El último hurra (1958)

[Guevara]

EL ÚLTIMO HURRA

¿Cómo le agradecerías a un hombre un millón de sonrisas?

FICHA TÉCNICA

Título Original: The Last Hurrah
Año: 1958
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: John Ford
Intérpretes: Spencer Tracy, Jeffrey Hunter, Dianne Foster, Basil Rathbone, Pat O'Brien, Donald Crisp, James Gleason, John Carradine, Edward Brophy, Ricardo Cortez, Jane Darwell
Guión: Frank S. Nugent
Música:
Fotografía: Charles Lawton Jr.
Productora: Columbia Pictures
Duración: 121 minutos

OTROS CARTELES DE LA PELÍCULA

   

SINOPSIS

El alcalde de una ciudad de Nueva Inglaterra se presenta a la reelección. Cuando comienza el periodo electoral, sus amigos le aconsejan que cambie el método de campaña para poder competir con su rival en los comicios electorales, que según los últimos sondeos, está impactando fuerte en la población usando medios más modernos, como la televisión. Pero él está convencido de que los métodos tradicionales le pueden dar el triunfo, como siempre.

     

El director y sus protagonistas

ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) El guión de Frank S. Nugent, uno de los colaboradores habituales de John Ford, adapta una novela de Edwin O'Connor.

2) La primera opción de John Ford para esta película era Orson Welles, pero no lograron ajustar sus agendas. Cada uno de ellos era admirador del trabajo del otro. Ahora, después de ver la película, no me imagino a nadie mejor que Tracy para el papel.

3) Jeffrey Hunter, que ya había trabajado con Ford dos años antes en "Centauros del desierto", era aún un actor poco conocido, pero se hizo mundialmente famoso al encarnar tres años más tarde al Jesucristo más guapo de la historia del cine en "Rey de reyes".

COMENTARIO PROPIO

No me gusta la política.

Por desgracia, la mayor parte de los sucesos de nuestra vida, por cotidianos e insignificantes que nos parezcan, están regidos por decisiones políticas. Yo intento ser un buen ciudadano y siempre cumplo con mis obligaciones cívicas, unas veces porque quiero hacerlo, otras porque se me obliga bajo amenazas de multas, pero luego me gustaría desvincularme totalmente de todo aquello que huela, de lejos, a política porque... no me gusta la política y los políticos aún menos. La política me aburre y los políticos me defraudan y me cabrean.

Por eso nunca pensé que una película, en blanco y negro, que cuenta una campaña electoral me fuera a resultan tan amena y entretenida. Confieso que es la primera vez que veo esta película y aunque por el tema no me llamaba la atención absolutamente nada, me decidí a darle una oportunidad por que era de Spencer Tracy y porque la dirigía John Ford. Y he descubierto una auténtica joya.

Si os digo la verdad, no me he fijado mucho en los aspectos técnicos, tan metido estaba en la historia. Y eso que la copia que conseguí estaba en un estado lamentable visualmente, aunque al menos se escuchaba bien.

Spencer Tracy se presenta a la reelección como alcalde una ciudad por quinta vez. Los contrincantes son los mismos que ya ha tenido otras veces y a los que siempre ha derrotado, pero esta vez ha saltado a la palestra un joven que aunque en realidad es poco menos que un estúpido y un pelele, cuenta con el respaldo de un periódico cuyo director (John Carradine) es enemigo acérrimo de Tracy y está usando un nuevo medio de comunicación, la televisión, para hacer llegar su imagen y su mensaje a sus conciudadanos. Tracy sabe que ésta va a ser su última campaña, su último hurra, pero quiere seguir haciéndola como lo ha hecho siempre, a la manera tradicional. Es decir, que la película nos presenta lo que ya hemos visto en muchas otras, política y medios de comunicación de la mano, influencias, intereses, chantajes y presiones a la palestra. ¡Pero de qué forma tan amena lo hace! Y parece ser que John Ford opinaba igual que yo de los políticos. "¿Dónde están los mejores?", le pregunta alguien al alcalde. "Por supuesto, no en la política", responde él.

Resulta increíble, pero la mayor parte de las situaciones que contemplaremos en esa campaña electoral son absolutamente reconocibles e idénticas a las que hemos podido ver de nuestros propios políticos actuales en campaña, modos, frases, actuaciones... Increíble, pero cierto. Ahora actúan igual que ¡hace 50 años! Pero ¿cómo es posible? ¿Cómo pueden seguir engañándonos igual sin haber cambiado de métodos, con los mismos trucos? Me deprime la respuesta. Pues lo logran porque en realidad la mayoría de nosotros somos tan catetos y tan borregos como antes y ver a un político besar a un niño en un mercado de barrio nos parece que le hace muy humano y una buena persona, sin caer en que ese tipo no ha pisado un mercado en su vida, excepto en campaña electoral y que a lo mejor no ha besado a un niño ni aunque fuera su propio hijo.

Tracy... ¡Qué grande Tracy! Realmente está estupendo en un papel realizado ya en sus momentos crepusculares. Con un aplomo y una ironía apabullantes. Pero es que tiene a su disposición unos diálogos que son una auténtica gozada. La mayoría de las veces es para escuchar dos veces y sin perderse una coma. Y no es que sean grandes frases, grandilocuentes, pura filosofía, no, nada de eso, todo lo contrario, son frases sencillas, con gran mordacidad y sarcasmo, de las que podríamos usar coloquialmente cada uno de nosotros, si se nos ocurrieran y pudiéramos decirlas a la velocidad a la que las suelta él. ¡Qué grande era Tracy! Lástima que no se presente a unas elecciones. Yo votaría por él.

¿Y Ford? Pues no lo voy a descubrir yo ahora, claro, pero Ford era... ¡Un maestro! ¡Qué forma de narrar una historia! No es una de sus obras de grandes espacios abiertos y héroes sueltos en el oeste, no, ésta es más de las de tipo costumbrista, sólo que no transcurre en la verde Irlanda, aunque parezca que nos hayamos trasladado a El hombre tranquilo en secuencias como la del funeral. Larga secuencia ésta, mostrándonos una mezcla de drama y comedia que sólo un maestro puede encajar tan a la perfección como aquí, con situaciones emotivas y cómicas, con diálogos mordaces intercalados con otros de gran sensibilidad, "Esto no se parece nada a un velatorio. ¡Es un auténtico mitin político!".

Pues eso, que Ford es un maestro dirigiendo a un grande entre los grandes y a un plantel de secundarios de lujo, casi todos ellos habituales en sus películas. No es una película demasiado conocida y eso es algo que debería cambiar porque es una obra absolutamente recomendable para los amantes de las películas políticas. Para los que, como yo, se aburren con estos temas... no deberían perdérsela.

A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.   :guiñar

[Mai]

No la he visto,Guevara.Desde luego me la apunto como preferente,Spencer Tracy es mi tercer amor.

Luego leeré la crítica más detenidamente,ahora voy sin tiempo,pero muchas gracias,maestro

[Guevara]

No la he visto,Guevara.Desde luego me la apunto como preferente,Spencer Tracy es mi tercer amor.

¡Anda! El tercero ¿no era yo? 

[tracyhepburn]

No la he visto,Guevara.Desde luego me la apunto como preferente,Spencer Tracy es mi tercer amor.

¡Anda! El tercero ¿no era yo? 

Guevara, seguro que tú eres el primero jaja

Bueno, pues con esta sí que me has sorprendido. Yo tampoco la he visto, es más, ¡es que ni me suena!, pero con el comentario que has puesto, y tratandose de Spencer y Ford, también la pondré entre las preferentes. Me han entrado ganas de verla.

No te acostarás sin descubrir una película más. 

Gracias Guevara.

PD: Veo que ultimamente, te estás animando a poner fotos de la peli o personajes también.

[replicante]

Yo como Mai no la he visto; ni tan siquiera sabía que fuera de Ford, aunque me sonaba el título. La conseguiré y diré algo si la veo, espero que sí. No leo tu crítica, Guevara, hasta que la vaya a ver; la leería poco antes para tener referencias, sino lo único que voy a hacer en este foro es leer tus trabajos     . Dew

[Guevara]

PD: Veo que ultimamente, te estás animando a poner fotos de la peli o personajes también. [/color]

No es que últimamente esté animado a hacerlo, tracy, siempre lo he estado, pero desde el trabajo tengo un montón de cosas vetadas y poner imágenes es una de ellas. Lo que pasa es que últimamente he descubierto que algunas, muy pocas, sí consigo que se vean, pero tampoco puedo elegir mucho, no te creas. Así que, siempre que pueda hacerlo, seguiré incluyendo alguna foto.

[princesadelguisante]

Da rabia que las películas menos conocidas de un gran director sean eclipsadas por sus obras maestras o más difundidas, cuando esas obras "medianas" son cien veces mejores que las obras maestras de un director corriente.

Te doy las gracias, Guevara, por haber escrito esta crítica y haberme hecho apuntar esta obra casi desconocida en la lista de pendientes, porque ayer la vi y ¡vaya grata sorpresa!

He de reconocer que los primeros minutos estaba un poco dispersa y como había algunos diálogos exclusivamente políticos no conecté desde el principio. Pero, al poco, cuando las virtudes y los defectos más humanos de los personajes empezaron a aflorar, me quedé con los ojos como platos hasta el final, en el que sorpresivamente unas lagrimillas se escaparon por mis mejillas, algo que no hubiera podido imaginarme al principio de la película, ni lo más remotamente. Y es que lo que parece una película política, sobre la reelección de un alcalde de Nueva Inglaterra (basado en el personaje histórico llamado James Michel Curley, que fue alcalde de Boston) se transforma en un análisis de las artimañas y bajezas que se ocultan tras las campañas políticas, los odios atávicos entre ciertas clases sociales y familias, el importante papel de cada estamento social y las relaciones personales y familiares de los personajes.

Spencer Tracy hace un papel magnífico, convirtiéndose en el vértice de la historia y de todos los diversos personajes secundarios que pululan por la trama. Su personaje, Frank Skeffington, es de orígenes humildes pero ha conseguido triunfar en la política a pesar del odio acérrimo del director de un periódico local (¿nos suena?), pues es un político "tradicional", que mantiene el contacto directo y cercano con su Comunidad y ha sabido rodearse de unos agudos y leales colaboradores. Aunque se ha convertido en un maestro de la política y sabe utilizar las situaciones en su favor, tiene un fondo honorable, honrado, y sólo utiliza su poder en aras del bien de algunos ciudadanos, especialmente de los menos acomodados. Por ello, tiene en contra al sector más conservador de la ciudad y a los altos cargos religiosos, quienes deciden apoyar a un "tontolaba" como contrincante del viejo alcalde en las nuevas elecciones.

Me gusta especialmente el tratamiento de los secundarios, que utiliza de forma coral en diversas ocasiones, destacando la escena maravillosa (entre cómica y dramática) del funeral, la secuencia en la que Skeffington convence al hijo de un banquero, al que le falta un hervor, para que se haga jefe de los bomberos, con casco, trompeta y sirena incluidas y las escenas del fianal, tan emotivo. Entre dichos secundarios, me gustaron especialmente el sobrino, el ingenuo colaborador Ditto (un puntazo la frase que le espeta Skeffington al final "¿Cómo le agradecerías a un hombre un millón de sonrisas?" con la que solté la lagrimilla) y el despreocupado y "viva la vida" de su hijo, que añade drama familiar a la trama.

Una grata sorpresa, sí señor, de una película poco conocida, pero con muy buen hacer.

[replicante]

No pude encontrarla. Lo intentaré de nuevo a ver si puedo. Ya había leído hace tiempo lo que puso Guevara y me llamó la atención; como a Princesa, no me sonaba que fuera de Ford, y por lo que dice Princesa podría ser de Frank Capra perfectamente... de hecho me suena una cosa parecida a Caballero sin espada

[princesadelguisante]

de hecho me suena una cosa parecida a Caballero sin espada

Esta es de James Stewart, ¿no? También la tengo en la lista de pendientes....

"El último hurra" no llega a tener un mensaje tan moralizador, humanista y optimista ante las dificultades como el de Capra, pero sí que alberga algo de esa emotividad o sensibilidad que caracterizaba al citado director. Quizás Ford se sitúa unos pasos más alejado de los personajes.

[Guevara]

Me alegra que te haya gustado, princesa. Para mí, y supongo que para todo el mundo, es muy gratificante que alguien decida ver una película por lo que yo he puesto de ella y, al cabo del tiempo, aparezca y diga que le ha gustado.

Es increíble lo actuales que resultan la mayoría de sus planteamientos áún hoy en día, ¿verdad?