"El gafe" Capitulo 3

Iniciado por juanluis, 26 de Enero de 2010, 07:26:20 PM

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juanluis

     Aquí os dejo el capitulo 3, y los enlaces a los anteriores. Gracias por vuestra lectura.

  Capítulo 1 http://www.elseptimoarte.net/foro/index.php/topic,14278.0.html

  Capítulo 2 http://www.elseptimoarte.net/foro/index.php/topic,14340.0.html


                         
                 
                                                                      3

       Silvia llegó a la casa de sus tíos nerviosa , aunque con una alegría que le inquietaba el  cuerpo. Durante la cena no intercambió apenas palabras con su prima, la cual apenas  notaba nada raro porque tenía la costumbre de pasársela entera mirando la televisión. Al finalizar, mientras recogían los platos, Silvia sintió  la necesidad de  comentar su encuentro.
-¡Oye!. Dijo con una enorme sonrisa.
-¿Sí?.
- ¿ A que no sabes con quién he tomado café?.
-¿ Con quién?.
-Con Lorenzo. Laura dejó de recoger los platos en  ese instante y miró muy seriamente a su prima. No quería mostrarse sorprendida ni ponerse a gritar histéricamente, ya que poseía cierta frialdad para estas situaciones, y considerando muy seria la situación, le preguntó.
-¿ Y que ha pasado?.
- Pues que le he dado mi teléfono, y  él a mí el suyo. Y espero que me llame pronto porque si no lo llamaré yo a él, y me da igual lo que me digas porque he hablado un rato con él y es de lo más normal.
- Es de lo más normal ¿no?.Pero es  que vas por el lado equivocado. ¿Quién te ha dicho que no sea normal?. ¿Acaso pensabas que era un retrasado?. No es nada de eso, y te diré más, tiene una inteligencia prodigiosa. Aprueba los exámenes como quiere, y se licenciará sin problemas, puede incluso llegar a ser un gran biólogo y demás. Pero es que eso no tiene nada que ver. Ese tío provoca auténticas desgracias a su alrededor . Algunas parecen cómicas , pero otras te pondrían los vellos de punta.  Volvió a recoger los platos, y se encaminó hacía la cocina. Su prima la siguió. Comenzaron a  meter los platos en el lavavajillas, hablando sobre la cuestión, una vez cerró el lavavajillas Laura cogió de los hombros a su prima.
- ¡ Escuchamé!.¡ Olvídate de todo!.  Alrededor de ese solo hay  infortunios, y hasta muerte Silvia, ¡muerte!.
- Pero..., eso es altamente improbable y además es cruel.
- Improbable, ¡tu lo has dicho!, ¡ ese es el primer paso!. Es tan improbable como el hecho de que tu seas tu, y no uno de los miles de millones de seres vivos que han  poblado la tierra en toda su historia, ¿verdad?. Has podido ser un insecto en la segunda guerra mundial , o un ácaro de un dinosaurio en el cuaternario. Ser uno mismo es el producto de una lotería más complicada que acertar la bonoloto veinte veces seguidas, pero es así y no es de otra forma, pues esto es lo mismo. Tu eres Silvia González  Hernández , y no otro ser vivo ¿verdad?. Pues ese tío destroza todo lo que toca y ya está , y te darás cuenta rápido, pero lo que no quiero es que a tí te pase algo.
  Silvia iba siendo despojada de fuerzas por las palabras de su prima. Quería creerla. Sabía que la quería. Pero la atracción que sentía hacía Lorenzo se convertía con estas palabras en algo más profundo.
-   ¿ Y que debo hacer?, ¿no hablarle?.
-   No hablarle, no mirarle, todo lo que sea con tal de que escapes de su influjo.
-   Me sentiré culpable.
-   Bueno, pues eso es mucho mejor que sufrir una desgracia que puede ser irremediable. Mira Silvia. Ahí en la calle esta misma noche habrá cientos de mendigos que no tienen donde dormir. ¿Y salimos a ofrecerles nuestra casa?. No. Seguimos viviendo con un sentimiento de compasión que en realidad es sincero, pero lo aceptamos y no hacemos nada más allá de presionar para que el gasto público se acuerde de ellos. Pues algo parecido debes hacer. Y el gran problema es que Lorenzo está más bueno que el pan, si no fuera por eso no sufrirías tanto.
      La intensidad con que su prima pronunciaba sus palabras la tenían abatida. Calló asumiendo que quizás fuera verdad lo que  estaba escuchando. Esa noche tumbada en su cama pensaba con tristeza en que debía olvidarse de la profunda atracción que Lorenzo ejercía sobre ella. Durante los días sucesivos, de vez en cuando miraba la agenda de su teléfono móvil para ver el número que con tanta alegría había guardado. Incluso a veces lo tecleaba, pero sin darle al botón para llamar. No volvió a cruzarse con él en una semana. Sólo lo vio una vez de lejos y cambió el rumbo de sus pasos para evitarlo. Por su parte Lorenzo, pensaba con frecuencia en aquella chica que había querido pasar un rato junto a él, pero no quería llamarla, ya que pensaba que si salía de su parte, en el momento en que pudiera pasarle algo sería responsable. Se dedicó a estudiar para un examen que tenía en breve. Cuando lo hizo, dado el brillante examen que había hecho y que todavía no había ocurrido nada durante su estancia en la Universidad; se sintió con fuerzas para llamarla, y así lo hizo. La llamada pilló completamente desarmada a Silvia, que no sabía ni que decir.
-   ¡Ya te habrán hablado de mí!, ¿es eso no?.
-   No, no.... Ella intentaba ocultarlo aunque con muy poca convicción.
-   No te preocupes, estoy acostumbrado. Solo es que he hecho un gran examen y me apetecía celebrarlo de algún modo con alguien, pero será mejor que no.
Lorenzo colgó para hacerle más fácil la incómoda situación. Ella se sentía francamente mal por no haberle dicho que si quería verle. En realidad lo deseaba. La creciente culpabilidad que iba poco a poco atormentándole acabó por explotar y  decidió llamarle. El se negó al principio con todas sus fuerzas. Estaba casi seguro de que era solo su honestidad la que la llevaba a tomar esa decisión, y no quería que aquella relación se fundase en un reto moral por parte de Silvia, pero fuera amor o la necesidad de acallar a su conciencia, se mostró tan convencida en que debían verse que finalmente le  convenció. Fueron al cine a ver una película, sobre la que charlaron al final tomando una copa en un bar cercano. Para él aquella situación era completamente maravillosa. En la soledad de su cuarto muchas veces había imaginado conversaciones con alguna chica inteligente. Y en ese momento se estaba cumpliendo aquella  natural e insistente por escasa , fantasía. Fue conectando la película con otras del director, desmenuzándola con vivo interés; y transmitiéndole lo que él consideraba que debería tener una obra para conmover a un espectador. Ella escuchaba con atención sus palabras. Le gustaba especialmente el énfasis que ponía en que no se debía buscar con tanta ansía una causa que explicase la emoción vivida ante una obra de arte, sino que en primer lugar debía valorarse la emoción que esta causaba para después por el mero placer de buscar lo que  la motiva  intentar  averiguar de donde procede. Con este complemento psíquico tan perfecto ,ella iba notando que comenzaba a quererle realmente;  y el rechazo en que vivía Lorenzo le parecía un motivo perfecto para ser valiente, y vivir experiencias que realmente pudieran ser dignas de ser vividas, aunque solo sean por su patetismo.  Al igual que mucha gente abandona una vida cómoda en occidente, para ir a ayudar desinteresadamente a países pobres, ella podía encontrar en él algo realmente excepcional por lo que merecía la pena , y esto lo pensaba con cierto escalofrío, incluso morir. Su encuentro también causó cierto optimismo en Lorenzo llegando a pensar que quizás todo se acabase y pudiera vivir una vida tranquila y normal. Pero unos días después se estrenó su fatalidad en la Universidad, ya que el profesor de la asignatura de la que se había examinado apareció muerto, por causas aparentemente naturales, en su despacho mientras corregía su examen precisamente.
         
     Al profesor muerto lo encontró un compañero que se encontraba en el despacho de al lado. Era ya tarde,  tanto que le extrañó que alguien más estuviese en el pasillo, ya que él no solía demorar tanto su salida de la Facultad, y por eso la luz que vio por debajo de la puerta le invitó a llamar; y al ver que no contestaba nadie entró descubriendo el cuerpo tendido sobre el examen de Lorenzo. No se supo nunca a ciencia cierta como corrió el rumor acerca del detalle del examen; pero el caso es que en pocos días era vox populi.
-¿Te habrás enterado, no?. Fue lo que preguntó  Laura a su prima en cuanto se hizo partícipe de lo que se hablaba por la Universidad.
- Sí, si me he enterado; contestó Silvia con una sequedad defensiva. Pero nada  pienso hacer al respecto.
- ¡Ya!. No sabes donde te estás metiendo. Tu sigue viéndole, y veremos como acaba todo.
Silvia que se encontraba sentada en el sofá viendo el televisor, continuó mirándolo sin torcer el cuello, mostrando su total apoyo a su conducta.
-   Y hasta serás capaz de enfadarte conmigo, e incluso podrás retirarme la palabra si es necesario; decía Laura con aire resignado y con voz suave. Porque así es el amor, y así será siempre.
Los alumnos de fuera de la ciudad fueron puestos pronto al corriente de todo lo que ya había pasado antes de este incidente. También recibían con expectación las historias de quienes ya le  conocían tiempo atrás, los que siendo de la ciudad , solo habían escuchado anécdotas , y se maravillaban de que lo que era una leyenda adolescente local  fraguase delante de sus ojos.  Lorenzo por su parte permanecía tranquilo. No dudaba de la veracidad de la historia, es más, estaba plenamente convencido de que el examen era el suyo; pero él ,como todas las mañanas;  se dirigía a la cafetería de la Facultad, pedía un café con leche, leía el periódico y  programaba mentalmente el día, volcado en su carrera.
  Silvia sintió la necesidad de llamarlo por teléfono.
-   ¿ Como estás?, le preguntó de manera genérica, aunque le pareció que era una alusión expresa al tema. Lorenzo permaneció en silencio, y al poco dijo con una quebrada voz que estremeció a Silvia.
-   ¡ Voy a entregarme a la Policía!.
-   ¿ ¡Como!?, pero tu no has hecho nada, le dijo ella con gran indignación. Entonces el soltó una tremenda carcajada.
-   ¡ Eres un imbécil!, dijó avergonzada por haber caído con tal facilidad.
-   Perdona, es que estoy tan acostumbrado que hasta me gusta bromear con el asunto. Por supuesto que no me voy a entregar a la Policía. No hay supuesto en el Código Penal  para encerrarme. ¿ Esto te parecerá un poco siniestro?, ¿ no es así?.
-   Un poco, sí. La verdad es que es un poco siniestro. Me siento un poco rara hablando del tema. Pero, ¿ tu como te tomas todo lo que dicen de ti?.
-   Pues ya simplemente me da igual. Me he acostumbrado a la soledad ,y a encerrarme en los libros, las películas, y todo lo que no necesita de lo demás. Sí te digo la verdad eres la primera chica con la que voy al cine en toda mi vida.
-   Pues quiero que sepas que me lo pasé muy bien contigo.
-   ¿  Y volverías a ir?.
-   Sí, contestó Silvia con total convicción.
-   Pues yo tengo que pensar seriamente si quiero que vuelvas a salir conmigo. No es por falsa autocompasión , ni nada de eso, pero no quiero que te pasa nada. Soy una bomba peligrosa, muy peligrosa; y te puede estallar en cualquier momento.
-   ¡ Quizás no me importe morir guerreando!.
-   Puede que a ti no, pero a mí si.
Y  todo esto fue lo que ocupó el pensamiento de Lorenzo durante varios días, y generalmente llegaba a la conclusión de que si realmente la quería quizás fuese mejor no seguir; pero ella le llamaba con regularidad, y despertó en él  la profunda esperanza de que quizás todo acabará de la noche a la mañana y pudiera ser feliz junto a ella. Volvieron a salir unas cuantas veces más , y puesto que nada le ocurría a ella continuaron viéndose. Llegó por supuesto el momento de transformar  en caricias, lo que comenzó en agradables conversaciones. Hicieron el amor en un hostal, y cuando al día siguiente leyeron en el periódico que ese mismo hostal había sido atracado después de que ellos se marchasen no pudieron contener la risa. Silvia parecía impune a los efectos de Lorenzo, pero su impresionante estela de desgracias continuaba su camino. Durante tres meses seguidos todos lo que se sentaban  a su derecha en clase acabaron con una pierna o un brazo roto. Un profesor se volvió tan exigente que suspendió a todos excepto a Lorenzo en un examen, y eso que se presentaron ciento cincuenta personas. El caso es que  fueron pasando los años de Universidad, y  su relación fue haciéndose fuerte .   Se licenciaron ambos, y puesto que la fama de Lorenzo ya había alcanzado proporciones gigantescas, no encontraba trabajo  a pesar de su intachable expediente. Optó entonces por hacer una oposición, que aprobó a la primera , y  le permitió trabajar en un programa para la conservación de varias especies en vías de extinción. Pero estas especies fueron desapareciendo una tras otra, merced a una inexplicable falta de reproducción de todas aquellas en las que trabajaba directamente. Sus superiores no podían despedirle, pues no encontraban acomodo legal para hacerlo.  Sin embargo si era posible ir destinándolo a lugares diferentes; pero sitio al que llegaba, sitio donde se extinguía algún animal. El historial era ya tan inabarcable que se convirtió en una celebridad nacional.  A pesar de todo, sus artículos en revistas especializadas le iban dotando de un gran prestigio profesional; pero cada vez más, los municipios a los que era destinado recibían con cierta desazón su visita. En uno de ellos, el Alcalde que hasta entonces era conocido por su inmaculada honradez, dejó sin blanca las arcas municipales;  lo que motivó otro de sus innumerables traslados. En otro , una sequía histórica echó a perder las cosechas de toda una comarca. En total fueron diez los traslados que sufrió la pareja en pocos años. Finalmente la suerte parecía haber cambiado de pronto en una pequeña población al norte del país donde durante dos años no sucedió nada, absolutamente nada que fuese achacable al joven biólogo.






               
                                                         
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Black Knight

ya esta leido :guay, pero si despues de leer este capi me vuelve a pasar algo mas, lo dejo de leer :D.
que la fuerza os acompañe

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juanluis

  La verdad es que tuvogracia lo que te paso. Espero que no vaya a mayores.
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Amármol

Silvia parecía impune a los efectos de Lorenzo

perdon que corrija, pero deberia ser inmune
impune es el que hace algo y se va de rositas
inmune es al que no le afecta un hecho o situacion

por otra parte, para cuando el 4º?
Vive cada día como si fuera el último, porque un día será verdad. (Cassius Clay)

I am watching you!
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Guevara

Yo también lo he leído, pero quisiera decirte que con una semana por medio y la memoria que yo me gasto... empiezo a perder el hilo de la historia.

Lo de un capítulo semanas ¿es por una promesa o algo así?   :burla
Los japoneses no miran... sospechan (Woody Allen)
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juanluis

    Amármol tienes toda la razón. Lo cambiaré.
    Guevara . No sé es que así estoy más timepo publicando, pero si quieres publico el siguiente cada cuatro días o así.
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Guevara

Cita de: juanluis en 04 de Febrero de 2010, 06:47:22 PM
    Amármol tienes toda la razón. Lo cambiaré.
    Guevara . No sé es que así estoy más timepo publicando, pero si quieres publico el siguiente cada cuatro días o así.

Oye, no, tú a tu ritmo, hombre. Faltaría más.
Sólo era una broma, jo-er, por eso te puse el muñequito haciendo burla.
Los japoneses no miran... sospechan (Woody Allen)
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