Con la magia en los zapatos (The Cobbler)

Iniciado por lourdes lulu lou, 22 de Mayo de 2015, 03:24:55 PM

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lourdes lulu lou

Con la magia en los zapatos
(The Cobbler)


SINOPSIS:
Max Simkin (Adam Sandler) repara zapatos en la misma tienda neoyorquina que ha pertenecido a su familia durante generaciones. Desencantado con su rutina diaria, Max tropieza con una reliquia familiar que le permite ser testigo de excepción de la vida de sus clientes y ver el mundo de una forma totalmente nueva. A veces caminar con los zapatos de otra persona es la única manera de descubrir quién eres realmente.


Crítica:

"Zapatero a tus zapatos", no opines ni juzgues más que de aquello que entiendes; guión que prefiere navegar por aguas tranquilas, de inspiración leve/mínimo esfuerzo/ínfima molestia a arriesgarse a la aventura de un mar revuelto, de aguas inquietas, pues ha decidido calzarse cómoda zapatilla de andar por casa y olvidarse del zapato ajustado, de tacón elegante pero que requiere voluntad, trabajo y empeño.
El tío Ben le dice a un acelerado Peter Parker que acaba de descubrir sus habilidades, "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad"; aquí tenemos a un sorprendente Dustin Hoffman, soltando una versión del mismo discurso al, por siempre niño-grande, Adam Sandler "Es un privilegio caminar en los zapatos de otro hombre Max, pero también es una responsabilidad".
Y, en esta ocasión, para variar, dicho estereotipado actor, sale airoso e indemne de su papel y función dentro de la película, no se le puede achacar a él el estropear inútilmente una buena idea y boceto que no llega a puerto provechoso; otra cosa es que, para no variar, Thomas McCarthy sólo haya visto en ella la oportunidad de hacer el tonto, pasar el rato, buscar la gracia facilona, las escenas chistosas y tirar por el camino de la comedia simplona.
Se puede ver, tiene sencillo recorrido aunque su meta no sobrepasa lo banal y superfluo, lo intrascendente y comestible dejando de lado toda opción de realizar algo decente y consistente con ello porque ¡para qué tesón y ahinco si la vagancia, en el ocio, cuela igual!
Hijo de zapatero desaparecido, hereda negocio familiar y vive su día a día con martirio y desgana de quien no es feliz ni se encuentra cómodo en su presente ya que, éste no coincide con la horma de su zapato hasta que, día señalado por urgencia y precipitación, rescata la vieja máquina de coser, reparar y prensar suelas de zapato de su padre y, a partir de ahí, vía libre a la locura, capricho, memez de quien ha descubierto Disneylandia en el sótano de su taller; en un principio, opta por la comicidad, no tan lograda, de vivir identidades varias al son del aburrido momento que deseas aplacar para, sin prisa ni pausa, pasar al drama personal y peligro de usar, sin control ni mesura, el poder recién descubierto sin apenas lectura oculta que destacar y donde no se atreve a explotar la necesidad de vestirse otros calzados ajenos porque los suyos no le gustan en lugar de cambiar y mejorar los disponibles.
Evidente su evolución, claro su discurso, simple adivinar sus pasos, anticiparse al recorrido e, incluso, desvelar el secreto que oculta tan laureado pastel guardado antes de que éste sea mostrado y revelado y, con un extravagante fantasmón final que se adentra en la parodia de los agentes secretos, tan de moda, donde la directriz es "..., con los barberos no hay problema, son de confianza pero, las tintorerías, son otra cosa, no te puedes fiar de ellas".
Diseñada para un público concreto y un tipo específico de esparcimiento que no busca complicaciones ni pensamientos profundos, sólo comprar la entrada, sentarse y ver qué echan -si tiene un mínimo de calidad y entretiene ¡mejor que mejor!-, cumple su misión y vale para ligereza pueril, trivial y vana que no contamina el pensamiento, pues no demanda nada de él -posible ausencia cognitiva que, incluso, puede favorecer su disfrute-, aunque la sensación de más de lo mismo, de plato ya degustado y valorado, de chiste contado tantas veces que pierde todo humor y aliciente, que distinto nombre para vestimenta cotidiana agota un poco la posibilidad de su aprecio y estima.
Ni siquiera un escarceo de originalidad o ávida ambición  se desprende de situaciones de pretendida diversión que no dan para risa, de escenas rebuscadas que no dan para comprensión dramática y un moverse por mover la pelota cuyo objetivo es rellenar tiempo/espacio como bola que juega al pin ball.
"Eres guardián de las almas..., eres un zapatero", daba para un relato más coherente, firme y sustancial, fábula interesante de profundizar en vidas desconocidas y experimentar personalidades diversas de capacidad infinita, sin embargo, optaron por reclutamiento de nuevo Mesías, nuevo James Bond que vigile, guarde y salve el mundo.

Nota. 5
lou
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Wanchope

#1
CRÍTICA: Un Sandler suelto en Brooklyn

En cuanto han visto a Adam Sandler muchos, una gran mayoría, han dejado de prestar atención. Y el título español de 'The Cobbler' no es precisamente que anime a lo contrario. No les culpo, yo también soy de esa enorme multitud que de primeras, de forma intuitiva, por inercia, había despreciado alegremente el nuevo trabajo de Thomas McCarthy como una broma que soltar cuando alguien te pidiera una recomendación. Un auténtico "marrón" para cualquier publicista pues, aún siendo una comedia con Adam Sandler no se trata de otra estúpida comedia con Adam Sandler. O sí, pero con tantas reservas, las suficientes, como para que condenarla de antemano sea... ummm, no sea justo (del todo).


El citado McCarthy es el responsable de 'Vías cruzadas (The Station Agent)', 'The Visitor' y 'Win Win (Ganamos todos)'. El cómo la carrera de este director con cierto gusto se cruza con la de Adam Sandler, habituado a trabajar con mamelucos como Dennis Dugan o Frank Coraci, recuerda poderosamente a 'Un vampiro suelto en Brooklyn'. En 1995 Wes Craven quería hacer una comedia y Eddie Murphy una de terror, si bien parece estar claro que, en vista del resultado, ninguno de los dos se lo dejo claro al otro... El resultado fue aquel filme putrefacto fácilmente execrable que, sin embargo, en su desconcertante indefinición contenía un extraño encanto que le hacía fluir sobre la mierda sin llegar a hundirse en ella.

Es el propio realizador es quién lo comenta, 'The Cobbler' no es una producción de la Happy Madison de Adam Sandler pero tampoco es un trabajo personal de Tom McCarthy. "Es una especie de punto medio" en sus propias palabras. Y esta circunstancia hacen de este un filme extraño que, situado en ese "punto medio", llega a erigirse en un algo desconcertantemente agradable. Porque nunca se sabe, y porque prejuzgar no es una ciencia infalible. Como hacer una película tampoco tiene por qué ser una cuestión matemática: este "esperpento" no es que sea bueno, es que su imperfección manifiesta resulta de lo más curiosa e intrigante y, por lo tanto, simpática. O el gusto de revolver por los armarios a ver que se encuentra.

Es el propio realizador es quién lo comenta, 'The Cobbler' es una producción modesta y asequible que rodó para hacer tiempo antes de ponerse con la muchísimo más ambiciosa 'Spotlight'. Lo que viene a estar consignado socialmente como un filme "menor". Y ciertamente, esta sencilla y amable fábula de realismo mágico parece estar resuelta de oficio... pero con la eficacia del cine indie más impersonal, vulgar e irrelevante, ese que al mismo tiempo resulta inofensivo, ligero y entretenido. Porque si nos lo permiten las más que probables reticencias hacia la figura del Sandler cómico (ausente en esta ocasión), descubriremos que 'The Cobbler' es como fluir sobre la mierda sin llegar a hundirse en ella. Y eso tiene su punto.

Nota: 5.5


Lo Mejor:
- La mesura del "humor Sandler" en favor del conjunto

Lo Peor:
- La sensación de que es un filme poco trabajado
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milano rojo

Pues después de haberla visto, no entiendo porqué está clasificada como "No recomendada para menores de 12 años"  :inocente
Spoiler
¿porque Adam Sandler se viste de mujer? ¿por la paliza que le están dando al "rata" (creo que se llamaba)? ¿porque sale una tía medio en pelotas?
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