Bon Appétit

Iniciado por elbombardero, 12 de Noviembre de 2010, 12:12:21 AM

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Bon Appétit.




SINOPSIS: Daniel (Unax Ugalde), un joven y ambicioso chef español, acaba de conseguir su sueño: una plaza en el prestigioso restaurante de Thomas Wackerle (Herbert Knaup) en Zurich. Su extraordinario talento le servirá a Daniel para progresar en la exigente cocina de Wackerle, pero no podrá evitar que su relación con Hanna (Nora Tschirner), la atractiva sumiller del restaurante, se transforme en algo más que una simple amistad. Esta inesperada situación volverá del revés el ordenado mundo de Daniel y le hará plantearse una difícil cuestión: ¿Merece la pena arriesgar su carrera profesional por el amor?  


CRÍTICA: Historias de amigos que se besan

Desde que el cine es cine, o mejor aun desde que el hombre es hombre si hay un tipo de historias que le gusta contar, escuchar, imaginar, etc.. son aquellas que tratan sobre lo que siempre se ha dicho que mueve el mundo y no me estoy refiriendo al dinero (el verdadero motor del mundo aunque nos pese) sino a ese senitmiento extraño que a todos nos toca alguna vez y que revuelve las entrañas y la existencia de aquel que lo sufre (no nos engañemos, hay bastante de sufrimiento) volviendo del revés su mundo y haciéndole tambalear cualquier principio establecido, el que te crea "mariposas" en el estómago, el que te hace ver el lado bueno de la vida, ese al que conocemos como AMOR.

De películas románticas está llena la historia del cine y aunque se suponga un género eminentemente dirigido al público femenino, ya se sabe que los hombres somos tipos duros, que no podemos mostrar nuestros sentimientos y que ese tipo de películas son ñoñerías, nos nos engañemos, si una película romantica es buena, nos llega a gustar tanto como a cualquiera. Menospreciar películas como "Lo que le viento se llevó", "La Bella y la Bestia", "Sabrina", "Los Puentes de Madison" o "Titanic" simplemente por pertenecer a este género es de tener pocas luces por muy hombre que se sea (o se pretenda demostrar ser). Pero también es el género del que más películas se hacen a lo largo del año, de cualquier año y reconozcámoslo, de las anteriores sale 1 de cada 100 porque las otras 99 van buscando lo fácil, es decir, atraer el público a la sala con poco más que la historia de Chico y Chica se conocen, se gustan o se odian, uno o los dos tiene problemas ya sea en forma de pareja o de incertidumbre, para finalmente acabar juntos y felices (se supone que para siempre). Sí, sí, ya se que ahora mismo estáis poniendo el grito en el cielo porque esta es una generalización brutal sobre el género, pero no os confundais, no estoy diciendo que el género sea eso, sino que películas así nos llegan a puñados todos los años con la simple idea de atraer a la gran masa femenina (que va en pareja, y ya son dos) a la taquilla y eso hace que actualmente parezca que el género está devaluado. De ahí que se me antoje un riesgo que para su opera prima David Pinillos haya elegido el único género que puede hacer que su película se pierda entre la multitud de mediocridades que nos llegan cada estación otoñal, momento algido para este tipo de cine. La verdad es que no sé si precisamente ha sido ese el motivo, si aprovechar la vulgaridad para intentar emerger sobre ella o por el contrario refugiarse en ella en caso de que la apuesta vaya a parar a la saca de la banca.

Cómo buén cinéfilo, me dispuse a disfrutarla intentando que ningún prejuicio me creara espectativas erroneas. He de admitir que durante gran parte del metraje, fui viendo o creí ver, la mayoría de los clichés anteriormente citados que tantas y tantas veces hemos visto y la verdad es que razón no me faltaba. Pero no siempre se puede llevar razón aun llevándola, paradoja que seguidamente me propongo explicar. Por un lado la película nos muestra el típico molde, menos abizcochado que de costumbre, pero el mismo al fin y al cabo, de chico y chica se conocen y él siente un tilín en su interior aunque ella ni le ha mirado. Hasta aquí todo perfectamente cuadriculado, e incluso un poco más adelante se continúa con los hábitos del género cuando nuestro protagonista en charla singular con la joven que está empezando a cautivarle sin que ella lo sepa, comenta que en la vida real no ocurre que un par de personas estén hablando y de repente se besan, momento en el que ella aprovecha y le besa. Yo no se a cuantos de vosotros les habrá pasado algo ni parecido, pero a un servidor eso no le ha pasado nunca (ya me hubiese gustado) y es que por mucho que se empeñen, es verdad, eso SOLO PASA EN LAS PELÍCULAS (no os preocupeis, todo esto se ve en trailer, no he destripado nada). Así que en tan sólo 15 minutos el propio director, había conseguido que retornaran mis prejuicios, destrozando sibilinamente las esperanzas que llevaba guardadas. Pero como dije antes, a veces aunque se tenga razón, no se tiene, porque vale, la película arranca con lo más manido del género, pero realmente no importa si lo cuenta  bien y simplemente es algo así como el McGuffin que denominaba el maestro Alfred, un empuje para que la historia empiece su recorrido, utilizando esta vez pasos conocidos para el espectador. Aquí radica el encanto de Bon Apettit, empieza centrándose en algo conocido de manera que no te pierdas y a medida que los personajes se van desgranado en pantalla (aquí no hay historias anteriores de pasados tormentosos, sólo se trata el presente, una gran baza) de manera suave pero precisa, va creciendo la sensación de realidad de la historia que no por ser conocida, deja de tener interés si se cuenta bien. Ese es el valor de la película, la manera de tratar la historia tan sólo a través de sus personajes, unos fantásticos Unax Ugalde, Nora Tschirner, Guilio Berruti y Herbert Knaup que llenan la pantalla con su credibilidad, espontaneidad y sencillez. Por supuesto, la película no es perfecta e imagino que el director no lo pretendía (y si lo pretendía le ha servido de lección), porque al igual que hay momentos fantásticos que crecen a la sombra de una simple llamada de móvil, hay momentos pobres que parecen una laguna negra de ideas precocindas cual plato de pasta al microondas en 2 minutos, de esos que tiras de ellos cuando no se te ocurre nada mejor para rellenar el hueco.

Aun con todo y con eso, Bon Apettit es un poco más que una historia romántica, los contras sumán (en parte debido a la todavía falta de experiencia del director) aunque el poso general es de haber degustado no un plato excelente, pero si bastante agradable.


Lo Mejor:



    -   Los 3 personajes principales
    -   El momento música del viaje.
    -   Un final para recordar


Lo Peor:


    -   Momentos de pérdida de ideas
    -   Ineficaz uso del paso del tiempo
    -       Pretender ser más de lo que es.

Nota: 6,5
Todos nosotros tenemos algo de críticos, pero no todos los críticos tiene algo de nosotros

Sección de Clásicos :obacion
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