Killing Bono

[Banacafalata]

KILLING BONO

Título original: Killing Bono
País: UK
Productora: Cinema Three
Director: Nick Hamm
Guión: Dick Clement, Ian La Frenais, Simon Maxwell & Ben Bond
Reparto: Ben Barnes, Krysten Ritter, Robbie Sheehan, Pete Postlethwaite, Peter Serafinowicz, Martin McCann, Justine Waddell, Robert Sheehan, Ralph Brown, Luke Treadaway, Lisa McAllister, Sam Corry

Sinopsis:

Su argumento gira entorno a los inicios de la banda irlandesa U2 vistos desde la perspectiva de una banda rival que también inició su carrera al mismo tiempo que ellos, aun sin tanta fortuna, a finales de la década de los setenta.

Crítica:

Uno, Dos, Tres, Catorce ¡Shook Up!

Durante la década de los setenta en Dublín se formo una banda llamada The Hype, junto a ellos, otros amigos del mismo instituto tenían su propia banda: The Undertakers. Los primeros tuvieron éxito, se pusieron nombres chulos como Bono y The Edge y se hicieron una de las mayores bandas de rock del planeta bajo el nombre de U2, pero esa historia la sabemos, no nos interesa, esta película cuenta la historia de la banda amiga, y los hermanos McCormick que la formaban.

Y es que cuando tus compañeros de escuela, no solo han conseguido su gran sueño, sino que también el tuyo, y se han convertido en uno de los nombres más populares de todo el planeta, se convierte en una tarea realmente complicada la de escapar del pasado. Más aún cuando has estado a punto de formar parte de ese sueño, lo que queda es trabajar para poder conseguirlo por tus propios medios.

Tras un arranque fabuloso en el que se cuentan los inicios de ambas bandas, y como una consiguió rápidamente el éxito, mientras que la otra se quedo rezagada, en parte también por sus malas decisiones. Nos quedamos ya de lleno solo con estos McCormick's, y con un ritmo bastante irregular, ya que hasta que vuelven a formar la banda, la película es incapaz de arrancar del todo, y se atasca constantemente, algo que hace que su ritmo se vea resentido y que aguante únicamente por la increíble carisma de sus dos protagonistas.

Eso sí, desde que la nueva banda, Shook Up, entra en escena, la película gana enteros por todos los lados, se convierte en una fiesta continua, con un ritmo endiablado, haciendo de cada concierto una auténtica fiesta. Incluso su guión coge más fuerza, dándole mucha más importancia a los personajes secundarios, algunos tan sensacionales como ese mafioso que actúa de mecenas, y fortaleciendo muchísimo la manera de la que se llevan las relaciones, en especial la de esos dos hermanos, que según avanza la película, se convertirá en una relación bastante complicada.

Pero los principales culpables de que esto funcione como la seda, los que consiguen que el barco no se hunda, ni cuando todo está bastante frágil, son sus dos protagonistas, dos actores jóvenes a los que hay que tener muy en cuenta, y que con su sola presencia son capaces de captar la atención del espectador. Por un lado tenemos a Ben Barnes, al que ya hemos visto haciendo de Príncipe Caspian en Las Crónicas de Narnia, que se muestra inmenso y comodísimo en su papel, pero por el otro tenemos a un auténtico prodigio.

Robert Sheenan ya se ha conseguido hacer un nombre bastante importante entre la comunidad seriefila gracias a su increíble Nathan en las dos primeras temporadas de Misfits (y veremos si la serie será capaz de aguantar su marcha). Su talento y carisma eran ya de sobra conocidos por todos los que seguíamos la serie británica, pero habría que ver si en su salto al cine podría ser capaz de defenderse igual de bien, y sobre todo, de no quedarse encasillado en su papel televisivo. El desparpajo, la soltura y buen hacer de Sheenan con apenas 23 años, hacen pensar en una carrera, que si nada lo impide, puede ser de las más productivas en los próximos años.

Nick Hamm, que vuelve a su Gran Bretaña natal, después de rodar en USA la horrorosa El Enviado, hace un excepcional trabajo tras las cámaras, mucho ritmo, escenas fantásticamente rodadas –especialmente todas las de los conciertos– y consigue sacar lo máximo de todo su reparto, en el que no solo sus increíbles protagonistas son piezas fundamentales y entre los que destaca el gran Pete Postlethwaite en el que sería su último papel en la gran pantalla.

Una película curiosa, por la historia que nos cuenta, acercándose a los que perdieron en lugar de los que acabaron triunfando. Una buena película en la que la música es un personaje importantísimo. Una película que no pierde en ningún momento el aroma a producción británica y en la que destaca un excepcional Robert Sheenan que con un carisma desbordante, lleva a toda la película a un nivel superior.

7/10

[Señor Lobo]

Sí que tiene pinta de curiosa. Me la apunto para verla.

Gracias por la crítica Banaca  :guiñar