Premonición (Afterwards)

Iniciado por Wanchope, 24 de Noviembre de 2011, 03:59:30 PM

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Wanchope

Premonición
(Afterwards)



SINOPSIS:
A los ocho años, Nathan (DURIS) tuvo una experiencia cercana a la muerte intentando salvar a una niña. Una vez declarado muerto, inexplicablemente volvió a la vida. Veinte años después, Nathan es un abogado brillante en Nueva York, herido tras un doloroso divorcio, que se refugia en su trabajo, lejos de su ex mujer Claire (LILLY) y la hija de ambos. Es en este momento cuando un misterioso doctor entra en su vida. El Doctor Kay (MALKOVICH) dice que puede prever cuando algunas personas van a morir. Con los pilares de su vida desmoronados por la revelación de Kay, Nathan descubre el motivo de su misteriosa vuelta a la vida.


CRÍTICA: Veo, veo... ¿qué veo?

¿Cuántas veces le preguntamos a un amigo que ha ido al cine si merece la pena acercarse a una sala profesional por culpa de aquello que ha visto... en lugar de, simplemente, si le ha parecido buena, mala, mejor o peor? ¿o incluso habiendo respondido previamente ya a esto último? En un mundo donde a pesar de la crisis, tecnócratas sacados del Monopoly, Zapatero y demás bocachanclas de telenovela las 32'' amateur casi alcanzan para ser el estándar en los salones de los españoles tanto por derecho como por adopción, y donde además la piratería es una perra que no deja hueso sin roer, esta pregunta resulta mucho más relevante si cabe. Y ante esta pregunta esta 'Premonición', que nos llega con dos años de retraso por cierto... si es que importa, intenta responder con la gran pantalla... aunque sus esfuerzos no son capaces de sobresalir de la pequeña.


Puede que no sea muy ético dada la cortesía de la mano que nos da de comer el aconsejar aunque sea de manera sutil la abstención como la opción más recomendable ante la proyección de una película cualquiera. Porque una cosa es que desde el siempre humilde punto de vista de un cualquiera se diga que una cualquiera es mala y ceder la responsabilidad de la elección al lector y potencial consumidor... y otra muy distinta es asumir dicha responsabilidad por más que estas mismas palabras no tengan por qué alcanzar apenas más allá de la esquina. 'Premonición' pretende ser una película, intenta ser una película y parece una película. Pero ya sea por partes, a ratos o en suma no es capaz de quitarse de encima cierto halo a telefilme, a película de andar por casa a la que una experiencia cinematográfica se le queda grande.

¿Significa eso que 'Premonición' es una mala película? No necesariamente, no al menos de forma irremisible, y aún a pesar de su pretenciosidad, de su convicción por creerse que está dando forma a un drama de proporciones bíblicas que llega incluso a molestar por cuanto su credibilidad como tal resulta a todas luces insuficiente, ejemplo claro de una producción a la que algo más de humildad y menos trascendencia insípida le hubiera venido de maravilla para mirar al suelo en vez de a la luz que le ciega; eso, y ya de paso también un buen repaso a un guión se antoja algo inconsistente a la hora de sacarle punta a las notas al pie de página. Pero si asumimos de inicio su condición de telefilme con cierto aroma a déjà vu podemos hablar de un producción que al menos presenta una puesta en escena decente y un reparto resultón, y que bien puede merecer un poquito más que servir de simple relleno en una programación de obligado cumplimiento durante 24 horas al día, 7 días a la semana y 365 días al año.

Más que cualquier otra cosa 'Premonición' es un filme fallido que, a diferencia de ese 'Premonición' de Sam Raimi tal vez igualmente insuficiente pero al menos consciente de sí mismo, ambiciona terrenos a los que ni sabe llegar ni demuestra aptitudes para alcanzar, algo evidente por ejemplo en un tramo final dilatado en exceso al que le cuesta llegar adonde pretende llegar, no necesariamente predecible pero que deja demasiado margen para que el espectador lo convierta en predecible. Porque su descarado e insistente intento por acosar los resortes más sensibleros de sus posibilidades se convierte en un continuo y desesperado ejercicio de subrayado en el que a las emociones no se las deja libertad para aflorar, crecer y desarrollarse, más bien se imponen y se recalcan, y se hace con tanto empeño fullero que el realizador Gilles Bourdos se pasa de frenada y convierte el más en menos, la emoción en algo aburrido, una historia con alguna posibilidad de supervivencia en la sombra de su ambición.

Nota: 4.0


Lo Mejor:
- Su elegancia formal

Lo Peor:
- Su pretenciosidad
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Turbolover1984

Nathan (Romain Duris en su versión adulta) es atropellado de pequeño cuando sale corriendo a la carretera para avisar de que Claire (Evangeline Lilly en su versión adulta) está en peligro. Que sufre una experiencia cercana a la muerte es un eufemismo dado que dudo que los sesos no le salieran volando. Pero bueno, aceptamos el que se pueda haber salvado..

Saltamos unas décadas en el tiempo donde ya están hasta divorciados, momento en el cual se le acerca el personaje de John Malkovich para advertirle, no sabe muy bien de qué ni él ni el espectador en un principio. Este se le acerca a priori a mostrarle que puede ver en la gente cuando va a morir, que se acerca a ellos para que vayan en paz a ese fatídico momento y le enseña pruebas para que se lo crea.

La cinta resulta un pretencioso y por momentos pedante, ejercicicio de reflexión sobre la muerte. Con unos aires exagerados que se da a si misma de misterio y profundidad con sus personajes y diálogos susurrantes, con esos planos eternos con música que intenta acrecentar la sensación y con flashbacks que recuerdan a esos momentos de El árbol de la vida en plan "que bonita es la vida en familia mientras caminamos porla naturaleza".

Hay algunas secuencias que da la sensación que estás viendo la saga Destino Final, si a esta le pusieran unas gafas de pasta. La verdad es que se hace bastante tostón y pese a que no es mala, tampoco tiene nada a resaltar. A parte de intentar ser profunda y reflexionar con tildes religiosas y filosóficas sobre la muerte también pretende emocionar y no consigue nada de ello. Ni con la historia principal ni con alguna secundaria como el chaval con cáncer que tampoco es una parte necesaria.

Y el final no está mal aunque es bastante predecible y no causa el impacto deseado en el espectador, si es que además para ese momento no se está echando ya una cabezadita. Un 4
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