Hana-Bi (Flores de fuego) (1997)

Iniciado por Turbolover1984, 10 de Marzo de 2011, 01:21:26 PM

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Turbolover1984

Hana-Bi (Flores de fuego)
(Hana-Bi)



SINOPSIS:

Un policía llamado Nishi -Takeshi Kitano- se enfrenta a la enfermedad terminal de su esposa, al drama de un compañero que ha quedado parapléjico en una redada y a un grupo de mafiosos que le siguen la pista.

CRÍTICA:


Mis primeras (y recientes además) experiencias con Takeshi Kitano fueron muy gratas. La primera fue la excelente El verano de Kikujiro, justamente la que dicen la peli más diferente de lo que suele hacer y que me pareció una maravilla y la otra fue Zatoichi, muy diferente y sin llegar a los calificativos de la anteriormente mencionada, pero una película de grato visionado.

La que nos ocupa es de las más alabadas de su filmografía tengo entendido y a mi lo siento mucho pero me ha parecido uno de los mayores tostones y de las películas que más me ha costado acabar en tiempo.

En Zatoichi ya había momentos de ritmo lento, fijación por la fotografía y los gestos inexpresivos de los personajes pero en esta es elevado a la enésima potencia.

Kitano es un detective que tiene a la mujer muriéndose de leucemia y a parte afectado porque en una reciente redada resultó muerto un compañero y otro se ha quedado en silla de ruedas y abandonado por su mujer y su hija. Además, lo persiguen un grupo de mafiosos de tres al cuarto reclamándole dinero que les debe, por lo que para darse un último homenaje con la mujer, pagar sus deudas y comprarle algún regalo a su amigo y ex-compañero lisiado toma la decisión de conseguir el dinero de una forma cuanto menos peculiar y más dada su profesión.

Me la puse un día al acostarme y sin excesivo sueño...duré despieto 10 minutos. Hice otro intento al día siguiente, con el mismo resultado (aunque aganté más) y habíendome acostado absolutamente despejado y pronto. A la tercera ya me la pusé sentado y sin ser a horas de dormir y ya aunque me costó muchísimo (hacía mucho que no me pasaba con ninguna peli) me la acabé.

La historia en si puede parecer interesante, despertar incluso ternura pero la forma de contarla causa sopor. Cada plano es una tortura y un letargo de esfuerzos exagerados y chirriantes por parecer profunda y trascendente.

A parte de los personajes inexpresivos y frios como el hielo (cosa que había visto en las otras pelis del director pero mejor llevado y no de forma tan exagerada) y encima de esto se tiene la osadía de abusar de primeros y eternos planos de esas caras de cartón helado, solo salvable por los ticks del director y protagonista, los cuales son involuntarios por los que no los contaremos en un sentido ni en otro.

A parte de los eternos primeros planos de miradas, tenemos enfoques a riachuelos, al cielo azul y una especie de exposición de fotografía sobre flores que centra gran parte de la película, tras cuya muestra nos llevan de nuevo a la orilla del mar con el de la silla de ruedas mirando al horizonte y reflexionando sobre la vida, escena que puede quedar muy profunda, pero han dejado al pobre hombre solo estancado en la orilla en arena mojada y de ahi no sale..

En resumen; una oda a lo pretencioso, a lo somnífero y al ir para profundo y quedarse en mono. Por lo que he visto en las valoraciones generales de la gente, es una cinta que o te maravilla y haces palmas (cosa que no entiendo pero es totalmente respetable) o te aburre soberanamente y no te llega para nada. Yo, evidentemente, como habrá deducido el sabio lector, soy de los segundos.

Si hubiera que destacar algo, sería el final (aunque se vea venir a la legua, te lo anuncien previamente de forma poco sútil y siga en la línea de los planos y sucesos profundo-pretenciosos) y los momentos del protagonista en los que reparte leña, en una mezcla de la sequedad de Seagal y los huevazos de macho cabrío de Norris.

Un 3.4
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