Los duelistas (1977)

Iniciado por Señor Lobo, 03 de Septiembre de 2011, 04:18:52 PM

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Señor Lobo

Los Duelistas




FICHA TECNICA:

Título original: The duellists
Año:               1977
Director:         Ridley Scott
Guión:            Gerald Vaughan-Hughes (basado en el relato breve "The duel", de Joseph Conrad)
Música:           Howard Blake
Fotografía:      Frank Tidy
Reparto:        Keith Carradine, Harvey Keitel, Albert Finney, Cristina Raines, Diana Quick

SINOPSIS:

Durante la Francia napoleónica, el oficial D'Hubert (Keith Carradine) recibe la orden de comunicar al oficial Feraud (Harvey Keitel) su arresto por batirse en duelo. Ofendido, Feraud reta en duelo a D'Hubert, originando una enemistad que se prolongará durante el paso de los años.


COMENTARIO:

"El honor es... indescriptible... incuestionable"
                                                  D'Hubert

Aunque ya tenía experiencia en el mundo de la publicidad, no sería hasta la relativamente tardía edad de 40 años cuando Ridley Scott debutara como director de cine. Y la verdad es que no podía empezar con mejor pie ya que nos ofrece una de sus mejores obras, tan sólo un paso por detrás de sus obras maestras "Alien" y "Blade Runner". La película sería presentada en el festival de Cannes donde obtendría el premio a la mejor opera prima.

Durante las últimas décadas, Scott ha demostrado ser uno de los directores más importantes en cuanto a estética visual se refiere. No es de extrañar por tanto que en esta película el componente visual sea su punto más fuerte. Hay, no obstante, diferencias con respecto a sus trabajos posteriores, más cercanos a la estética del videoclip y muy influyentes en el cine de los años 80 y 90. En esta ocasión, las referencias a la cercana en el tiempo Barry Lyndon (1975) son más que evidentes. Con un presupuesto notablemente inferior, Scott demuestra haber aprendido bien las lecciones del maestro y logra salir triunfante en una convincente recreación de la época.

A la puesta en escena contribuye la excelente fotografía de la película, donde el cinematógrafo Frank Tidy utiliza la luz de forma magistral para ayudar recrear paisajes neblinosos al amanecer, interiores costumbristas, bodegones en planos que parecen sacados directamente de cuadros de época y son en sí mismos una delicia de contemplar. Sin efectos visuales, Scott logra componer algunos planos realmente sublimes, haciéndonos preguntar si puede ser cuestión de suerte o de tesón que un rayo de sol aparezca entre las nubes justo en el momento exacto para rematar el cuadro.


Basada en el relato corto "El duelo", de Joseph Conrad, la historia narra la rivalidad entre dos oficiales franceses durante el mandato de Napoleon y posterior restauración borbónica. Estos dos personajes y sus encuentros, generalmente culminados en forma de duelos, a lo largo de los años serán el eje central de la película,

Por un lado tenemos a Gabrielle Feraud. Un militar de ideas fijas, Bonapartista a muerte y adicto a los duelos. Se nos muestran pocos detalles de su persona y su evolución a lo largo de los muchos años en los que transcurre la película es casi nula. En el fondo su irracionalidad y poca propensión al cambio lo hacen es el personaje menos interesante (es por ello que Scott no se detiene demasiado en mostrarnos escenas suyas) pero Keitel nos ofrece una más que correcta composición convirtiéndolo en odioso desde los primeros instantes.


Como contrapunto tenemos a Armand D'Hubert. Aparentemente proviene de una familia bien posicionada y con un futuro prometedor en el ejército. El destino hace que se tope con Feraud. Este, ofendido por una presunta afrenta al honor cuyo origen se hará más difuso con el paso del tiempo, perseguirá a D'Hubert a lo largo y ancho de Europa durante 16 años enfrentándose en sucesivos duelos. Al contrario que Feraud, D'Hubert es una persona racional, que sabe adaptarse a los tiempos cambiantes. A pesar de ser también un admirador de Napoleon, sabe entender cuando su tiempo ha pasado y adoptar una postura realista (que no monárquica) a la situación política.

Aunque D'Hubert parece tratar de huir del acoso de Feraud evitándole y procurando ascender antes que él en la escala militar, también se verá atrapado en la adicción duelística de Feraud. "No hay cura para un duelista" dice en un momento de la película la amante de D'Hubert, el único personaje que se da cuenta que no hay forma de escapar al ciclo de duelos tras visitar la tienda de Feraud en una excelente escena que muestra la enfermiza obstinación de éste. Efectivamente, aunque D'Hubert tiene varias oportunidades para finalizar el ciclo de duelos y dejar caer a su rival en desgracia, D'Hubert tiene una espina clavada en su orgullo que le impide llevar una vida familiar completamente satisfactoria. Entre los dos se establece un extraño vínculo de respeto. "No me habría batido tres veces en duelo con un hombre para hablar mal de él" dice D'Hubert ante la posibilidad de denunciar a su rival.

Los seis duelos que se nos muestran son los momentos estelares de la película. A pesar de que el número se podría antojar excesivo, ninguno de ellos aburre ni resulta repetitivo. Perfectamente coreografiados, cada uno de ellos es diferente en cuanto a armamento, situación y forma de rodaje: sobria cuando los duelos son más honorables, brusca y movida cuando los duelistas llegan al cuerpo a cuerpo.

Además de la trama duelística, el transfondo histórico está especialmente bien detallado. En este aspecto, destaca la secuencia de las tropas francesas congeladas y condenadas a la derrota en el territorio ruso, simbolizando el fin del imperio napoleónico.



PUNTUACIÓN:                         
8 / 10


CURIOSIDADES:


- Aunque parezca increíble, la historia está basada en un hecho real que incluso supera a la ficción. Según las crónicas de la época, dos oficiales franceses, Dupont y Fournier, se enfrentaron en más de 30 duelos a lo largo de 19 años. Al igual que en la película, Fournier se enfadó con Dupont al entregarle este un mensaje. La resolución de la disputa también sucedió de forma idéntica a la película.

- Para dar más fuerza a una de las escenas de los duelos, Ridley Scott hizo que las espadas se conectaran a baterías eléctricas con el fin de que las espadas soltaran chispas al entrechocarse. Keitel se quejó de que recibió varias descargas mientras rodaban la citada escena.

- En la escena de la declaración de D'Hubert a Adelle, ésta se empieza a reir de forma irrefrenable. Lo que en el contexto de la película se podría atribuir al nerviosismo de la mujer en realidad se debió a que la actriz no podía evitar la risa al ver que el caballo de Carradine tenía una erección de ídem. Durante la escena se puede ver cómo Carradine tiene que hacer bastantes esfuerzos para controlar al excitado caballo que incluso lo llega a empujar en un momento dado. Carradine supo improvisar de forma bastante acertada arrodillándose en ese instante y dando como resultado una escena bastante natural.

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~ΣDU~

Buena crítica, pero no la comparto :\

Los dramas de época son muy jodidos de digerir si no entran bien durante la primera media hora. Y así me ha pasado con la señora ópera prima de Ridley Scott, que he sudado la gota gorda para acabarla. Me ha parecido todo taaaan soporífero como hacía mucho tiempo que no me ocurría viendo una película. Mira que la vi en pantalla grande, que la vi con los auriculares (primera peli que suspendo desde que me los compré) e incluso me hice palomitas para ver si arreglaba el desagravio. Pero nada, la batalla de honor durante largos años de a ver quién la tenía más larga (Keith Carradine o Harvey Keitel) me ha ganado a mí por completo. Me recordó, en coña, al capítulo de 'Los Simpson' en el que Homer va desafiando a la gente a batirse en duelo a través de un guantazo en toda la cara. Desde luego que me parece una obra sobrevaloradísima. Lo siento a los que os la ponga dura. Un 2.75


Cita de: Señor Lobo en 03 de Septiembre de 2011, 04:18:52 PM- Aunque parezca increíble, la historia está basada en un hecho real que incluso supera a la ficción. Según las crónicas de la época, dos oficiales franceses, Dupont y Fournier, se enfrentaron en más de 30 duelos a lo largo de 19 años. Al igual que en la película, Fournier se enfadó con Dupont al entregarle este un mensaje. La resolución de la disputa también sucedió de forma idéntica a la película.

Juas...


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Mai

Lobito, mi lobito bueno... leerte es un placer, pones palabras a mis sentimientos   :obacion

" Sin efectos visuales, Scott logra componer algunos planos realmente sublimes, haciéndonos preguntar si puede ser cuestión de suerte o de tesón que un rayo de sol aparezca entre las nubes justo en el momento exacto para rematar el cuadro"




"Me despierto muy temprano.Mi vuelta del campo de los sueños es brutal al entrar en el país de lo cotidiano" (Léolo)
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Sullivan

Cita de: Mai en 07 de Septiembre de 2011, 02:54:55 PM
" Sin efectos visuales, Scott logra componer algunos planos realmente sublimes, haciéndonos preguntar si puede ser cuestión de suerte o de tesón que un rayo de sol aparezca entre las nubes justo en el momento exacto para rematar el cuadro"

El último plano es....  :obacion :obacion :obacion :obacion

Por cierto, la peli flojilla y aburrida a ratos. Un 5
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El Nota

Después del brillante y concienzudo análisis de nuestro camarada Sullivan, procedo a plasmar mis impresiones sobre la película, aunque el jodío lo ha dicho casi todo y ya no sé qué comentar, la verdad. El trabajo de Míster Lobo, como siempre, sensacional. La verdad es que así da gusto, deberías aprender todos de él para defender vuestras películas, leñe.

Y ya vamos con la película de marras. Viendo como la ponían a caldo por estos lares no sabía qué esperarme, y es que el ya manidísimo adjetivo de "aburrida" forma parte de gran cantidad de comentarios acerca de Los duelistas. Sin embargo, a mí el ritmo me parece bastante adecuado. Es cierto que es pausado, contemplativo, pero es que la película así lo pide. Es un gozo ver los encuadres que consigue Scott, justo antes de llegar los dos contrincantes para seguir con su particular duelo o la primera imagen que pone Lobo, por poner un ejemplo. Y es que estilísticamente es una película deliciosa, con estilo, dónde se intuye un estilo, una personalidad tras las cámaras. El plano final, como comentáis, es tremendo. Lobo ya lo expresa mejor que nadie. Por otra parte, el problema que he tenido con la película es básicamente de guión, o de historia, según se mire. No me interesa, no me motiva. No me dice nada. Es fría como ella sola. El personaje de Keitel, a pesar de que la caracterización es molona, es una alma en pena, un borronazo, un fantasma. Me gusta ver la película como una lucha entre dos seres totalmente opuestos, el de Keitel erigido en base a la sinrazón y a la pasión por la batalla y el honor; el de Carradine marcado por unas pautas más sosegadas, reflexivas y coherentes. Podría casi entenderse como una lucha interior de cualquier persona, dónde la pasión se marca duelos con la razón ante determinadas situaciones. Eso sí, que no parezca tampoco que me ha entusiasmado, porque, como digo, más allá del gozo que resulta verla, sí que es cierto que el ritmo, a pesar de que creo que no es en absoluto malo, y sobretodo, la historia, me hacen salirme de la película en más de una ocasión, interesandome bien poco por el microcosmos de relaciones personales que fluyen por la pantalla. Estuve dudando entre darle un 5 o un 6, así que lo dejé en el centro y la cosa se queda en un 5.5.

Por cierto, muy curioso lo de la escena del caballo. Sí que resulta natural, sí. Lo cierto es que me llamó la atención la escena, y no sabía porqué exactamente, pero sí que el tono me parecía más alejado de lo que había ido surgiendo durante la película.
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Sullivan

Cita de: El Nota en 10 de Septiembre de 2011, 02:25:24 PM
Después del brillante y concienzudo análisis de nuestro camarada Sullivan, procedo a plasmar mis impresiones sobre la película, aunque el jodío lo ha dicho casi todo y ya no sé qué comentar, la verdad.

Envidia sana, ya te gustaría resumir cómo yo  :burla1
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El Nota

Por eso lo decía, tu capacidad de síntesis es entre abrumadora y entrañable. Muy grande :si
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Wanchope

Dicho sea tal cual, me ha entusiasmado. No sabéis cuanto. Una ópera prima que deja claro que detrás de las cámaras había alguien con muuuuucho futuro, como así ha demostrado (y sigue haciéndolo) posteriormente. No mucho más que añadir a lo dicho en su momento por el Sr. Lobo, con el que coincido en todo menos en una nota a la que subo unas décimas, hasta el 8,25 (y no subo más por no sé qué).

Destacar evidentemente la SENSACIONAL fotografía, una de las mejores y más notables obras pictóricas que he tenido el gusto de admirar, y que para mi gusto sale ganando ante la evidente comparación con 'Barry Lyndon' que menciona Lobo, quizá porque a diferencia del somnífero de Kubrick en 'Los duelistas' encontramos mucho más que un fresco de una época, empezando y terminando por la tensión in crescendo que se sucede antes, durante y después de cada duelo, y duelo a duelo.

Rezo por poder verla algún día en la pantalla grande de un cine. Directa a mis Favoritas.

Pd. lo de que esté inspirada en una historia real me lo suponía; más bien, es el típico caso en el que de no haber sido así costaría de creer.  :poss
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Wanchope

Tras reposarla un poco... le subo al 8,5. Se me ha clavado en el corazón.  :obacion
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Hells

La verdad es que es una historia estupenda, aunque lo que mas soprende es ese grado gigantesco de terquedad y rencor que tenia el personaje de Gabrielle Feraud......como supo romper las bolas incluso con el paso de las decadas por algo tan simple.
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Wanchope

Cita de: Hells en 03 de Agosto de 2014, 05:49:11 PM
La verdad es que es una historia estupenda, aunque lo que mas soprende es ese grado gigantesco de terquedad y rencor que tenia el personaje de Gabrielle Feraud......como supo romper las bolas incluso con el paso de las decadas por algo tan simple.

Me encantan este tipo de historias en donde el honor juegan un papel tan importante. La frase que menciona el Sr. Lobo de "Señor, nadie se bate tres veces con un hombre para luego hablar mal de él" es sublime.  :guay
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Señor Lobo

Cita de: Wanchope en 02 de Agosto de 2014, 05:15:29 PM
Dicho sea tal cual, me ha entusiasmado. No sabéis cuanto. Una ópera prima que deja claro que detrás de las cámaras había alguien con muuuuucho futuro, como así ha demostrado (y sigue haciéndolo) posteriormente.

Me alegro de que te haya gustado, y es que hay que ver qué comienzos tuvo el señor Scott. Sus tres primeras películas, para mí obras maestras:

- Los duelistas (1977)
- Alien (1979)
- Blade Runner (1982)

A partir de ahí, eso sí, más sombras que luces, con auténticas castañas pilongas en su filmografía aunque todavía nos regaló otra joya como Thelma y Louise.
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nureyevbantok

Me gustó mucho, no le conocía este lado a Scott.
"...mi sangre es poca, el tiempo es interminable..."

http://www.filmaffinity.com/es/userratings.php?user_id=829154

          
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Michael Myers

UNA MONTAÑA DE UN GRANO DE ARENA

Ridley Scott debutó como director de largometrajes hace más de cuarenta años con una historia sencilla y poderosa a su vez, dos hombres que se enfrentan en duelo (aunque hay que darle el mérito al enajenado personaje de Harvey Keitel) durante quince largos años por una tontería, haciendo honor a la expresión de hacer una montaña de un grano de arena.

'Los duelistas' es un debut brillante de una leyenda viva como Ridley Scott. En este rito de iniciación que comunmente se llama 'ópera prima', ya se ve el poderío visual que el director inglés suele impregnar a sus trabajos con unos paisajes y una fotografía preciosas; si bien, como en sus mejores filmes, acompaña la historia de un duelo entre Armand D'Hubert y Feraud con dos interpretaciones que no diría soberbias, pero sí más que decentes, de Keith Carradine (para las nuevas generaciones, el padre de Penny en 'The Big Bang Theory') y Harvey Keitel.

No diría que es la mejor película del señor Scott porque 'Alien, el octavo pasajero', Blade Runner' y 'Gladiator' son de otro nivel; sin embargo, es una prueba más de que no solo es un realizador que tiene un gran poderío visual, sino que cuando el guión y los actores acompañan es uno de los grandes de la segunda mitad del siglo XX, aunque tiene tropiezos que mejor no mencionar...

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Quizá en esos últimos días, el amó la vida con más intensidad que nunca, no sólo su vida, la de cualquiera, mi vida.
Y lo único que quería eran las mismas respuestas que el resto de nosotros: ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuánto tiempo me queda?
(Blade Runner)
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