Abel

Iniciado por ÁngelNeg, 07 de Junio de 2010, 06:01:15 AM

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ÁngelNeg

ABEL


¡Qué bonita familia!, ¡Pero qué bonita familia!

De gratificante y fresco se puede calificar el segundo ejercicio de Diego Luna como director, tras haber dirigido en 2007 su ópera prima, el documental de carácter deportivo J.C. Chávez; un documental que en realidad sólo le hubo servido al actor para iniciarse en la dirección. Con su primera propuesta definitivamente no logró mucho, al no salir de un esquema algo mecánico. Cosa contraria ocurre con su primer ejercicio de ficción; nos referimos a Abel (México-2010), cinta con la que Luna nos muestra una historia por demás emotiva que deja en ocasiones mucho que desear, pero no por una mala realización, sino porque en el plano del espectador, la trama resulta harta agridulce; y el tema de trasfondo es difícil de digerir del todo si se ve desde un puto de vista más profundo.

Abel, es un drama infantil de 90 minutos que narra la vida de Abel, un niño de nueve años interno en un hospital psiquiátrico a causa de su extraño comportamiento. Cecilia, madre soltera, está segura de que lo mejor para su hijo es regresar a casa con el resto de la familia, así que convence al doctor para que deje salir a Abel por una semana, tiempo en el que intentará probar que no es necesario transferirlo a un hospital infantil en la Ciudad de México. Con su padre ausente, Abel se convierte una figura paternal poco convencional que de cierta forma, consigue unir a su familia.

El guión de Luna en colaboración con Augusto Mendoza se encuentra bien trabajado, dejando de lado el trasfondo único del tema general, para matizarla como comedia infantil con diálogos que son enteramente disfrutables y unas medidas actuaciones por parte de todo el elenco en general. No hay baches en el entorno superficial de esta cinta que se deja ver desde que comienza, hasta que termina. Lo anterior a excepción de un cabo suelto que se les pudo haber ido claramente en el montaje y aunque puede que no afecte, se hace evidente pues se hace mención de un evento particular que no ocurre y que es saltado en la línea temporal.


Ahora bien, ese mismo guión nos trae una historia menos evidente en el fondo, y trata acerca de la situación mental del protagonista y el lugar que comienza a tomar dentro de la familia al sumir el rol de padre, con posturas que pueden llegar a asustar y ser inapropiadas que de no ser por los niños, y algunos diálogos cómicos e involuntarios, fácilmente pudo haberse vendido como un thriller con algo de suspenso; sin haber funcionado. Es por ello, que lo agridulce se da derivado de la emotividad transmitida, y lo amargo de un desenlace que no es complaciente.

Abel ha tenido a mal entenderse como una cinta divertida y familiar. Nada más lejos del mensaje que quizá quisieron mostrar, y es que lo conmovedora no se le puede quitar de ningún motivo; primero porque sí lo es, y segundo porque uno puede quedar rendido ante el par de protagonistas infantiles interpretados por Christopher y Gerardo Ruiz-Esparza, quienes conquistan ante la primer mirada, por ello vale la pena esperar los créditos y observar el nombre de Paloma Arredondo quien hace excelente trabajo como coach infantil. Claro que José María Yaspik, y Karina Gidi –espectacular-, hacen lo propio de la mejor manera. La cinta tiene tantos puntos buenos, que la totalidad se come el contenido y no es posible entender esa parábola del relato donde se tratan asuntos serios acerca de la ausencia y las repercusiones que esto tiene en la familia. Por lo anterior, Abel a pesar de lo entretenida, se queda como un ejercicio escueto y simple que termina en comedia menor, no por ganas, sino por definición en el tratamiento familiar.
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