Recuerda (1945)

Iniciado por princesadelguisante, 25 de Mayo de 2010, 10:13:00 PM

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princesadelguisante

RECUERDA (1945)

"Las mujeres son las mejores psicoanalistas hasta que se enamoran. Entonces se convierten en las mejores pacientes"




FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Spellbound
AÑO: 1945 
DURACIÓN: 111 min.   
PAÍS: EE.UU.
DIRECTOR: Alfred Hitchcock
GUIÓN: Ben Hecht (basado en la novela de Francis Beeding "The House of Dr. Edwardes")
MÚSICA: Miklós Rózsa
FOTOGRAFÍA: George Barnes
REPARTO: Ingrid Bergman, Gregory Peck, Leo G. Carroll, John Emery, Wallace Ford, Rhonda Fleming, Michael Chekhov
PRODUCTORA: David O. Selznick Production
GÉNERO: Policíaca/ Psicología

SINOPSIS

El psiquiatra Anthony Edwardes (Gregory Peck) se incorpora al cargo de director del sanatorio en sustitución del antiguo director, el Dr. Murchison (Leo G. Carroll). En el centro trabaja como psiquiatra la Dra. Constance Petersen (Ingrid Bergman) que observa un extraño comportamiento en el Dr. Edwardes relacionado con un misterioso pasado que no recuerda. 

PREMIOS Y CURIOSIDADES

- Ganó el Oscar a la mejor Banda Sonora (Miklós Rózsa) y obtuvo otras cinco nominaciones (actor secundario, director, película, fotografía y efectos especiales).

- Es una de las primeras películas que abordan el psicoanálisis. Su origen parece remontarse a una depresión que sufrió el productor O. Selznick tras los rodajes de Lo que el viento se llevó y Rebeca. El propio productor trajo a su psicoterapeuta para que trabajra como asesora técnica. Durante una discusión sobre una escena con Alfred Hitchcock en relación a cómo funciona la terapia, Hitchcock dijo: "Mi querida, sólo es una película".

-La famosa secuencia onírica diseñada por Dalí fue trabajada por el pintor y por Hitchcock durante casi un mes. La presencia de Dalí, con su fama de excéntrico molestaba mucho a Selznick, el productor del film. La escena, que duraba 20 minutos, fue reducida por el productor a apenas 2 minutos.

- Esa secuencia onírica donde aparece un hombre con unas tijeras gigantes cortando un ojo fue un homenaje a Luis Buñuel por parte de Alfred Hitchcock.

- Ingrid Bergman se resistía a ser la protagonista del film, aduciendo que la historia de amor entre ella y Gregory Peck no era creíble; pero Selznick la convenció.

- Hitchcock tenía en mente como actor protagonista a Joseph Cotten (La sombra de una duda), pero estaba comprometido en otro film, así que O' Selznick propuso al joven Gregory Peck, no muy del agrado del director británico, aunque después colaboraría con él en El proceso Paradine, 1948.

-Hitchcock aparece pidiendo una habitación en el mostrador y saliendo del ascensor del hotel, fumando y con un estuche de violín.

- En la escena de la nieve, los copos son en realidad cereales. La mano con la pistola del final eran a tamaño gigante para lograr un buen encuadre y perspectiva.

- Como Selznick estaba preocupado por el rodaje de Desde que te fuiste (1944), otorgó cierta libertad a Hitchcock al comienzo del rodaje, no obstante, intervino activamente en el montaje, hasta el punto de volver a rodar algunos diálogos con Peck, retocar escenas, supervisar la banda sonora, recortar el sueño de Dalí de 20 a 2 minutos y ponerle título a la película Spellbound, en lugar de los títulos escogidos por Hitchcock "The House of Dr. Edwardes" (La casa del Doctor Edwardes) o "Hidden Impulse" (Impulso oculto).

IMÁGENES PARA RECORDAR





CRÍTICA

Spellbound, basada en la novela "The House of Dr. Edwards" de Francis Beeding (seudónimo de Hilary St. George Sanders) es una de esas obras que pueden clasificarse como "menores" de Alfred Hitchcock, aunque no por ello carece de interés, sino todo lo contrario. En ella se plasman los temas recurrentes del director británico, como son la psicología (Marnie, la ladrona), la persecución del falso culpable (Sabotaje, Con la muerte en los talones, Falso culpable, Atrapa un ladrón), las escaleras (Psicosis), el vaso de leche (Encadenados), los trenes y estaciones (Extraños en un tren, Sospecha, Alarma en el expreso, La sombra de una duda), los sueños (Vértigo) y las consabidas relaciones amorosas entre el galán (un Gregory Peck no muy creíble, que ante la pregunta de qué motivaciones debían guiarle al interpretar a su personaje, Hitchcock respondió "tu sueldo") y la rubia de turno (en este caso muy de su gusto, la elegantísima Ingrid Bergman).

La película adolece de diversos defectos en el guión, como un enamoramiento excesivamente rápido entre los dos protagonistas (un flechazo en toda regla) o unos diálogos excesivamente largos y no tan socarrones o agudos como en otras ocasiones (aunque sí hay algunas frases destacables). Además, el montaje articulado por el productor O. Selznick resulta algo precipitado, lo cual está bien para el espectador que disfruta de una película ligera y que hasta se hace corta, pero que termina naufragando en cuanto a lo que se supone que debía de ser su tema central: el psicoanálisis. La psiquiatría que empezaba a expandirse como la pólvora casi hacia la mitad del siglo XX, con las teorías de Freud y el análisis de los sueños como estandarte, debía haber sido tratada con valentía por Hitchcock, si bien al final de la película se llega a la conclusión de que las sondas lanzadas hacia la mente del personaje interpretado por Peck, no son más que un gran McGuffin, pues la narración se apoya más en el tema amoroso y policíaco, a partes iguales, resultando el psicoanálisis una mera anécdota. Desde luego, O. Selznick contribuyó decisivamente en este resultado, pues lo que iba a ser la parte más importante del filme, los sueños escenificados por los originales decorados de Salvador Dalí, quedó reducido a apenas 2 minutos del metraje, cuando la intención de Hitchcock era extender esta parte a casi 20 minutos. El fruto de todo ello, sea quien sea el culpable, es una película sustentada por un psicoanálisis barato, "de salón" que no ejerce el embrujo hipnótico que hubiera cabido esperar y que, por otro lado, sí que consiguió el director en otras películas que no abordaban directamente el tema médico, como Vértigo, Marnie la ladrona o, incluso, Psicosis.

Como contrapartida, deben destacarse las interpretaciones de Bergman y Chekhov, la banda sonora, merecedora de un Oscar de la Academia, la fotografía e iluminación (bonita la escena dentro del vagón y en las escaleras) y diversas secuencias al más puro estilo hitchcockniano, como todas las que tienen que ver con el pavor del protagonista al color blanco y a las rayas (recordemos que en "Marnie, la ladrona" ocurría algo similar, en ese caso con el rojo), la subida por las escaleras de la protagonista que ve la luz en la puerta de Peck, la bajada por las escaleras de este último con una cuchilla en la mano, cuando bebe el vaso de leche, el beso entre los amantes y la escena final de la pistola gigante que dispara al espectador.

En resumen, podría decirse que es una película muy entretenida, con algunos toques de maestría, pero que no deja de ser una obra menor del Hitchcok.

Para los que os animéis, disfrutadla.
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Señor Lobo

Lo mejor la banda sonora y la secuencia del sueño. No sabía eso de que Hitch pensara que durara 20 minutos y que el Selznick metió tanta mano en el montaje. Qué pena, quién sabe si podría haber llegado a ser un preludio a los grandes dramas psicológicos de Hitchcock.

Pues eso, no es de las mejores del maestro pero es entretenida e Ingrid es mucha Ingrid  :amor
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cicely

Una obra menor del tito Alfred,pero una buena película,el sueño es puro arte aparte de original como él solo,el guión es bueno y por supuesto las interpretaciones de Peck y Bergman,sobresalientes los dos.La compré hace tiempo y creo que es hora de volver a verla.
Buen trabajo Princesa.


Un día sin sonrisa,es un día perdido.
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Guevara

No es de mis favoritas del gordito, pero coincido con vosotros en que resulta una película entretenida de ver. De hecho, coincido contigo en prácticamente todo, princesa, de lo que comentas en tu gran trabajo.

¡Cómo me gusta leeerte!
Los japoneses no miran... sospechan (Woody Allen)
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