Contracorriente

Iniciado por ÁngelNeg, 17 de Mayo de 2010, 12:16:16 AM

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ÁngelNeg

CONTRACORRIENTE


Lo que callan las alabastrinas

Aunque para muchos Ciudad Juárez es sinónimo de violencia, muerte, contrabando y mucha injusticia social; es en la misma Ciudad Juárez, como en cualquier parte del país, así como del mundo, donde todos y cada uno de nosotros experimenta el día a día independientemente del entorno, o lo que le ha tocado vivir. La novela Mujer alabastrina de Víctor Bartoli Herrera, adaptada por Vicente Leñero, nos muestra un poco de este tema en la cinta Contracorriente (México-2009). Enfocada desde un punto de vista femenino, tenemos esta historia en la que Leñero tiende a desmenuzar a tres mujeres viviendo en la cotidianidad; así, estas tres muchachas jóvenes,  viven, sufren y se divierten en Ciudad Juárez. Semejantes entre sí por su origen, todas pertenecen a la clase popular. Chuya, Cata y la Güera tienen sin embargo su entorno propio, su familia y su personalidad. Esta historia triangular relata algunos momentos cruciales de sus existencias, el primer amor, la primera relación sexual, el primer embarazo, la primera decepción, que tienen lugar en una realidad sórdida, pero siempre vital

A diferencia de muchas cintas con la filmación enclaustrada en esta frontera, Contracorriente no se suma a esa oleada de filmes por mostrar lo más sórdido del tema consabido de las muertas de Juárez, de hecho apenas si hay sólo una mención acerca de la violencia en aquel lugar, y una sólo imagen de las muchas que representan este triste fenómeno violento. Se pudo haber filmado en cualquier lugar sin que hubiese una afectación a la trama; pero es por la misma cuestión que tiene cierta valía en cuanto al establecimiento de cada una de la realidad de los tres personajes. Realidades tripartitas que convergen en un punto en común, la de ser mujeres y haber sido usadas y engañadas.


Si esto suena a telenovela, no es porque no debiera, sino porque así son las cosas. Contracorriente puede constituirse como tres capítulos individuales de cualquier teleserie melodramática versión hard, entiéndase Lo que callamos las mujeres y tiene razón de ser, pues aunque el pobre guión de Leñero no puede dar para mucho, los directores se empecinaron por seguir un esquema televisivo que les quedaba como anillo al dedo. Si bien no se puede culpar del todo a Rafael Gutiérrez, sí a Elisa salinas quien codirige junto al primero; y cuyo historial es en base a la producción en su mayoría de programas televisivos de carácter melodramático que en la televisión mexicana hasta el día de hoy funcionan de manera satisfactoria, no así en el cine mexicano donde opta por llevar este formato valiéndose de decenas de amigos actores, haciendo que parezca un ejercicio hecho por y para los amigos. No hay seriedad en todo el concepto, y la mayoría de las actuaciones no son convincentes sino risibles, aunque mención especial merecen Ofelia Medina y Héctor Suárez haciendo un poco de visión en algo no tiene; y Dolores Heredia desperdiciada como ya es costumbre.

Contracorriente es sólo eso, un capítulo televisivo extendido que ni siquiera es bueno, pues la edición es mala, muchas escenas están muy mal dirigidas, la música no cuadra en muchas partes, y ya sin donde aterrizar la trama, se apresuran a mostrarnos cada uno de los desenlaces de manera muy contraproducente. El tema principal de la cinta, en la que se nos mostraría a esas mujeres que van en contra de todo para salir adelante, converge en la definición más incorrecta de lo que significaba ser una mujer alabastrina y que era su título original. La historia no tiene respeto por estas féminas, tanto, que acabamos deseándoles su tan mala suerte a falta de convicción.
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