Plot for Peace

Iniciado por reporter, 05 de Diciembre de 2013, 10:49:19 PM

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Plot for Peace


SINOPSIS: Plot For Peace es un thriller político que narra por vez primera la aventura secreta del empresario francés Jean-Yves Ollivier, quien consiguió en los años 80 involucrar a una serie de líderes políticos y altos cargos de diferentes ejércitos y servicios secretos para sembrar la semilla de un diálogo de paz regional que condujo a la liberación de Mandela.

CRÍTICA: El empresario de la paz

Por mucho que determinadas películas y determinados telediarios hayan querido convencernos de lo contrario, el mundo en el que vivimos ha sido siempre (y cada día que pasa, dicha realidad es más constatable) un tablero inmenso en el que intervienen infinidad de jugadores. Están, por supuesto, las grandes estrellas, los participantes que cuentan con más medios y/o talento en favor de su causa. Están los nombres que capitalizan buena parte de la atención de todos aquellos que siguen -o sufren- la partida, pero ninguno de sus actos puede entenderse del todo sin haber entendido antes el papel desarrollado por los secundarios... incluso por aquellos que a simple vista no aparenten ser más que figurantes. Para seguir con el ejemplo (y los que lo hayan probado alguna vez lo entenderán), nadie se ha proclamado jamás vencedor en el Risk sin haberse antes apoyado en uno, o dos, o tres... aliados eventuales, los mismos que se ven obligados a recoger todas sus fichas antes de lo que seguramente tenían previsto.

En el teatro las cosas funcionan más o menos igual. Las ovaciones se las llevan los intérpretes, a veces incluso los dramaturgos, pero es extraña la ocasión en que alguien (ya sea de dentro o de fuera del espectáculo) tiene la deferencia de acordarse de aquellos que permanecen al margen de la luz de los focos. Sin ellos la función no hubiera sido posible, sin embargo, como nadie les ve (se supone que es por esto) se quedan en la misma casilla donde empezaron: en la del olvido. Asimismo, la historia está construida a base de pedazos, esto sí, de la carne más selecta. Guerras, tratados y bodorrios, acontecimientos todos ellos, y para bien o para mal, memorables. Trascendentes y protagonizados por héroes y villanos. Un ejemplo, el de uno de los periodos más bochornosos de la historia de la humanidad: el apartheid.

En los libros de texto, wikipedias y documentos deportivos aparecerán, en letras mayúsculas, los nombres de P.W. Botha, Frederik De Klerk y, por supuesto, el de Nelson Mandela. A partir de este triángulo de composición isósceles, podrá tenerse una idea más, pero sobre todo ''menos'', acertada del traumático proceso por el que recientemente pasó tanto Sudáfrica como el resto del mundo, testigo mayormente sordomudo de todo lo acaecido. Lo importante es que la imagen obtenida carecerá de los matices y (a esto vamos) del resto de personajes que determinaron el curso de los eventos. Uno de ellos fue el empresario franco-argelino (hablando de realidades poliédricas) Jean-Yves Ollivier, cuyos conocimientos y contactos cosechados a lo largo de años comerciando con materias primas en el continente africano, fueron determinantes a la hora de decantar la balanza a favor de unos derechos humanos y una justicia olvidados (sino pisoteados) hasta aquel entonces.


Esto es, precisamente, 'Plot For Peace', el fin del apartheid contado a través del testimonio de los atores (mejor ''actorazos'') secundarios... y del tramoyista que preparó el escenario. Y es que el olvido (colectivo, se entiende) no tiene por qué ser debido a la falta de relevancia (¿o acaso hemos decidido volver a ignorar el recuerdo de Juan ''Garbo'' Pujol?). En este sentido, este documental dirigido por Mandy Jacobson y por el madrileño Carlos Agulló es esclavo de su principal virtud. Esto es, un compromiso total con la historia bien desmenuzada que se convierte, como no podía ser de otra manera, en un rompecabezas de dificilísima resolución. Porque el apartheid no sólo se cebó -directamente- con la población sudafricana, sino con casi todos los países vecinos, en lo que acabó convirtiéndose en un mapa (por no decir ''polvorín'') demacrado por la peor herencia imperialista.

En la década de los ochenta, el África austral estaba a punto de estallar, y la onda expansiva de su explosión podía llegar a ser mucho más destructiva de lo que algunos querían ver. Otros, como Jean-Yves Ollivier se horrorizaban al vislumbrar un escenario mucho más devastado(r) y, dicho sea de paso, probable. Es por esto que, echando mano de sus propios medios y otras vías alternativas, puso en marcha un complot político que supuestamente (y aquí tocó cruzar los dedos) repercutiría en un bien común al que parecía que demasiada poca gente estaba prestando atención. Más allá de las -incómodas- ambigüedades localizables en las motivaciones de este inesperado salvador, 'Plot For Peace' se centra en tratar de transmitir al espectador la complejidad de esta realidad histórica a menudo demasiado simplificada. La tentación de caer en comparaciones apriorísticas está ahí, pero la radiografía de personaje a lo Barbet Schroeder (véase la dedicada al esquizofrénicamente fascinante Jacques Vergès en la imprescindible 'El abogado del terror') queda si acaso en manos del consumidor.

En las labores a las que realmente se dedican Jacobson & Agulló, y siempre sobre el papel, pocos motivos hay para atacar a la película... la lástima es que en el poco metraje concedido, sea demasiado fácil perderse en el mar de nombres, nacionalidades e intereses cruzados. Está todo ahí, sí, pero desgraciadamente en una sala de cine no puede recurrirse a los botones de ''Pausa'' y/o ''Rebobinar''. A pesar de ello, se impone la buena presentación del producto, que conjuga correctamente el material de archivo con las entrevistas con los implicados, así como el buen aprovechamiento de ese aroma inconfundible que desprenden los mejores thrillers políticos, es decir, aquellos que huelen a -compleja- realidad. Los autores no hacen trampas al solitario, sino que además muestran hacer alarde de las mejores virtudes de su protagonista. Y es que si a Jean-Yves Ollivier le tocó lidiar con el ''Gran Cocodrilo'', a ellos dos les ha tocado roer (y lo han hecho con mucha dignidad) un hueso si cabe más duro: un relato terrorífico en su naturaleza y en su estructura.

Nota: 6 / 10
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