Un domingo cualquiera

Iniciado por reporter, 17 de Septiembre de 2007, 01:12:11 AM

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reporter

Un domingo cualquiera


SINOPSIS: Cuatro años atrás, Los Tiburones de Miami comandados por el entrenador D'Amato -Al Pacino- ganaron dos campeonatos consecutivos, pero en el mundo del deporte profesional, esto es historia pasada. Ahora, su equipo está en apuros con derrotas consecutivas, falta de público y héroes en el ocaso de sus carreras, particularmente su mariscal de campo de 39 años de edad Jack "Cap" Rooney (Dennis Quaid), quien deseperadamente se aferra a lo poco que le queda como jugador profesional. Fuera del campo de juego, D'Amato tiene problemas con un fallido matrimonio y con sus hijos, y a menudo se encuentra en conflicto con Christina Pagniacci (Cameron Diaz), la joven presidente y co-propietria de los Tiburones.

CRÍTICA: Showtime!

El filme se centra en los días cruciales que los "Sharks" de Miami, equipo de fútbol americano, debe afrontar para poder clasificarse para los preciados play-offs que dan acceso al acontecimiento deportivo del año, la Super Bowl. El veterano entrenador Tony D'amato (Al Pacino) se verá obligado a vérselas con un vestuario roto y desmoralizado, y por si fuera poco, deberá aguantar los irritantes caprichos de la joven propietaria del equipo (Cameron Diaz).

No voy a engañar a nadie, 'Un domingo cualquiera', a pesar de los nombres que la componen, es una película irregular. La parte que trata sobre la vida personal de los deportistas, aunque necesaria para la trama, cae en un sinfín de clichés sensiblones y se acaba haciendo algo aburrida. Este es el lastre del filme. Pero donde Oliver Stone triunfa es en describirnos el mundo del deporte. Un mundo aparte que aparentemente es sencillo y maravilloso, pero que tras de sí oculta escabrosas tramas de corrupción, altas dosis de inmoralidad y muchas vidas destrozadas.

Estamos hablando aquí del famoso entorno. En otras palabras, una inmensa cantidad de gente (aquí los secundarios) que en mayor o menor medida inciden directamente en el día a día de los jugadores: el médico tan ocupado en su lujosa vida personal que ha perdido por completo el interés por la salud de sus pacientes ; el periodista emperrado en reducir a cenizas la carrera del ya abatido entrenador ; los patrocinadores que obligan a los jugadores a rendir a un ritmo sobrehumano que llega a poner su vida en juego ; los políticos que ven la competición deportiva como otro negocio al que echarle el guante... y la lista se hace interminable. Así pues se tratan aquí los enfermizos mecanismos que mueven un espectáculo que arrastra cada semana pasiones y beneficios económicos incalculables. Porqué el deporte es así, una gran montaña de mierda que paradójicamente consigue crear en cada partido algo precioso e indescriptible.

Así hay que ver 'Un domingo cualquiera', como un trabajadísimo ensayo sobre el deporte. No sobre cómo debería ser... sino como realmente es: una monstruosa maquinaria que sin importarle los medios, y con la premisa de "show must go on", consigue siempre alcanzar la categoría de gran circo, de espectáculo ("showtime"). El constante bombardeo musical y de fotogramas ayuda a recrear la intensidad con la que se viven los partidos, y a conseguir un producto visualmente poderoso. Es una película de altibajos, donde abunda el sufrimiento, la alegría, y a la postre el espectáculo. En definitiva, todo lo que se le puede pedir a... "un domingo cualquiera".
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jescri

Buena peli, aunque sin pasarse   :alegre

Yo le daría un 6   :bueno
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~ΣDU~

Como siempre reporter, tus críticas.. :obacion

La pongo en "pendientes"  :guiñar


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Yeezus

Fútbol americano, Oliver Stone, un jovencísimo y genial Jamie Foxx, Al Pacino, un "desconocidillo" Harvey Dent, perdón, Aaron Eckhart, y una tremenda y lapidaria frase de Vince Lombardi, una leyenda en esto del fútbol americano, Hall Of Fame por supuesto, que reza "Creo firmemente que el mejor instante del hombre, la mayor satisfacción de todo lo que ha querido es cuando ha entregado su corazón a una buena causa y yace exhausto en el campo de batalla, victorioso". Todo estos condicionantes de primeras invitan a que estamos a punto de visionar una verdadera maravilla.

Y si bien no llega a dicho catálogo, "Un Domingo Cualquiera", o como mejor suena, obviamente en original, "Any Given Sunday", es una gran película que aúna una gran representación del carácter competitivo y deportivo con una historia no anclada solamente en un personaje, sino en varios, de lo difícil que es llevar la presión en un trabajo en el que se está tan encimado y tan observado como es ser jugador profesional de fútbol américano, entrenador de élite de un equipo de fútbol americano, o dueña de un equipo profesional de fútbol americano.

Como dato muy destacable, hay que señalar que la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) se negó a colaborar con el director, Oliver Stone, aduciendo que su película daba al público una cara totalmente contraria y negativa del deporte en cuestión. Esto no hace sino fortalecer la gran categoría de la película a la hora de servir de viva imagen de lo que es la lacra de la mayoría de eventos y competiciones deportivas de este nuevo siglo; el dinero y los intereses económicos por encima del propio deporte.

En cuanto a la película en cuestión, de Pacino no se puede decir ya más de lo que hayan escrito otros. Es una fortuna poder conservar su trabajo para posteriores revisiones y para que lo vean los del futuro. Qué maravilla de actor, como sintetiza el guión a su mente y trabaja un aspecto clave de sus personajes; los gestos. Quizá sea uno de los que mejor lo hacen, y eso que hay películas donde está muchísimo mejor que haciendo de Tony D´Amato, legendario entrenador de los Miami Sharks. Para la posteridad ha quedado, queda y quedará el discurso en el descanso del partido final. Ese "pulgada a pulgada" es historia del cine y una escena imborrable, incluso utilizada para motivar a un plantel o a una escuadra, Guardiola facts.

En el otro lado está Jamie Foxx, excepcional de Willy Beamen, joven estrella que ambiciona con pisotear el mismo globo terráqueo, con un talento extraordinario pero con una boca ordinaria. Estos papeles de chulo bocazas y prepotente le quedan fantástico (genial mini-actuación en "Como Acabar con tu Jefe" haciendo de matón chungo para el que no le haya visto ahí). Y Aaron Eckhart desenvolviéndose bastante bien en un rol bastante secundario, no así como Cameron Díaz, que se ve superada por la película y no encaja demasiado en la estética de la cinta. No sé porqué, pero inmediatamente he pensado en Jodie Foster para el papel.

Y a pesar de que el rodaje de Stone es penoso, con un reparto equivocado del tiempo de escena, con muy mala transición entre las mismas y con una claridad y visibilidad nula en lo que a las partes de juego se refiere, la película consigue firmar una muy evidente sensación de terminar de ver una gran película, o, puede ser que hayamos visto otra gran película de Al Pacino. Llegado el caso es algo que tampoco nos debe de importar. Las prisas no son buenas compañeras. Todo hay que conseguirlo "pulgada a pulgada", como Stone intentó hacer la película, y como yo he terminado esta crítica. Si algo hace la película sin duda es motivarte. Siempre a la victoria, "Whatever it takes!" (¡Cueste lo que cueste!)



That´s what I say.
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