos horas empieza a pesar de cara a un tramo final en donde el cansancio empaña lo que no deja de ser una película modélica salpicada de escenas notables, pero carente de agresividad o mala leche. Esas tres horas, excesivas como película en su actual distribución pero tal vez no tanto siendo cuatro y como mini-serie (ojo, el "complejo Watchmen" lo llaman), son la causa de lo que sería el auténtico hándicap de la cinta, un montaje obra de -quién si no- Thelma Schoonmaker al que más que energía le falta trabajo. O tal vez, simplemente tiempo. De ahí es de donde surge en gran medida la falta de chispa, de músculo, de alma, de la falta de un montaje enérgico que se queda largo como película pero, es posible, corto como mini-serie. De un filme que parece resuelto con la profesionalidad y suficiencia de los nombres que lo cobijan, pero sin la pasión de las personas que se ocultan bajo (y detrás de) ellos.

'El lobo de Wall Street' me remite a la versión televisiva que hará un par de años dirigió Todd Haynes de 'Mildred Pierce', una producción de la HBO de intachable factura técnica pero que se permitía una excesiva atención al detalle que ponía a prueba la paciencia. En aquel caso como en este no se trata, necesariamente, de una cuestión de quitar o de agilizar nada; siquiera de una cuestión de un ritmo, en verdad y en ambos casos, ajustado a sus propósitos. Se trata, sencillamente, de que 'El lobo de Wall Street' se muestra demasiado responsable a la hora de no hacer suyos los excesos de Jordan Belfort, de ser y mostrarse en apariencia demasiado formal como para que su presunta locura se proyecte y provoque más allá de la pantalla. Y así el espectáculo se forma en una cabeza que recuerda con agrado el valor de los puntos pero no una experiencia de ganarlos que indican que, en época de crisis, por desgracia, ya estamos curtidos ante el caca, culo, pis.

Nota: 6.75


Lo Mejor:
- La labor de Leonardo DiCaprio y un brevísimo Matthew McConaughey, sí, pero también de Margot Robbie y Kyle Chandler, quienes dan vida de forma muy lograda a los dos personajes que, a la postre, más humanos resultan

Lo Peor:
- Su excesiva duración, sin duda
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Yeezus

Wancho en tus críticas parece que describas a una persona más que a una película  :poss

Mañana la veré y a ver que tal, pero ojalá no salga como tú, porque menudo chasco sería..
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Wanchope

Cita de: BruceDKWayne en 17 de Enero de 2014, 01:05:04 AM
Wancho en tus críticas parece que describas a una persona más que a una película  :poss

Será por eso que luego no tengo ni puñetera idea de describir a una persona...  :risa
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Nemorise

No hay duda de que DiCaprio interpreta el papel de maravilla y es más que probable que se lleve algún premio gordo por ello... Pero la película, pese a resultarme buena, no tiene lo suficiente donde rascar como para alargarla a la extensísima duración de 3 horas.

Sencillamente, acabo de volver del cine y la duración no le ha hecho en absoluto justicia. Si durase una hora menos sería un film notable, pero ese constante redundar entre los excesos de un rico repelente con sus mujeres, sus barcos, sus helicopteros y sus coches, no da para tantas y tantas secuencias como los constantes monólogos que mantiene que dan la sensación de repetición constante.

Si la trama policial se la hubiesen currado un poco más y no hubieran añadido taaaaantísimas escenas contando lo mismo me parecería un peliculón, pero no ha sido el caso. A partir de las dos horas iba contando los minutos que faltaban para irme a dormir.

Nota: 6,4/10
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Wanchope

Las escenas en sí son buenas, el problema es la acumulación de las mismas. Eso es lo complicado, que son tres horas de buenas escenas que juntas "cansan", ofreciendo un buen filme que no se disfruta como se debería.

Iba a escribirlo y al final no lo hice por no comparar, pero para entendernos esta es el tipo de película que David Fincher te la hace en dos y se llamaría 'La red social'. Es ahí en parte en donde le veo el fallo a Scorsese, no tanto en la dirección (como siempre buena) como en el montaje, muy poco pulido.

Otra cosa es que la película fuera diseñada como un todo de cuatro horas, y al haber recortado a tres, sospecho, hace que quede algo "descompensada". Ojalá en DVD saquen la edición extendida para salir de dudas.
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Nemorise

Hostias... Pues yo no me subo al carro de las 4 horas xDDD

Excesivamente larga, es lo que tú dices. La película en un todo está bien. Si separo las escenas todas me parecen buenas, pero son muy repetitivas. Finalmente todas son: drogas, chatis y discursos sobre lo putos amos que somos.

Estas tres horas se me hicieron interminables. Entre al cine a las 23:10 y salí de allí a las 2:20... No sé si tendrá que ver con el hecho de haberla visto en gran pantalla... Pero me ha agotado ni pensar las 4 horas que quería Scorsese xD. Quizás en DVD sea otra cosa.
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Wanchope

Igual esas cuatro horas resultan mucho más equilibradas y entretenidas. Me viene a la cabeza el ejemplo de 'El reino del cielo', de Ridley Scott, cuya versión extendida, aparte de ser mejor, se hace mucho más llevadera que la versión estrenada en cines.
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Yeezus

Entré a las 16:00 . A mí me tienen hasta las 20:00 y sigo embobao.


ENAMORADO DE ESTA MARAVILLA!!  :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion
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Sullivan

Cita de: BruceDKWayne en 18 de Enero de 2014, 01:37:18 PM
Entré a las 16:00 . A mí me tienen hasta las 20:00 y sigo embobao.


ENAMORADO DE ESTA MARAVILLA!!  :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion

Venga ya Bruce....eh...venga ya joder..
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Yeezus

Cita de: Sullivan en 18 de Enero de 2014, 01:42:47 PM
Cita de: BruceDKWayne en 18 de Enero de 2014, 01:37:18 PM
Entré a las 16:00 . A mí me tienen hasta las 20:00 y sigo embobao.


ENAMORADO DE ESTA MARAVILLA!!  :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion

Venga ya Bruce....eh...venga ya joder..

:risa :risa jodido cabrón que bueno eres!  :poss
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Yeezus

#10
"Me llamo Jordan Belfort. El año que cumplí los 26 gané 49 millones de dolares, y eso me cabreó, porque sólo por 3 no llegué al millón a la semana". Esa es la frase con la que empieza bajo la adictiva "Black Skinhead" del rapero Kanye West el primer tráiler de "El Lobo de Wall Street", la quinta colaboración del veterano, que no viejo, Martin Scorsese con su actor fetiche, Leonardo DiCaprio, tras "Gangs of New York", "El Aviador", "Infiltrados" y "Shutter Island". La frase automáticamente agarra nuestra atención. Despierta en nosotros una chispa a la que no sabemos poner nombre pero que al acabar el trailer responde al nombre de hype. Parafraseando al gran Calvin Candie y remodelando para la ocasión una de sus geniales frases en Django Desencadenado, "antes tenía nuestra curiosidad, ahora tiene nuestra atención".


Y cuando nos damos cuenta estamos en la butaca sentados al inicio de la película, esperando que pasen los trailers y sobretodo que pase ese estúpido pero elegante león bajo el nombre de una compañía llamada "Stratton Oakmont", el cual resulta ser la empresa fundada por Jordan Belfort. El tren ha llegado, nos hemos montado y el viaje durará 3 horas. La sensación es que ojalá el tren hubiese tardado 7 horas en llegar a su trayecto. Desde la primera escena, con un comienzo de film in media res con la diana de dólares y una persona de estatura pequeña siendo literalmente lanzada hacia ella, sabemos que no vamos a dar ni una cabezada en este viaje. Desde ese momento, nuestro cuerpo empieza a desarrollar una enfermedad que mezcla la carcajada, el alucine y la diversión hasta llegar a un punto de absoluto tronchamiento y descontrol general en toda la sala. Pero claro, el desfase que se percibe a tu alrededor en la sala de cine no es ni la sombra de lo que perciben tus ojos.


La película puede fraccionarse en 3 partes, y aunque no es una idea muy justa eso de partir una película, aquí no está de más para que al menos su crítica sea un poco más llevadera. La primera parte la protagoniza DiCaprio pero la maneja Matthew McConaughey, y eso que sólo, y no es un spoiler, aparece 7 minutos. Lo de este hombre es absolutamente increíble. La evolución de su carrera, el cambio de rumbo que ha tomado en su profesión es algo extraordinariamente bueno pero misteriosamente interesante. ¿Quién le diría al actor texano hace 3 o 4 años que iba a estar comandando una escena de 5 minutos con el mismísimo Leonardo DiCaprio y que incluso iba a estar mejor que él? ¡Nos tomarían por locos si así lo afirmásemos!. Pues el brillante actor de Uvalde lo consigue. Mark Hanna le da toda una cátedra de como moverse en Wall Street a un joven e inexperto aunque no carente de ambición Jordan Belfort. Es absolutamente prodigioso escuchar su conversación sobre masturbarse con semejante naturalidad. Una de las incontables escenas grandiosas que tiene la película y la culpable de que salgamos del cine y no podamos olvidar a Mark Hanna y su tarareo puño en pecho.



La segunda parte es donde entra por derecho Leonardo DiCaprio. Jordan Belfort empieza siendo un cordero, de actitud muy noble, ambiciosa pero sin ningún conflicto moral o motivo de remordimiento, pero su charla con Hanna y sobretodo su primer trabajo como broker o agente de bolsa es lo que le hace sacar su auténtica personalidad, la de un lobo. Uno hambriento, con muchas ganas de engullir cuanto más comida pueda y se le antoje. La pena es que ha nacido en una jaula y no puede desatarse. Necesita libertad, y necesita un hábitat donde pueda desarrollar su método de caza. Cuando más perdido se halla, encuentra en una pequeña oficina de inocentes y torpes brokers el lugar perfecto y sobretodo el método perfecto para comenzar su cacería; las acciones a centavo. Basta con una llamada a un cliente y los pobres compañeros que lo observan no salen de su asombro ante lo que están viendo y oyendo, como si un puñado de lobos sin mordiente observasen atónitos como otro engaña a una de sus inocentes presas.


La labia de Leonardo DiCaprio encuentra en Martin Scorsese un salvoconducto por el que demostrar su valía, pero es en "El Lobo de Wall Street" donde la parla, y lo que no es la parla, del actor californiano dan con un lugar perfecto para despendolarse y ser todo lo que nunca han sido. Cuando parece que Leo no podía superarse más después de dar cara a uno de los mejores villanos de los últimos tiempos, aparece Jordan Belfort y su excéntrica y deliciosamente divertida personalidad. Sus dotes de mando, su liderazgo y su portentosa presencia en pantalla ilustran a las mil maravillas la inexistente idea para cualquier oficinista de que existe el jefe perfecto. "Me da igual lo que sean. Sólo necesito que vivan igual que yo". Eso es lo que dice Belfort de sus empleados, y para ellos, si tiene que construir una tarima flotante y hablar con un micro 4 veces a modo de orador para aullar y motivar a sus lobos, lo hace, y si tiene que armar una superfiesta semanal que incluya cabaret masculino, strippers, monos que sirvan champan, confeti y prostitutas, pues lo hace también.


Scorsese le dijo antes del rodaje que simplemente se divirtiera y lo diera todo, y DiCaprio cumple más de lo esperado, pues no sólo convence. Brilla en cada plano. Explicit Version by Leonardo DiCaprio. Jamás se había visto un DiCaprio desbocado en un avión, bailando como si fuera un breaker, hasta las cejas de drogas o arrastrado en el suelo sufriendo de parálisis cerebral (una de las mejores escenas de la historia de las películas cómicas, sin lugar a dudas). Obviando el evidente hecho de que La Academia lo lleva ignorando mucho tiempo, que le den el Oscar o no es algo que le tiene que dar igual, puesto que si no se lo lleva, su leyenda crecerá más aún a costa de la de los Académicos, aunque es inevitable que si no se lo lleva ahora, no será nunca, puesto que es una actuación prodigiosa, llena de dinamismo, teatralidad, versatilidad (brilla tanto cómica como dramáticamente, aunque en este apartado mucho menos, al igual que la película) y por supuesto talento, que le sobra un rato al bueno de Leo. El ejemplo perfecto de que se puede ser algo más cuando sólo se es una cara bonita. Un animal de la interpretación, uno de los mejores actores de su generación que regala un personaje inolvidable para la historia. Leonardo DiCaprio, haciendo de Jordan Belfort, es EL actor.


Pero no es justo, aunque podríamos seguir así líneas y líneas, alabar el trabajo de DiCaprio en solitario. Si bien el personaje de Jordan Belfort es uno de los elementos claves para que esta película no sea una más del género, esto es gracias también y en gran parte al extraordinario trabajo Jonah Hill, que firma el mejor papel que se le recuerda. Donnie Azoff, la mano derecha de Jordan para todo, es un personaje de lo más desternillante que ha podido dar el cine. Tiene un sinfín de escenas, gestos, frases y sobretodo comportamientos que rozan incluso lo obsceno que elevan a Hill a entrar en donde entró el pasado domingo; en la terna de candidatos para ganar el Oscar a Mejor Actor de Reparto. El personaje, debido a la hilarante comicidad que desprende Jonah Hill allá por donde va, le viene como anillo al dedo, pues se trata de un tipo desenfadado, que le encanta irse de farra, ponerse hasta la córnea de todo lo malo y que por supuesto es tremendamente divertido. Una actuación inolvidable que, además de encumbrarle como una de las mejores colaboraciones secundarias del año muy probablemente, engrandece aún más a su "fellow" Leonardo DiCaprio en su interpretación. Las escenas del avión, o sobretodo la de los Lemmons, son sencillamente brutales.


También hasta el legal Kyle Chandler regala una escena genial con una conversación con Jordan rodeada de indirectas e ironía en el yate donde nada es lo que parece. Todo el reparto está contagiado de la magia que emana del dúo Scorsese-DiCaprio. Es obvio que trabajar con esta realizador tiene que ser algo increíble, puesto que es uno de los gordos de este negocio aprovechando la terminología de la película. La dirección de Marty, llena de cortes para representar gráficamente en 1 segundo de lo que se está hablando, con un tutorial de planos cinematográficos como el travelling retro, el picado, el lateral o de perfil, etc, es un acierto absoluto para dar imagen a la historia, aunque donde más da en la diana Scorsese es en la forma la narración. El cómo cuenta la historia, con una triple mezcla entre la voz en off de DiCaprio, la interactuación de éste en primer plano con el espectador haciendo partícipe al mismo y las escenas sucediéndose en sí, es una genialidad que sólo Scorsese podría conseguir. Por muy bueno que sea Spielberg, ésto a él no le sale, al igual que a Scorsese no le quedaría bien el plano aberrante u holandés típico de Danny Boyle.


Y precisamente con el personaje de Chandler, el avispado agente del FBI Patrick Denham, llega la tercera parte de la película y la menos buena o espectacular, mejor dicho. Por elementos obvios del argumento, el dramatismo entra en escena y no es que no convenza, sino que el listón dejado por lo cómico es tan grande que se nos hace muy poco admirable el último tercio de película. El tren ralentiza después de llevar una velocidad crucero por motivos de poco carbón. La cinta se hace liviana, tibia y resulta un poco cargante incluso en el epílogo, pero queda en agua de borrajas porque lo presenciado durante 2 horas largas es imborrable en nuestra memoria. La vida de Jordan Belfort deja de ser tan lujuriosa y entretenida y esto afecta al entretenimiento del espectador, más incluso al que no le ha gustado lo visto en sus dos primeras partes o al que simplemente cree que es repetitiva con tanto desfase y despelote.



"El Lobo de Wall Street" es apología de lo prohibido. Dinero, prostitutas, infidelidades, estafa, fraude comercial, drogas, yates, cochazos, mansiones, aviones, orgías, etc. Una bacanal de tentaciones de 179 minutos donde no sobra ninguno de ellos, ni siquiera los de su parte dramática que bajan un poco el resultado fantástico de la cinta. Un show interpretativo escandaloso de Leonardo DiCaprio, una clase magistral de dirección de Martin Scorsese, un encuentro constante con la risa propiciada por el talento para ello de Jonah Hill, una demostración del enorme actor en el que se ha convertido Matthew McConaughey en apenas 7 minutos, una odisea de desnudos integrales y de lenguaje vulgar, y por supuesto una espectacular idea general y extendida de lo que fue la multimillonaria vida de Jordan Belfort, cuyo cameo no hace sino aumentar los rumores de que es falso eso de que no cobra ni un centavo de los ingresos de la película, a pesar de aportar la base de la misma gracias a su autobiografía. Mark Hanna aviva la llama escondida de la codicia de Jordan Belfort, y éste, a través de su libro, Scorsese, DiCaprio y la película, intenta avivarla en ti. ¿Eres un lobo? Empieza conmigo:  ujuu-um..ujuu-um..ujuum-um-um-um-ummum...










That´s what I say
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Aloysius

Cita de: BruceDKWayne en 19 de Enero de 2014, 03:57:17 AM"El Lobo de Wall Street" es apología de lo pagano. Dinero, prostitutas, infidelidades, estafa, fraude comercial, drogas, yates, cochazos, mansiones, aviones, orgías, etc. Una bacanal de lo prohibido.

Lo "pagano" no tiene nada que ver con lo que enumeras.
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Yeezus

Cita de: Aloysius en 19 de Enero de 2014, 04:07:39 AM
Cita de: BruceDKWayne en 19 de Enero de 2014, 03:57:17 AM"El Lobo de Wall Street" es apología de lo pagano. Dinero, prostitutas, infidelidades, estafa, fraude comercial, drogas, yates, cochazos, mansiones, aviones, orgías, etc. Una bacanal de lo prohibido.

Lo "pagano" no tiene nada que ver con lo que enumeras.

Ouch!, quise decir prohibido. Mea culpa. Thanks!
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Nemorise

Yo mas bien diría del exceso y de la inmoralidad.
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Michael Myers

¿Salen mucho Matthew McCounaghey y Jean Dujardin?
Quizá en esos últimos días, el amó la vida con más intensidad que nunca, no sólo su vida, la de cualquiera, mi vida.
Y lo único que quería eran las mismas respuestas que el resto de nosotros: ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuánto tiempo me queda?
(Blade Runner)
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