Grizzly man

Iniciado por ÁngelNeg, 31 de Mayo de 2006, 07:17:32 PM

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ÁngelNeg

GRIZZLY MAN



LOS OSITOS NO TAN CARIÑOSITOS

Para los que aún no lo saben, Michael Moore no es el único documentalista en el mundo; ni Masacre en Columbine (Bowling for Columbine, Canadá-EUA-Alemania, 2002) y Fahrenheit 9/11 (Fahrenheit 9/11, EUA, 2004) los únicos documentales que existen.

  Ciertamente el documental no es un género muy valorado por el ámbito cinematográfico, puesto que carece de un valor comercial que el cine de ficción o derivados si experimenta. El documental es un género  cinematográfico muy difícil.

  Está hecho en forma de película o programa audiovisual que se realiza con base en materiales tomados de la realidad. Algunos dicen que es un tratamiento creativo con imágenes reales. Es muy relativa la definición pues en el género documental, para presentar algo como real, se utilizan en la mayoría de ocasiones unas grandes dosis de truco y manipulación. ¿Porqué la manipulación si se está documentando la realidad? Porque ya no será más real si dicho documental obedece a la idea en síntesis que tiene el director acerca de cómo quiere que quede. 

  Werner Herzog es un cineasta que se ha dedicado mucho a  este género de cine, y aunque ha tenido exitosos filmes de larga duración –el más recordado, Fitzcarraldo (EUA, 1982)- su inclinación hacía los documentales es notoria al vérsele más prolífico en este campo. Su último ejercicio documentado lleva por nombre  El hombre oso (Grizzly man, EUA/Canadá-2005).

  Este documental es un drama de carácter natural basado en hechos reales que narra un poco la vida y actividades de Timothy Treadwell desde 1990 hasta 2003. Thimothy era un camarero, actor de ocasión, ex-alcohólico entre otras indefinidas ocupaciones, entre las que se encontraban los últimos catorce veranos que pasó conviviendo entre osos grizzly, una clase de osos bastante agresivos por naturaleza. Naturaleza que Thimothy corrompió de una forma extraña, puesto que esos osos de la salvaje Alaska crearon un tipo de relación con él,  al grado de volverse obsesiva y de llamarlos "amigos". Esa obsesión se vio recogida en imágenes por él mismo con su cámara de video, por más de cien horas de grabación casera.

  Pero la naturaleza tiene sus propias reglas, y los osos se acataron a  ellas. El último verano, uno de sus "amigos" acabo con su vida y la de su novia Annie. Solo su cámara de cine quedó intacta para relatar auditivamente los gritos de angustia que salieron de sus bocas en esos últimos instantes de vida.

  Las preguntas quedaron en el aire, ¿Fue Treadwell un loco o un naturista desbocado?, ¿Qué buscaba de esa relación antinatural?, ¿Porqué exponer a su novia aún cuando ella temía a los osos? Hoy nadie sabe la respuesta.

  Con eso en mente, Werner Herzog documenta una experiencia humana fascinante, en donde incluso usa parte del material grabado por el mismo Treadwell. Es justamente esa, una característica del documental que es de lo más apreciada; el que la cámara esté en el lugar justo y en el momento preciso. Pero lo que Herzog no supo cuidar del todo, es lo repetitivo de las imágenes, pues casi todo es reiterado y hace que el documental parezca demasiado lento, tanto que puede llegar a  aburrir.

  Aun así, este documental sobresale por el contexto en el que  está contada y por la tragedia que lo enmarca. Mucho del material sobra, aún con la maestría de este director que parece aprovechado al no querer desperdiciar ninguna toma. Por mucho, el mérito es de Treadwell, con todo y que hacer documentales no es fácil, sobretodo cuando hay osos delante de la cámara.

Por Ángel Negrete
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