Memorias de un zombie adolescente

Iniciado por Banacafalata, 13 de Abril de 2013, 01:08:43 PM

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Banacafalata

MEMORIAS DE UN ZOMBIE ADOLESCENTE




Título Original: Warm Bodies Director: Jonathan Levine Guión: Jonathan LevineMúsica: Marco Beltrami, Buck Sanders Fotografía: Javier Aguirresarobe Interpretes:Nicholas Hoult, Teresa Palmer, John Malkovich, Rob Corddry, Analeigh Tipton, Dave Franco, Cory Hardrict Distribuidora: eOne Fecha de Estreno: 19/04/2013


EN CONTRA

LOS ÚNICOS ZOMBIES ESTÁN DETRÁS DE LAS CÁMARAS...


Tras la interesante 50/50, Jonathan Levine se embarca en la adaptación de la novela de Isaac Marion, en la que pierde todo lo destacable que había demostrado en su anterior trabajo.

Warm Bodies es una película sin alma, carente de cualquier tensión, humor inteligente o siquiera un amor empalagoso que sirva para ponerse tierno con la pareja. Las intenciones de un remix de Romeo y Julieta en un mundo postapocalíptico, en clave de comedia y, de paso, parodiando subproductos como la saga de Stephenie Meyer, se antojaba cuanto menos atractiva e interesante, sobre todo tras ver que Levine era capaz de hacer una película sobre cáncer con un toque positivo y desdramatizado. Pero nada más lejos de la realidad. A veces se acerca tanto al producto que se intenta parodiar que, sin quererlo, se acaba pareciendo a él más que parodiarlo, y más si la comedia se resume en hacer chistes en voz en off y caras inexpresivas por parte de sus protagonistas.

Además de esto, tampoco funciona como película puramente romántica ya que la química entre la pareja es nula. Te veo, me enchocho de ti pero lo sabes porque te lo digo, porque verlo en sus caras es imposible. Y así toda la película, requiere de la voz en off para explicar los sentimientos que es incapaz de transmitir de otra forma. Para completar reparto, un cameo estirado de John Malkovich, para, de paso, dar algo de caché a la película.

Todo esto, sumado a las propias reglas internas del 'mundo zombi' que se encarga de tirar por tierra dentro de la película (no puedes presentarlos como descerebrados, lentos y cuando te viene en gana darle la vuelta a la tortilla), amén de que el maquillaje es paupérrimo y el CGI de los “huesudos” un tanto cutre. Vamos, que son zombies porque hablan (sí, hablan...) de forma lela, por lo demás son personas normales.

Así que, si no funciona como comedia, ni como romance, ni mucho menos como terror (que no es lo pretendido) no queda mucho que rescatar de un producto tan fallido como insípido, con tan sólo alguna escena más conseguida o algún chiste con algo de ingenio, como la referencia a Pretty woman. Ni siquiera en su popurrí de canciones conocidas encuentras algo a lo que aferrarte, pues se intercalan sin gracia ni sentido alguno del ritmo como para que funcionen con la imagen, son mero relleno.

Un despropósito con mejores intenciones que resultados, desde luego.


Por Dragondave

A FAVOR

SE NOS HA OLVIDADO LO QUE ES LA PARODIA


Voy a ahorrarme las presentaciones, pues ya las has hecho mi compañero. Levine debutó con la interesante (e inédita) 50/50 y había ganas de ver lo nuevo que ha hecho.

Y sí, parece que le gusta comer cerebros al bueno de Levine, porque al menos con mi compañero lo ha hecho. ¿Nos hemos vuelto locos? Hemos olvidado la auténtica esencia de la parodia, nos hemos dejado perturbar la mente por las Scary Movies y las gracietas de Friedberg y Seltzer, para creer que la parodia es una simple continuación de gags estúpidos y predecibles. Ojo, no crítico esto, porque soy el primero que goza con los primeros ZAZ, con los Monty Python o incluso con los Chanantes. Pero la parodia no es únicamente esto, la parodia es un género que debe saberse mimetizar con lo que hace, parece que nos olvidamos que películas como Scream o Mentiras Arriesgadas son estupendas parodias, pero que funcionan más allá que eso. Incluso, y volviendo a los ZAZ, ¿no era en el fondo Aterriza como puedas una película sobre catástrofes?. Y últimamente cuando nos llega alguna parece que no la queremos entender, ya pasó el año pasado con la disparatada Battleship, que alguno incluso se la tomo como película seria y no como lo que realmente era, una parodia del cine de Michael Bay, Emmerich y compañía. ¿Cómo puede pretender ir en serio una película que en su momento más épico ponía a abuelos a las armas al ritmo de AC/DC y terminaba la película con Fortunate Son?

Pues parece que Memorías de un zombie adolescente va a ser tan incomprendida como lo fue el año pasado Battleship. Entre tanto amor pansexual adolescente que ha inundado con tanta frecuencia nuestras pantallas últimamente, que si vampiros con humanas, que si hombres lobo con humanas, que si bestias con humanas, que si pokemons con humanas... (uy, esto aún no, me voy a callar que no quiero dar ideas). Al bueno de Levine no se le ha ocurrido otra que sacar del armario a esos zombies que tan de moda se han puesto de moda últimamente, ¿quieres amor entre especies? ¡Pues toma necrofilia!. Y elaborado una parodia absurda y delirante, que por supuesto, se camaleoniza con lo que cuenta. Pero es injusto tacharla de ser una película sin alma, cuando la película va bombeando más rápido que el corazón del zombie se regenera.

Y tiene mala baba en todos los sentidos, olvidémonos del pop actual, ¿que el zombie se enamora? Pues que lo haga al ritmo del "Hungry Heart" de Springsteen. Y mientras se siente desolado, que mejor que comerse los sesos del ex-novio de su amada mientras rebusca por su recuerdos. Incluso se permite el lujo de meter metachistes como el momento Pretty Woman que bien apuntaba mi compañero. Poco tiene que ver la película de Levine con las novelas de Meyer, por supuesto, la historia de amor es tierna y hasta bonita, y mucho más convincente que las de Crepúsculo, porque de lo contrario, la película estaría fallando estrepitosamente en lo que se propone, que es divertir y ridiculizar a esas modas aleladas. Pues no voy a negar que Memorías de un zombie adolescente sea una comedia algo bobalicona, pero me resulta increíblemente simpática, y muy divertida, y disfruto mucho de la mala baba que gasta. Y debo de decir, que por muy duro que mi compañero se haga ahora, ¡también se rió durante la proyección!.

Por Banacafalata
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jenamalone

Pero se rió de ella...

Monchito 4ever!
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jescri

Vaya par. Me alegro de esas notas, así no esperaré mucho de ella cuando la vea   :burla :alegre
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Wanchope

Cita de: jescri en 14 de Abril de 2013, 07:47:52 PM
Vaya par. Me alegro de esas notas, así no esperaré mucho de ella cuando la vea   :burla :alegre

No, no esperes mucho de ella... mejor.  :poss
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reporter

Heartdead (Tu novio se ha comido a tu ex)

Otro aburrido día en la aburrida vida de un zombie. A pesar de que no necesite dormir, se ha tumbado unas cuantas horas para dar un poco de reposo a sus cada vez más atrofiados músculos. Ahora parece que las extremidades responden mejor... de hecho responden todo lo bien que pueden responder dado su preocupante estado de putrefacción crónica. Antes de salir del montón de escombros al que llama hogar, el gul se entrega durante unos instantes al reconfortante nihilismo (vivo o muerto, lo importante es que sigue siendo adolescente... esto no se lo quita nadie). Los dientes los tiene un poco más amarillos que ayer, pero de momento aguantan en firme y perfecta alineación, de una de las dos orejas empieza a emanar un olor insoportable, pero ambas siguen estando operativas... y lo más importante, presentables. Con el pelo sí que parece que no hay remedio, pero quizás con un nuevo peinado todo quede mínimamente arreglado. Una última mirada al espejo y todo listo para salir a la caza.

Hay gusa, los intestinos no escatiman esfuerzos a la hora de recordarlo. El joven zombie se une a la manada y emprende, torpemente, otra penosa marcha hacia la ciudad, cuyas calles esconden su alimento favorito: jugosa, tiernas y fresca carne humana. Cuando más jovencita sea la presa, mejor. Unos días después de comenzar a andar, el grupo de zombies llega por fin al buffet libre. A partir de ahí, toca afinar el olfato. Nada por aquí... nada por ahí... pero un poco más allá parece que se mueve algo. Efectivamente. Cuando el hambre empezaba a ser insoportable, aparece, como de la nada, un grupito de jóvenes humanos armados hasta los dientes pero con el concepto ''inexperiencia en el campo de batalla'' tatuado a fuego lento en la frente. Al ataque. La carnicería se salda en muchas bajas en ambos bandos, en miembros diseccionados y en apetitos saciados. Los supervivientes vuelven a sus respectivos hogares contentos u horrorizados. Nuestro joven zombie lo hace sintiendo como en su estómago, aparte de unos cuantos dedos a medio digerir, revolotean mariposas, y su corazoncito, por fin, ha dado señales de vida.

Los no-muertos son unos cabrones de mucho cuidado, a la mínima que te despistas te han dejado, a base de mordiscos, como un coladero... y unos pasos más cerca de unirte a su equipo. Pero también se enamoran. O al menos esto afirma la novela de Isaac Marion, adaptada a la gran pantalla por Jonathan Levine, nuevo talento del indie norteamericano que, para variar, ha tenido que esperar a firmar un título mínimamente convencional para que aquí supiéramos de su existencia. 'Memorias de un zombie adolescente', traducción ''molona'' marca de la casa -y van...- de 'Warm Bodies' (en cristiano ''cuerpos calientes'') nos habla, como reza el original, de la temperatura corporal, pero, sobre todo, de cómo ésta varía -sin importar demasiado las constantes vitales- cuando entran otros cuerpos en la ecuación. La carne, lo sabemos todos, es débil, y aunque ésta se halle literalmente criando malvas, esto no tiene por qué significar que sea ajena a los sentimientos más primarios y, por ello, los más puros.


Mucho menos cuando vivimos en una época en la que el bombazo taquillero en la franja de edad a la que va dirigido el producto viene servido por el tonto -burrísimo en realidad- enamoramiento entre criaturas fantásticas. Cójase el cuerpo de un vampiro y/o el de un hombre lobo, insértese en él el cerebro y sistema hormonal de un quinceañero y el éxito está más que garantizado. ¿Cómo no iban a sumarse los zombies (que afortunadamente están en todas) a la fiesta? 'Memorias de un zombie adolescente' da buena fe de ello y la verdad es que asusta, y mucho, el que, para entrar en juerga de la box office, muestre las mismas credenciales que la infumable saga creada por Stephenie Meyer. Esto es, un par de caritas guapas (el posible talento que venga después, es un mero bonus) que, para mayor mal rollo, parecen haber sido elegidas, sobre todo en el caso de ella, pensando en repetir la experiencia Pattinson & Stewart.

Cuando la cinta de Levine intenta ir a rebufo de tan malo ejemplo es, por supuesto, cuando más insufrible se hace. Porqué se intuye en ella la misma empalagosidad, el mismo toque mojigato y la misma actividad neuronal, es decir, la de un zombie, es decir, ninguna en absoluto. Pero resulta que, y esto es algo que celebrar, los muertos-vivientes de esta aventura dan muchas señales de vida, y su encefalograma para nada es plano. Da fe de ello el propio protagonista, suerte de evolución simpática del 'Otto' de Bruce La Bruce, autor que, con su díptico dedicado al subgénero (en el que también encontramos a la todavía más irreverente y sin duda mucho más pornográfica 'L.A. Zombie') ya predicó sobre la sensibilidad (?) zombie. Tenemos pues a un jovenzuelo que podría verse, siempre a través de ojos poco entendidos, como otra víctima de la moda emo (que por cierto ya tarda en morir, nunca mejor dicho). Un chaval paliducho con dudas existenciales que comparte, a base de monólogos, sus inquietudes con el espectador. Problemas que, barreras biológicas aparte, no distan para nada de los de cualquier niñato al que le lata el corazón.

El cine de zombies se reivindica pues su naturaleza todoterreno hasta en las circunstancias más adversas. Cuando parece que el romanticismo más bobalicón va a, una vez más, monopolizar la acción, el espíritu Romero -y que no se enfaden los fanáticos- pide también protagonismo para hacer de la más que posible catástrofe, una entretenida (pero algo endeble en el aspecto técnico, cuyo pobre balance en este aspecto se ve reflejado en unos efectos especiales que recuerdan en exceso al famoso videoclip de ''Bones'', de The Killers, dirigido por Tim Burton... y que cumplirá ya seis años) cinta apocalíptica que desde un futuro próximo y desde la fantasía nos habla, como dictan los cánones del buen manual zombie, sobre la realidad. Las causas de la plaga de monstruos es debida al ''hambre de hoy'', aterradora metáfora sobre una ambición epidémica y devastadora que consume -hasta los huesos- por dentro y cuya única cura parece encontrarse en un amor al que no debe ser olvidado.

Nota: 5,4 / 10
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Wanchope

Con R d regular. Una buena idea pero con un desarrollo bastante pobre, amén de que resulta poco creíble -dentro de la narrativa cinematográfica- y sobre todo muy chapucera en cuanto a los detalles se refiere. A ratos más o menos simpatiquilla, pero lo es más por sus intenciones que por sus resultados. Muy muy desaprovechada, y en el fondo también demasiado estúpida.
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Turbolover1984

Romeo y Julieta post-apocalíptico zombie

Jonathan Levine (director del que tengo pendiente ver hace tiempo The Wackness) ya nos sorprendió gratamente con 50/50, que tocaba un tema tan complicado como el cáncer con frescura, ingenio y sentido del humor. En esta ocasión adapta una novela (que no me he leído, por lo que no entraremos en comparaciones) para ofrecernos una comedia romántica en clave zombie, una especie de Romeo y Julieta (sus protagonistas de hecho se llaman R y Julie) post-apocalíptica.

A pocas películas del género que se haya visto, ya se sabe que los zombies se alimentan de cerebros, que para librarte de ellos hay que disparar certeramente al suyo, el cual se presupone que está ya seco y en una situación de no retorno que hace necesario por mucho que te duela, matar incluso a tus seres cercanos, con el pensamiento de que ya no queda dentro nada de lo que fueron y que se han convertido en simples autómatas come cerebros. Pero ¿y si esto último no fuera cierto? ¿Y si los zombies, más allá de su apetito irrefrenable, por dentro fueran conscientes de su triste existencia y reflexionaran filosóficamente sobre ella? Este es el interesante punto de partida de la cinta, con además ingeniosos monólogos del protagonista (Nicholas Hoult) a modo de voz en off. Por su parte y como es también típico del género (y lógico en una situación así), los humanos supervivientes realizan expediciones en busca de alimentos y medicinas entre otras cosas. En una de tantas, él y Teresa Palmer se encuentran y el susodicho, en vez de sentir ganas de comérsela, le sale el instinto protector, naciendo poco a poco una relación entre ambos, que cambiará sus vidas y las del resto de la humanidad.

La mezcla de romance, comedia y toques fantásticos (con alguna escena de acción potente incluida) es muy buena, aderezado además con una magnífica BSO tanto en sus composiciones originales como cuando tiran de grandes temas pop y rock más o menos famosos de forma más que acertada en muchas escenas y elevándolas más si cabe. Pese a la más que agradable sorpresa, sus buenas actuaciones y todos sus méritos destacados, me quedo con la sensación de que pudo ser más aprovechada y que tanto su interesante temática como sus reflexiones daban para más que el centrarse en el amor adolescente y su blando final. Además, aunque una del reparto secundario haga mención a ello como si por ello ya cobrara sentido, no acaba de ser creíble que alguien se enamore del muerto viviente que se acaba de comer a su novio, porque por más que el personaje lo poco que sale en pantalla sea odiable, se supone que era su pareja y no su peor enemigo. Pero se agradece algo de frescura tanto en géneros tan trillados como en el cine en general y sin duda, habrá que continuar siguiendo los trabajos de este director.

Nota: 6'5
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Sacri94

Decepcionante, y eso que solamente esperaba una película que me hiciera reír y pasar el rato. No funciona como comedia pues lo máximo que ha conseguido sacar de mi han sido un par de sonrisas, pero es que su romance, que es hacia donde más tira el director, tampoco me ha llegado. Debe ser complicado hacer una cinta como esta, que se basa en la relación entre un zombie y una humana, pero ese intento de humanizar a los zombies es excesivamente ridículo por momentos y no me convence para nada. Es original, al menos en parte y es que no se puede decir que, hasta la fecha, se haya hecho otra cinta en la que el protagonista sea un zombie enamorado. Un zombie (muy bien interpretado por Nicholas Hoult, también hay que decirlo) al que podemos escuchar reflexionar consigo mismo, dejándonos momentos curiosos durante la primera parte del metraje. Pero a pesar de esto, al final la historia es algo que ya hemos visto miles de veces en otros romances. La típica historia de dos personas que provienen de mundos totalmente distintos, mantienen un contacto visual y uno de los dos se enamora, mientras que el otro (o la otra en este caso) no le corresponde. Y lo peor de todo esto es que se cree diferente. Por suerte lo compensa no tomándose nada en serio a sí misma, hasta que llega el final.

El final no podía ser más desacertado. Se me ocurren unos cuantos finales mucho mejores que este, mucho menos convencionales y que realmente hubiesen hecho que fuera una película distinta al resto de comedias románticas. Pero no. Es la gota que colma el vaso lleno de desperdicio, es lo que acaba de desaprovechar una historia con potencial para ser mucho más de lo que al final ha acabado siendo, que es lo que más me jode.

Spoiler
Lo grande que hubiera sido que, después de convertirse en humano (todo el rollo de que los zombies se convierten en humanos por el amor es demasiado edulcorado, solo me faltaba vomitar arcoiris y cagar unicornios de colores) y de que Malkovich le disparara, R se muriera. Hubiera sido un final enorme.
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De lo poco destacable que hay, más allá de Hoult y de lo novedoso de la propuesta, es la banda sonora: Hungry Heart de Bruce Springsteen y Midnight City de M83. Solo con eso ya he dicho suficiente. Lo que más me ha gustado de todo, sin duda.

Le doy un 4, y no le doy menos por la escena del maquillaje y la canción que suena. Da rabia ver una historia tan desaprovechada. Para dar de comer aparte es el que eligió a John Malkovich para el papel del padre de Teressa Palmer. No sé cuanto habrá cobrado por rodar tres o cuatro escenas contadas, pero es un personaje en el que si pones a cualquier otro actor, la cosa no cambiaría en absoluto.

"Puedo estar horas comiendo una perita."
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jescri

Pues esperaba notas mucho peores, me alegra que tengáis sentido del humor. Digo esto porque sólo con humor puede tomarse uno esta película. Es un producto claramente a rebufo de los vampiros y cuyo resultado se nota algo desesperado.

No se puede negar que la película es divertida en esos momentos ridículos (ya sean buscados o no) que encontramos muy a menudo. Pero ni el drama ni el romance están a la altura de una historia decente, y mucho menos creíble. La actuación de Nicholas Hoult deja bastante que desear, aunque su voz en off hace que al menos se torne en un personaje simpático. Por contra, Teresa Palmer demuestra desenvolverse como pez en el agua hasta en el rol más surrealista. Esta chica tiene futuro.

Tampoco se puede destacar la labor de su guionista y director, Jonathan Levine, pues lo que podía haber sido una vuelta de tuerca respecto a la evolución del género zombi, se ha quedado en una película del montón, del montón de las malas.

Por lo demás, buena banda sonora y unos villanos a los que...

Spoiler


no hay que tener miedo, pues no matan a nadie   :-[
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Y dicho y redicho... Un 5!   :alegre
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