La suerte en tus manos

Iniciado por reporter, 22 de Junio de 2012, 02:09:16 AM

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La suerte en tus manos


SINOPSIS: Uriel (Jorge Drexler) es una de esas personas que tropieza dos veces con la misma piedra. Divorciado y padre de dos hijos, Uriel trabaja en la empresa heredada de su familia y no está demasiado contento con su vida. Un día, gracias al póquer —un juego que, con sus reglas claras, lo conecta con sus deseos— se reencuentra con su novia de juventud, Gloria (Valeria Bertuccelli), quien, recién llegada de Francia, se recupera de una reciente ruptura sentimental. Enamorado, renovado y con la filosofía del póquer como guía, Uriel entiende que está ahora ante sus mejores cartas y que volver a intentarlo es un imperativo vital. Una divertida comedia romántica donde el amor y el azar avanzan en una misma dirección, la felicidad.

CRÍTICA: La insoportable irreversibilidad de la vasectomía

En la desternillante e injustamente olvidada 'Cita a ciegas', de Blake Edwards, cuando David, el psicótico ex novio de Kim Basinger anunciaba emocionado a su padre su intención de tener hijos después de contraer matrimonio con la mujer de sus sueños, el amargado progenitor dio inmediatamente con el regalo de boda ideal: una vasectomía. Aquel veterano juez encarnado por William Daniels estaba hasta el gorro del lunático de su hijo (de hecho, estaba hasta el gorro de todo), y por ello estaba convencido de que su estirpe quizás ya había provocado suficiente mal en este planeta. Para ello, nada mejor que una rápida, precisa y segura (aunque esto último no debía figurar entre sus prioridades) intervención quirúrgica que impediría el progreso biológico de lo que él veía como la mismísima semilla del diablo.

'La suerte en tus manos', último trabajo de Daniel Burman, arranca haciendo referencia a dicha operación. El protagonista de la historia acude a la consulta de su médico de cabecera para que éste le dé su opinión (aunque en realidad lo que busca es obtener más bien una aprobación) sobre la presunta solución a sus problemas, que no es otra que, obviamente, una vasectomía. Uriel, padre divorciado de dos chiquillos, jefe de una empresa del mundo de las finanzas (camuflada "sutilmente" como agencia de viajes) y jugador de poker a tiempo parcial, siente un pánico tremendo a enfrentarse al hecho de volver a ser padre. ¿Acaso tiene una nueva pareja que le exige imperiosamente tener pequeños vástagos simplemente por aquella repugnante obligación autoimpuesta que es el "pasar al siguiente nivel"?

Ni mucho menos, de hecho, hace tiempo que Uriel rinde tributo a los gustazos de la vida del solterón. Aunque se intuya (puede tener mucho que ver el pánico del hombre moderno al compromiso), la respuesta no queda clara, lo cual le allana el terreno a un autor que, a pesar de las diferencias siderales existentes, es conocido por muchos como el "Woody Allen argentino". Más le gustaría a Burman, pero al mismo tiempo la comparativa no anda excesivamente lejos del acierto, al estar este cineasta especializado en personajes / situaciones que fácilmente recuerdan a lo habitualmente tratado por el genio neoyorquino. Así, no debe sorprender el que (más allá de los apuntes judíos casi de rigor) en sus historias abunden personajes acomplejados y cargados de dudas más o menos existenciales. Tampoco choca que en dichas tramas los vínculos humanos surgidos de relaciones sentimentales o familiares (la mayoría de ellas lejos de poder considerarse exitosas en un sentido tradicional), jueguen un papel fundamental en su desarrollo.


'La suerte en tus manos' no marca la excepción en esta tendencia, con lo que, para bien o para mal, en ella están todos los signos que identifican el sello Burman. Empezando por los aspectos negativos, sobresale esta manía tan suya de no querer tener en su haber ningún trabajo que pueda considerarse "redondo". En este aspecto, el caso que ahora nos atañe viene marcado por la también manía que tienen tantos autores de querer cubrir demasiados frentes, la mayoría de los cuales se antojan excesivamente banales (por no emplear el concepto "relleno"), y que por lo tanto no son más que piedras que entorpecen la buena circulación por el camino que supuestamente debería tener Burman en mente. Siguiendo con el apartado de tropiezos, y entrando ya en los peligrosos terrenos del instinto, viendo 'La suerte en tus manos', sobretodo su recta final, (en la que la narración pierde solidez a una velocidad alarmante), se intuye que el paciente debió someterse a varias amputaciones en la sala de montaje.

Tampoco ayuda a la causa el que Burman decida ponerse en momentos puntuales excesivamente acaramelado (por ejemplo, hay más azúcar en la piscina de bolas en la que los dos tortolitos muestran su amor, que en toda la fábrica de Willy Wonka), yendo así en contra de su tan característica causticidad. Afortunadamente, en esta endulzada relación entre el protagonista principal y un antiguo amor de juventud encontramos uno de los mayores -quizás por inesperado- logros del filme. Una noticia poco anticipada porque responde a aquella propuesta tan conflictiva y a menudo madre de demasiadas hostilidades, como lo es el que una estrella del espectáculo decida jugársela en otro sector en el que aparentemente no pinta nada.

En este tipo de transfusión de talento, son especialmente peliagudos los casos en los que a la vedette de turno del mundo de la música le da por jugar a ser actor (no hay más que recordar los flirteos con el celuloide de Madonna o Rihanna, por citar algún crimen). Ni falta hace decir que éste es uno de los escenarios predilectos para los más agoreros. Al fin y al cabo, y por ponernos en situación, ¿qué futuro tiene en el poker un mediocre chupatintas de las finanzas? Volviendo al tema de estudio, ¿qué puede esperarse como actor de un cantautor como Jorge Drexler? A juzgar por sus últimos trabajos, puede esperarse algo mucho más bueno que lo que ha mostrado como músico (si se permite la puñalada de este profano en lo referente a lo que se cuece en la industria musical). Y así es, pues -quién iba a decirlo- Drexler parece que lleve años dedicándose a la actuación. Su interpretación de este consumado farolero, sin ser ninguna maravilla, sí que hace gala de una naturalidad y un encanto capaces de llevar todo el peso de la película, y que, como se ha dicho, eran impensables en un novato que sabía que antes de que pisara el plató, ya estaría rodeado por cuchillos afiladísimos, dispuestos a clavarse en lo más hondo de su orgullo.

El talento más contrastado de Valeria Bertuccelli o Norma Aleandro (divertida en su papel de madre pedante y egocéntrica) ayuda a configurar un reparto solvente que da vida al texto de Burman, siempre cabalísticamente denso pero al mismo tiempo con conciencia de que el público acude a ver su película también por el mero hecho de entretenerse. 'La suerte en tus manos', a pesar de ser más irregular que las apuestas de un jugador de poker que deposita todas sus esperanzas en el taquicárdico river, es un film que a fin de cuentas sabe jugar sus cartas lo suficientemente bien como para no quedarse sin fichas a las primeras de cambio, e incluso llegar al final del tornero con una renta que al menos alcance para pagar primero los cócteles consumidos y posteriormente el taxi para llegar a tiempo al evento que dará sentido al caos que lo inundaba todo, y que de paso recordará a los todavía indecisos que, por suerte, y con el paso del tiempo, la vasectomía puede ser un proceso reversible.

Nota: 5,4 / 10
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