Brijes

[ÁngelNeg]

BRIJES

Brijes apokemonizados

Si bien es cierto que no hay muchas opciones de cine infantil en nuestro país, también es cierto que mucho de esto se debe a las opciones que de cuando en cuando se ofrecen a este sector; pues en base quizá a la poca exigencia de parte de los pequeños, los guionistas, directores y productores pueden asumir con facilidad que todo es consumido sin mayor problema-; y aunque hay algo de razón, también hay que valorar que los niños tienen actualmente múltiples ventanas y canales de entretenimiento, por lo que mostrar un producto de mínima calidad quizá no les procure una crítica bastante elaborada de parte de los pequeños espectadores, pero sí, una comparación que puede enviar directamente a un filme a su sepultura.

Esto ocurre con Brijes (México-2010) de Benito Fernández, cinta animada que presume de mucho y sin embargo está destinada a la comparación de principio a fin con series y cintas animadas ideadas bajo el mismo concepto e idea de partida; incluso desde su misma presentación viral, lo primero que viene a la mente es Pokemon-. Brijes hace uso de todos los elementos de esa serie conocida mundialmente para hacer un Pokemon a la mexicana pero mal hecha. Brijes cuenta la historia, basada en la mitología mexicana, de tres niños que  descubren de repente que han sido los elegidos para realizar una alianza entre humanos y brijes; espíritus de animales que han perdurado a través de la historia.

Ni siquiera su "novedoso" 3D que simplemente consiste en superposiciones de planos puede dar un poco de valía a la estructuración del concepto en términos técnicos pues la animación es simple y mal escalada; esto sin contar que en movimientos veloces de los personajes, se hace evidente que les hizo falta un mayor trabajo para agregar cuadros a cada una de las escenas y no se vieran pausados dichos movimientos.

Ahora, bien, mientras estos personajes humanos carecen de motivaciones lejos de las que les han asignado casi por fuerza y tomadas a regañadientes, queda concentrarse un poco en lo llamativo de los brijes, estas criaturas fantásticas que parecen precedidos de un trabajo imaginativo bastante loable, pero que emulan por completo a los personajes de Pokemon, pero que viéndose más originales deciden hacer una mezcla un poco más autóctona para evadir el modelo japonés y tener rasgos más prehispánicos.

Lo anterior de cualquier manera es comprensible. La adecuación al contexto narrativo era necesaria, más no obligatoria, y es aquí donde fallan muchas cintas infantiles que por querer sintetizar tales ideas del México antiguo terminan casi en una mofa desgarradora (veáse La leyenda de la Nahuala; o Nikté) que no permite ni aprender ni entretener, sino simplemente distraer por un guión tan enredoso que luego no haya como darle fluidez a la trama.

Cerca de 7 minutos de prólogo en off ya dan idea de lo poco articulado que está un guión que se permite ahondar en una historia que daba para cerca de 3 o 4 capítulos más; pero que prefieren saltarse para contar el resultado. Historias y sub historias contadas tan rápido que aprender quienes son los brijes, los oscuros, las alianzas, el asunto de la sincronización, tanto personaje y tanto párrafo leído como si fuese lectura misal, abruman y extravían la mente de un mayor, ya ni que decir de un menor. Lo peor viene en lo repetitivo de las explicaciones y los conceptos.

Si algún niño desea ver esta cinta, estará buscándose su propio castigo ante una travesura no realizada; aunque puede que no ocurra por la exigencia mostrada por este sector hoy día. Brijes es un producto que fácilmente pudo haber sido comercializable incluso en mercadotecnia previa y posterior al estreno de la cinta; pero debido al caótico resultado del eje principal que es la cinta, ya ni siquiera puede dar para un álbum de estampitas de Panini.