Tránsito

Iniciado por ÁngelNeg, 01 de Junio de 2006, 02:08:13 AM

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ÁngelNeg

Tránsito


El umbral de la perdición

Como si tener suficientes problemas que atender, en un mundo repleto de un caos que pretende ser ordenado y que aceptablemente puede presumir de lograr tal hecho, es innegable; que lo que el ser humano menos espera ante todo este derroche de obstáculos, es algo que lo complique todo, aún más.

  Nos estaremos viendo un tanto drásticos, pero finalmente, el cine como séptimo arte aparte de una actividad consistente en la proyección de imágenes en movimiento; tiene un objetivo comercial que cumplir, y para que este objetivo se vea cumplido, suele ser idóneo que lo que se ofrezca en cartelera sea una cinta atrayente que logre mantener al público, cautivo ante lo que ocurrirá frente a sus ojos.

  Algunas veces esto se logra con cintas que nos dejan pensando ante un contenido visual sugerente que prevalece horas o años después de haberla apreciado. Otras veces el cometido se satisface con cintas hechas solo para disfrutarse y pasar un buen rato. En ocasiones ambas cosas se conjugan y tenemos una cinta con futuro en muchos sentidos. Pero en ocasiones no se logra ni lo uno, ni lo otro, y aparte de hacernos forzar nuestra mente tratando de hilar ideas vagas e inconexas -que solo los guionistas entienden-, tendremos que hacernos a la idea de que hemos desperdiciado un poco de nuestro paupérrimo capital en una película que nos quitó aparte de la emoción, buena parte de nuestro tiempo.

  Tránsito (Stay, EUA-2005), es uno de esos terribles casos prometedores, en los que disfrazada de película simple, pretende hacernos creer que hay algo mucho más artístico detrás de un proyecto donde no hay mucho por aplaudir. Aquí, el psiquiatra Sam Foster (Ewan McGregor) debe ayudar al paciente Henry Letham (Ryan Gosling) quien va a suicidarse; pero alrededor de éste empiezan a suceder hechos de lo más extraños, por lo que Lila (Naomi Watts), la novia de Sam, intentará ayudarle, pues ella ya pasó por un intento de suicidio.

  Nada tiene sentido; las piezas escénicas no las arma la cinta, es el propio espectador quien tiene que hacerlo, y al inicio resulta tentadora y agradable la idea; pero al ver que la cinta se vuelve anticlimática y lenta, el intelecto también termina por rendirse pues nos damos cuenta que no hay mucho material como para exponer a lo tonto las neuronas. La cinta no tiene una sola vuelta de tuerca, sin embargo pretende crear un circulo –muy bueno por cierto-, que desgraciadamente no cierra, o si el final se considera cierre, entonces tiene el defecto de tener un muy mal cierre. Si al principio no se entiende la historia, eso no importa, porque solo basta poner atención a todos los detalles para avecinar el final.

  El director, es el alemán Marc Foster, y resulta raro que esto no se parezca para nada a dos cintas pasadas de él mismo, Descubriendo el país de Nunca Jamás (Finding Neverland, EUA-2004) y El pasado nos condena (Monster's ball, EUA-2001), cintas con un gran trabajo narrativo pero no visual, en cambio aquí lo narrativo pierde, ante imágenes invariablemente adecuadas en un trabajo de cámaras muy peculiar en cuanto a edición se refiere, puesto que el trabajo de edición pasa de una secuencia a otra sin dar cuenta de ello y sin cortar la trama de tajo, eso si, abusando para ello de los close ups.

  Es un rompecabezas que no tiene forma ni lógica durante todo el tiempo que intentamos armarlo, por lo que quizás nos podamos perder en las explicaciones. La última pieza es la que nos hace entender todo de tan de repente, pero por lo aletargado de la trama, al final ya ni interesa tanto. Las secuencias se repiten, los planos se enciman, las consideraciones de espacio y tiempo dejan de tener sentido y los hechos pasan al status de meras alucinaciones.

  Puede que la explicación de esta especie de delirio no sea lo que uno espera, y que tanto rollo psicológico complicado y onírico nos confunda al intentar ubicarnos en el umbral de muerte de los convalecientes o de los próximos  a morir, pero siempre la explicación más sencilla, resulta ser generalmente la correcta, y al estar en la puerta del umbral, no hay ya forma de perderse; o se atraviesa o no se atraviesa.

Por Ángel Negrete
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Lapla

#1
"Tránsito"...a ver cómo lo defino, experimental, visual, efectista, una fumada del señor Marc Foster, miento si digo que no me ha gustado al igual que mentiría si dijera que me ha cuadrado todo lo que sucede en la película Prefiero no hablar del tema principal ni nada por el estilo para no hacer ningún amago de spoiler, pero me ha parecido una película rara, que  basa su fuerza en la cámara y en las imágenes, tanto en los coloridos, en los flashbacks como en las difuminaciones y las colocaciones en los sitios más inhospitos para crear perspectivas diferentes a lo largo de la película.La doy un 7, no tanto por el argumento sino por las formas. Recalcar que el que busque una película similar a "Monster´s Ball" lo lleva muy crudo XD :si.
Pd : Comentar que en la sala eramos 4 personas en la sesión golfa XD y 2 no estaban muy atentos a la peli  :disimu ( no yo no era uno de ellos  :burla)
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Nolan

La acabo de ver(5 años después, y aún así no he batido el récord de llegar tarde a una cita), todavía no se realmente si me ha gustado =/

Esta muy bien trabajada en el apartado visual, y la tripleta que conforma el reparto principal se desenvuelve bien en ese maremágnum de fotogramas confusos en los que Foster sumerge a los espectadores.

Por momentos me ha recordado a "Mulholland Drive", aunque hasta la obra de Lynch terminaba teniendo al menos 1 explicación plausible, no así "Tránsito"(o al menos yo no se la he podido dar, quizás las horas tengan algo que ver xD).

Lo único que se me ocurre pensar es que directamente no haya nada, film de libre interpretación, de ahí también su "corta" duración, la paciencia humana tiene un límite, y no todos tenemos tiempo de ocio suficiente para dedicarle mucho más a algo intrascendental.
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Yeezus

Película muy perturbadora, y no sólo en su argumento malickiano, sino en su acabado visual. Tiene unos planos macabros, con momentos hasta bizarros, y luego su ADN de libre interpretación es, de tan complejo, casi infumable. Lo mejor, y no me puede la parcialidad, es Ryan Gosling, que está fantástico como chico creepy de un misticismo aterrador. Notable actuación la del actor canadiense, que es lo más reseñable de una película donde su director, Marc Forster, no se parece en nada al Marc Forster de "Guerra Mundial Z" o de "Quantum Of Solace". Es como su gemelo gótico ídolo del cine de David Lynch.

"Tránsito" es tránsito en el cine. Y ya.





That´s what I say.
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