El árbol de la vida (The tree of life)

Iniciado por princesadelguisante, 09 de Septiembre de 2011, 10:33:36 PM

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Sullivan

Yo probablemente la vea mañana, aunque me jode no tener tiempo para ver otra de este director antes, y eso que las tengo todas bajadas.....  :deses
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Banacafalata

No es cine, va mucho más allá de eso

Llevo desde ayer que vi El árbol de la vida intentando escribir algo sobre ella, la verdad es que me cuesta, sigo fascinado por sus imágenes sin saber muy bien como asimilarla, pocas veces me he visto tan apabullado por una película como para quedarme sin ningún tipo de expresión. Aunque ¿Es justo decir que El árbol de la vida es una película? Creo que no, más que como una película habría que calificarla como una experiencia.

No voy a repetir el término "cineasta singular", que hemos oído hasta en la sopa desde que la película se alzase con la palma de oro en el festival de Cannes, como referencia a su director Terrence Malick. No es que el término no sea certero, que en parte si lo es, pero creo que Malick cada vez es un poco menos cineasta y cada vez es más filósofo, más poeta, más pintor... y definitivamente con El árbol de la vida llega al súmmum de su carrera, dejando de lado todo tipo de narrativa tradicional con un proyecto quizá algo ególatra y megalómano, nadie puede decir lo contrario, pero lo hace de una forma que atrapa al espectador dentro de sus fueros.

Es cierto que la carrera de Malick es muy breve, pero es impresionante, ya desde su primera película: Malas Tierras, mostró una necesidad impetuosa de salir hacia la naturaleza, algo que sería una constante en su cine, desde la paja de Lejos Del Cielo, a ese pájaro moribundo por culpa de la metralla en La Delgada Línea Roja y por supuesto aquellos bosques de la América de El Nuevo Mundo. Aquí eso se magnífica y va un paso más allá, con una sensacional secuencia en la que Malick busca recrear todo el origen del universo, para hacer que el espectador se dé cuenta de la nimiedad que puede suponer algo como la muerte, y lo hace pasando por unos dinosaurios en los que un simple gesto deja claro en el espectador que en tantísimo tiempo entre medias pocas cosas han cambiado y lo hace a través de los ojos de un chaval que creció a mediados de los cincuenta en plena época Eisenhower.

Quizá más que nunca, en esta ocasión, Malick reniega de cualquier tipo de narración continua y relega los diálogos a un segundo plano, a Malick lo que le interesa como nos tiene acostumbrados es acercarnos a los miedos y preguntas de sus protagonistas, aquí en la piel de un niño que ya adulto sigue deambulando perdido, y lo hace a través de una voz en off que se funde por el camino con imágenes maravillosas, la fantástica banda sonora que compone Alexandre Desplat y una exquisita selección de música clásica.



Se le puede acusar a Malick de pretencioso, no faltaría razón, ¿Quién puede intentar explicar el significado de la vida? pero dentro de toda su pretenciosidad consigue hacer que su visión funcione en el espectador y aunque enfrente brutalmente la teoría del evolucionismo, con la impresionante y fuerte presencia de Dios durante el centro de la película, llega a hacer incluso de profeta y que durante el visionado el ateo vuelva a hacerse preguntas sobre la existencia de Dios.

Y luego está su final, este tercer acto que tiene lugar en esa onírica playa, sinceramente debo de decir que algo que aún no acabo de entender, y a su vez le encuentro muchísimos significados distintos pero me parecen todos tan estúpidos como lo que ando escribiendo aquí. Pero no puedo descartar que en cierta forma no fuera eso lo que Malick pretendía y veinticuatro horas después de haber visionado la película mi mente sigue deambulando por esa playa a la que van a parar todas las preguntas que surgen durante el visionado de la película.

¿Es El árbol de la vida una buena película? Y quién soy yo para decirlo, quién soy yo para calificarla si quiera de película, es una maravillosa experiencia metafísica a la que volveré muchas veces por pura necesidad, es un proyecto megalómano pero que consigue meterse dentro de ti y hacer que te preguntes sobre tu propia existencia. No, no es cine, y muchos saldrán despavoridos de lo que verán como un horror, y no me parecerá en absoluto extraño, es más, lo entenderé, porque quién vaya esperando una película convencional y no vaya con la mente abierta será imposible que la pueda disfrutar. Y como ya he dicho antes, todo esto no son más que una sarta de estupideces que seguramente no tendrán mayor validez que cualquier otra opinión existente de esta película, porque en cada ojo y en cada mente se proyectará una película bien distinta.

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Turbolover1984

El otro día creo que Vigalondo en su twitter decía que es el Enter the Void de los padres. Servidor va el jueves si no pasa nada a verla, ganacas de ello
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reporter

Creo q la tnia pndiente:

La vida es un milagro

'El árbol de la vida', era sin duda la película más esperada de este año la Croisette. Su autor, uno de los directores más escurridizos de la historia del cine, que por supuesto, ni estaba... ni se le esperaba en Cannes. Terrence Malick, de quien se ha llegado a decir que directamente no existe, y que no es más que un nombre listo para ser usado por la omnipotente industria para, de algún modo, promocionar películas que se amolden a ciertas características. Como era de esperar, no hizo acto de presencia, lo cual no es que fuera precisamente la mejor carta de presentación de cara a ganarse el favor del Jurado... pero de ser cierto lo que cuentan de él -nunca se sabe- los premios no han figurado nunca en la lista de prioridades del cineasta detrás de joyas como 'Días del cielo' o 'La delgada línea roja', lo cual por otra parte ayuda a entender su forma de hacer películas.

Casi mejor que no tenga en cuenta los reconocimientos académicos, porque, aunque después hubiera contraataque en forma de caluroso aplauso, lo cierto es que en el día de su presentación en sociedad, el Grand Théâtre Lumière registró los abucheos más sonoros en lo que se llevaba de festival (tan virulentos, que los críticos más furiosos empezaron a expresar su descontento antes incluso de que se mostraran en pantalla los títulos de crédito finales). Se estableció pues un tenso enfrentamiento gutural entre los detractores y defensores de la cinta en cuestión. Si me preguntan, no me lo pensé dos veces a la hora de situarme en el segundo grupo... y pónganme en primera línea, pues después de casi dos horas y media, salí de la sala con el convencimiento de que acababa de ver una grandísima película, y eso que tocaba luchar con el siempre peligroso efecto del hype.

Largo tiempo llevaba anunciado este proyecto, y largo tiempo llevaba buena parte del sector especulando con el poco futuro que le aguardaba. Mientras, algunos preferimos encender a baja intensidad el fuego de nuestras esperanzas. Esperanzas puestas en que uno de los autores más singulares que ha dado jamás el cine americano, volviera a sorprendernos una vez más. Con el lanzamiento del tráiler, hay quien dijo que había en aquellos escasos dos minutos de avance, mucho más cine del que se había visto a lo largo de todo el año 2010. Una apreciación desgraciadamente bastante correcta. Se multiplicaban las buenas vibraciones ante un proyecto que seguía envuelto en el misterio... y que quizás por ello suscitaba todavía más interés. Ya se sabe que cuando se acude a una proyección con muchas expectativas, se suele salir decepcionado. Pues ni con estas. No hay lugar para desilusión. No con Terrence Malick, que ya apunta altísimo desde el minuto cero.

"¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?" Esta cita bíblica extraída del libro de Job es la que da pie a la última aventura propuesta por el cineasta tejano. Aventura... o odisea, pues no cabe otro nombre para una cinta que encuentra el tiempo para llevarnos a la intimidad de una familia que vive en un entorno suburbial en la América de los años cincuenta, o a los parajes más bellos tanto de nuestro mundo como del cosmos, deteniéndose también en un efímero estudio del comportamiento de los primeros seres vivos que poblaron nuestro planeta.

Malick lleva al límite su actitud contemplativa y espiritualidad (en la que se aprecia un abandono del paganismo en pos de pensamientos de calado más cristiano), y la jugada le sale casi redonda. Retomando los textos sagrados, este cineasta sin igual extrae de ellos una concepción bicéfala del mundo que nos rodea. La naturaleza o la gracia divina; el aceptar y saber ver /convivir con la belleza y bondad que nos rodea, o luchar para ser dueños de nuestro propio destino; la madre o el padre. Con la entrada en escena de esta especie de dioses creadores, va a vertebrarse una narración de vitalidad y curiosidad prodigiosa. El seguimiento de la familia O'Brien será el hilo conductor de una vastísima clase de filosofía. Una reflexión magistral que emociona por su espontaneidad (perfecta, inmejorable la filmación de los primeros años de vida del primogénito) y su perfección técnica, inconcebible sin la labor titánica de Emmanuel Lubezki como director de fotografía, y de Alexandre Desplat como compositor de la banda sonora.

Los pelos se ponen de punta mientras los pequeños O'Brien, siempre vigilados por la estricta y dulce mirada de sus padres, van experimentando la pureza y la maldad, los giros crueles que a todos nos depara la fortuna... y ante todo, lo precioso y delicado de un universo que ansía ser explorado. Lo divino nos rodea, y se halla no sólo en la creación de una estrella, sino también en las últimas bocanadas de aire de un dinosaurio, o incluso en las coletas de una niña que toca una campana en plana mañana de domingo. La vida es un milagro... y el cine a veces también, ¿o acaso no lo es el que una película nos transmita la fascinación de alguien cuya retina parece que esté viendo el mundo por primera vez?

Este "alguien" tiene nombre y apellidos, Terrence Frederick Malick, y con 'El árbol de la vida' ha firmado quizás no su mejor su trabajo (al que se le puede achacar un en ocasiones excesivo ensimismamiento y regodeo, que tiene su punto álgido en un más que discutible epílogo), pero sin duda su obra cumbre. La síntesis de su siempre fascinante forma de entender el séptimo arte, en la que la conjunción entre la improvisación y la espontaneidad (véase a Jessica Chastain jugando con una mariposa, por ejemplo), con la obsesión casi enfermiza por alcanzar la perfección (véanse los cuatro montadores que llegaron a poner sus manos en esta película) define el tipo de pincelada más usado para crear sus inconfundibles frescos. Pura poesía, una sinfonía sublime; una celebración de la vida. Sí, yo era de los que aplaudía, y esto no se hace todos los días en una sala de cine.
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Lektro

De verla vengo, mañana os pongo crítica, que ahora, simplemente, no sabría que decir, excepto que es lo mejor que he visto este año y en mucho tiempo
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Canary

#35
Yo tengo muchas ganas de verla. Me ha comentado una amiga que ha ido a verla, que mitad de la sala del cine se piró (a ella le encantó). Otro amigo por FB escribió lo mismo  :flipando. Realmente le ha pasado esto a alguien que la haya visto en el cine??

Yo tengo unas ganas enormes. Ya solo por esta anécdota que me han comentado :risa Me trae mucha curiosidad las cintas únicas en su especie.
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Lektro

En mi caso pasaron dos cosas: lo primero es que llevaba muchísimo tiempo sin ver tan llena una sala de cine, y lo segundo es que si, también hubo gente que un poco después de la mitad de la película se estaba llendo, pero nunca llegó a la mitad de la sala ni mucho menos. Ademas, había varias escenas en las que había gente partiendose el culo de risa, sobretodo al final...

Si algo está claro es que la peli no se la recomiendo a todo el mundo, es mas, de mis amigos no les gustó a nadie, y es lógico...
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Banacafalata

Yo fuí a verla a los Verdi y al ser VOS la verdad es que es un público que sabe más a lo que va, aunque aún así hubo un par de personas que se marcharon en el epílogo...

Hoy vuelvo a verla, esta vez doblada, que también me apetece verla en pantallón grande
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Ludovicum

Ayer no puede verla porque estaba la sala petada y vi otra. Un amigo nos dijo: "menos mal, es la peor película del año?"

Mi hamijo tiene razón?


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Lektro

Cita de: Ludovicum en 18 de Septiembre de 2011, 12:52:19 PM
Ayer no puede verla porque estaba la sala petada y vi otra. Un amigo nos dijo: "menos mal, es la peor película del año?"

Mi hamijo tiene razón?
No en lo de que es la peor pelicula del año y si en la que no se si os iba a gustar
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Wanchope

Cita de: reporter en 17 de Septiembre de 2011, 09:30:17 PM
Creo q la tnia pndiente:

Spoiler
La vida es un milagro

'El árbol de la vida', era sin duda la película más esperada de este año la Croisette. Su autor, uno de los directores más escurridizos de la historia del cine, que por supuesto, ni estaba... ni se le esperaba en Cannes. Terrence Malick, de quien se ha llegado a decir que directamente no existe, y que no es más que un nombre listo para ser usado por la omnipotente industria para, de algún modo, promocionar películas que se amolden a ciertas características. Como era de esperar, no hizo acto de presencia, lo cual no es que fuera precisamente la mejor carta de presentación de cara a ganarse el favor del Jurado... pero de ser cierto lo que cuentan de él -nunca se sabe- los premios no han figurado nunca en la lista de prioridades del cineasta detrás de joyas como 'Días del cielo' o 'La delgada línea roja', lo cual por otra parte ayuda a entender su forma de hacer películas.

Casi mejor que no tenga en cuenta los reconocimientos académicos, porque, aunque después hubiera contraataque en forma de caluroso aplauso, lo cierto es que en el día de su presentación en sociedad, el Grand Théâtre Lumière registró los abucheos más sonoros en lo que se llevaba de festival (tan virulentos, que los críticos más furiosos empezaron a expresar su descontento antes incluso de que se mostraran en pantalla los títulos de crédito finales). Se estableció pues un tenso enfrentamiento gutural entre los detractores y defensores de la cinta en cuestión. Si me preguntan, no me lo pensé dos veces a la hora de situarme en el segundo grupo... y pónganme en primera línea, pues después de casi dos horas y media, salí de la sala con el convencimiento de que acababa de ver una grandísima película, y eso que tocaba luchar con el siempre peligroso efecto del hype.

Largo tiempo llevaba anunciado este proyecto, y largo tiempo llevaba buena parte del sector especulando con el poco futuro que le aguardaba. Mientras, algunos preferimos encender a baja intensidad el fuego de nuestras esperanzas. Esperanzas puestas en que uno de los autores más singulares que ha dado jamás el cine americano, volviera a sorprendernos una vez más. Con el lanzamiento del tráiler, hay quien dijo que había en aquellos escasos dos minutos de avance, mucho más cine del que se había visto a lo largo de todo el año 2010. Una apreciación desgraciadamente bastante correcta. Se multiplicaban las buenas vibraciones ante un proyecto que seguía envuelto en el misterio... y que quizás por ello suscitaba todavía más interés. Ya se sabe que cuando se acude a una proyección con muchas expectativas, se suele salir decepcionado. Pues ni con estas. No hay lugar para desilusión. No con Terrence Malick, que ya apunta altísimo desde el minuto cero.

"¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?" Esta cita bíblica extraída del libro de Job es la que da pie a la última aventura propuesta por el cineasta tejano. Aventura... o odisea, pues no cabe otro nombre para una cinta que encuentra el tiempo para llevarnos a la intimidad de una familia que vive en un entorno suburbial en la América de los años cincuenta, o a los parajes más bellos tanto de nuestro mundo como del cosmos, deteniéndose también en un efímero estudio del comportamiento de los primeros seres vivos que poblaron nuestro planeta.

Malick lleva al límite su actitud contemplativa y espiritualidad (en la que se aprecia un abandono del paganismo en pos de pensamientos de calado más cristiano), y la jugada le sale casi redonda. Retomando los textos sagrados, este cineasta sin igual extrae de ellos una concepción bicéfala del mundo que nos rodea. La naturaleza o la gracia divina; el aceptar y saber ver /convivir con la belleza y bondad que nos rodea, o luchar para ser dueños de nuestro propio destino; la madre o el padre. Con la entrada en escena de esta especie de dioses creadores, va a vertebrarse una narración de vitalidad y curiosidad prodigiosa. El seguimiento de la familia O'Brien será el hilo conductor de una vastísima clase de filosofía. Una reflexión magistral que emociona por su espontaneidad (perfecta, inmejorable la filmación de los primeros años de vida del primogénito) y su perfección técnica, inconcebible sin la labor titánica de Emmanuel Lubezki como director de fotografía, y de Alexandre Desplat como compositor de la banda sonora.

Los pelos se ponen de punta mientras los pequeños O'Brien, siempre vigilados por la estricta y dulce mirada de sus padres, van experimentando la pureza y la maldad, los giros crueles que a todos nos depara la fortuna... y ante todo, lo precioso y delicado de un universo que ansía ser explorado. Lo divino nos rodea, y se halla no sólo en la creación de una estrella, sino también en las últimas bocanadas de aire de un dinosaurio, o incluso en las coletas de una niña que toca una campana en plana mañana de domingo. La vida es un milagro... y el cine a veces también, ¿o acaso no lo es el que una película nos transmita la fascinación de alguien cuya retina parece que esté viendo el mundo por primera vez?

Este "alguien" tiene nombre y apellidos, Terrence Frederick Malick, y con 'El árbol de la vida' ha firmado quizás no su mejor su trabajo (al que se le puede achacar un en ocasiones excesivo ensimismamiento y regodeo, que tiene su punto álgido en un más que discutible epílogo), pero sin duda su obra cumbre. La síntesis de su siempre fascinante forma de entender el séptimo arte, en la que la conjunción entre la improvisación y la espontaneidad (véase a Jessica Chastain jugando con una mariposa, por ejemplo), con la obsesión casi enfermiza por alcanzar la perfección (véanse los cuatro montadores que llegaron a poner sus manos en esta película) define el tipo de pincelada más usado para crear sus inconfundibles frescos. Pura poesía, una sinfonía sublime; una celebración de la vida. Sí, yo era de los que aplaudía, y esto no se hace todos los días en una sala de cine.
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Peazo crítica apañero.  :obacion

Miedo no, pánico es lo que le tengo a esta. Es una de esas películas que sabes que debes de ver aunque en verdad no tengas ganas de ver. Por ejemplo 'El nuevo mundo' es mi remedio contra el insomnio, cuando no puedo dormir me la pongo y a roncar, y mira que para nada me disgusta pero es que no hay manera. Sin embargo 'La delgada línea roja' me encanta, y de sus dos primeros trabajos tengo buen recuerdo... a secas. Veremos a ver cuando caiga, que caerá, si hay pitos o palmas.  :poss
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Banacafalata

La acabo de volver en el cine, he salido más maravillado si cabe que la primera vez (no descarto que haya una tercera) me reitero en que no es cine, es toda una experiencia, y que habrá a mucha gente que no les guste nada y que lo entenderé completamente
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Lektro

Voy a intentar deciros mi opinión, pero joder, esque llevaba tiempo sin encontrarme con una peli en la que me costara tanto saber que decir (los que la han visto supongo que me entenderan).

A ver... recordais Mullhollan Drive, ¿verdad? es de esas pelis que cuando las ves, aunque no te enteres de nada, te encanta porque, como dice Banaca, son toda una experiencia, un verdadero torrente de emociones. Pues esta es lo mismo, aunque te enteras mas de que va el tema.

Entrando en la peli, deciros que la parte que va desde su inicio hasta que acaba la parte de la creación del universo y lo del bebé, es sencillamente excepcional, sublime, es algo que teneis que ver. Esta parte junto con todo el tramo final conforman lo mejor de la película, verdadera poesía adiovisual que solo un tipo como Malick podría conseguir crear de tan perfecta forma. Para aceros una idea, si cuando la película lleve una media hora no os despierta interes o os parece ridículo, vais muy mal, pues en el final la cosa se va por las nubes. Si por el contrario te gusta, despierta tu curiosidad y te llega a impresionar, agarrate...

La delgada linea roja es una película que tengo muy reciente, y en la que me quedó claro que Malick no era un director mas. Con esta me declaro un auténtico fanático de este tio y su forma de enterder el cine y de plasmar en el sus pensamientos.

Solo me queda deciros que la veais, pues no se me ocurre nada mas. Podría alabar su enorme apartado tecnico y fotografía, su impecable banda sonora, perfectas interpretaciones... Pero eso es algo de lo que me da la sensación que esta película no necesita que se le comente, va mucho mas allá de esto.

Por mi parte le dejo un 9 a la espera de volverla a ver en cuanto pueda, y que tal vez se convierta en un 10, quien sabe.

Presiento que esta, con el tiempo, va a ser de las pelis con más páginas de comentarios que haya


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princesadelguisante

#43
Cita de: Banacafalata en 16 de Septiembre de 2011, 07:34:56 PM
Hay una cosilla que se me ha escapado y no he entendido la verdad, que es su escena final, busco interpretaciones y las que se me vienen a la cabeza las descarto por que no le veo sustancia, a ver si alguien que ya la haya visto dice algo

Spoiler
Yo la veo una escena bastante clara, la verdad. Como dije la película va, en realidad, de encontrar la fe. Jack había sido educado bajo la fe de sus padres, pero a lo largo de la película Malick nos muestra cómo el chico, a lo largo de sus infancia, va cometiendo actos de maldad ("pecados") que, supuestamente, le están separando de las enseñanzas religiosas que está recibiendo. De hecho, entre esas constantes voces en off que se escuchan él dice: "¿era malo?, ¿también morirás?", "¿por qué he de ser bueno si tú eres....?" (como diciéndole a Dios que es malo por haber "matado" a su hermano) y lo más importante: "Siempre hay intranquilidad en mí". Esto nos lleva a pensar que Jack se aleja de la fe por sus actos y, una vez de adulto, metido en esa jungla urbana, se pone a rememorar su vida infantil, un poco como ocurre en "A la busca del tiempo perdido" de Marcel Proust. Es cuando empieza a recordar y a hacer su particular paseo por su memoria cuando comienza la reflexión de la película, que se abre con una frase clarísima de lo que significa el final: "Hermano. Madre. Fueron ellos los que me llevaron a tu puerta". Esto es, que fueron la dulzura, la pureza y la comprensión de su hermano y de su madre los que al final le llevaron a abrazar la gracia de Dios (frente al odio que llegó a sentir en algún momento contra su autoritario padre, que le llevó al "mal camino"). El Jack adulto, vuelve, por lo tanto, a experimentar la fe, preguntándose en algún otro momento de la película "¿cuándo tocaste mi corazón por primera vez?", que puede entenderse como algo literal, de ¿cuándo me diste la vida? o en el sentido que creo que va más con la búsqueda de la trascendencia personal, de ¿cuándo empecé a creer en ti?

En definitiva, esa escena final, claramente alude a la vida después de la muerte, cuando todos (padres, hermanos) se encuentran en el "cielo", o en el más allá. Fijaros que durante un segundo la mano de un personaje, no recuerdo si la de Sean Penn, la de Pitt o la de la madre, se vuelve vieja, de repente, como dando a entender, que les vemos de jóvenes porque en el más allá no hay tiempo, pero que en realidad el momento en el que Penn alcance ese más allá (una vez creyendo en Dios) será en el momento de su vejez (porque morirá de viejo, se entiende). Pero esa escena, asimismo, es una metáfora de haber encontrado a Dios, de haber abrazado la fe de nuevo, siendo ilustrativa de esa pegunta que Jack se hacía previemente.
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Espero haberme explicado y no sé si los demás coincidiréis conmigo.
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Banacafalata

Sí, sí coincido bastante contigo

Spoiler
El tema de la playa en sí, si que me suegiere una especie de cielo o un lugar dónde se reúnen las almas, pero me pierden muchos de los detalles que hay por ahí (la puerta en medio del desierto o que sea él mismo quien se gue).

Creo además que se podría entender facilmente incluso como metáfora del final del universo (si tenemos en cuenta también el nacimiento de Jack como el principio de la vida en si misma como quiere dar a entender Malick)
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