Redención

Iniciado por ÁngelNeg, 15 de Agosto de 2010, 02:34:33 AM

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ÁngelNeg

REDENCIÓN


Redimirse una década después

Con Redención (México-2009) pasa algo muy curioso; pues lejos de despotricar nuevamente contra los efímeros estímulos que tiene nuestro país para con la filmografía, hemos de preguntarnos si los pocos que hay están bien aplicados. Si nos remontamos al año de producción de Redención hemos de decir que aún respaldados por el consejo de cultura en nuestro país, este único apoyo estuvo mal aplicado, pues es un ejercicio cinematográfico que desde el primer minuto carece del primordial concepto cinematográfico actual.

Lo difícil es pues juzgar una obra que no se realizó bajo los actuales apoyos y con un deje de producción que aparentara ser decente ya lo menos; sino que en 1999, con un presupuesto minoritario, sus directores apostaron por una propuesta sencilla, que reivindicara las emociones del ser humano; un cine desde luego tan impersonal, casi como destinado al fracaso. 10 años después, como esperando un nuevo público, más adepto al cine experimental y artístico en nuestro país, es que decide darse un lugar, no sin antes restaurar negativos y positivos.

El guión, que corre a cargo de los mismos directores narra la vida de un grupo de personas en el entorno de una vecindad del México del siglo XX. 70 años de historia pasan frente a los ojos de Gerardo, un joven empresario que ha comprado la vecindad con la intensión de modernizarla para establecer un bar. Un cuento moral, con apuntes de realismo mágico, que nos permite ver desde el interior la vida de este inquietante lugar.


Los directores, Juan Pablo Cortés y José Antonio Hernández, tienen en esta cinta un ejercicio maduro de guión, y la pericia en la dirección es bastante aceptable, exceptuando esa parte de la dirección actoral donde los personajes, los cuales están bien delineados, se desmarcan de la posición en el juego dramático a causa de la pobre interpretación de algunos actores. Sin embargo, la otrora joven Erica de la Llave tiene una potente interpretación en una de las historias, que por su ímpetu, logra poner en desventaja el resto de las interpretaciones.

Es muy obvio en la factura de la cinta, que el material utilizado no es de la mejor calidad, y por mucho que se ha dedicado tiempo en la restauración de la misma, no se puede confundir la sobresaturación de grano con una fotografía austera para aderezar con razón la historia. Lo cierto es que le da un aire melancólico-antaño, que no se hubiera podido conseguir en el proceso original, y ni en los procesos de fotografía actual sin denotarse tan natural como es el caso.

Es esa fotografía, la nula incidencia musical y las historias, que hacen que la totalidad se convierta en una especie de cinta que avoca al realismo mágico desde una perspectiva simple y fantasiosa pero siempre en una tonalidad lo bastante seria como para creer que se encamina a la tragedia; pero en ese camino, los sucesos de duelo y pérdida que se dan en los personajes tienden a llevarlos por otro camino, el de la bien titulada redención.

Al final del camino de una cinta como esta, cuyo tiempo técnico se encuentra más alejado de su propia historia presente, sólo quedan una especie de retazos bien definidos pero que han perdido mucho de su valor. El tiempo es un gran enemigo en este caso, y parece haber causado los suficientes estragos en el filme como para valorar esta historia con la debida complacencia que no evoca. Una década después, el cine con el que compite Redención, es un cine más maduro y arriesgado, por lo que cabe preguntarse si en verdad era necesario restaurar una obra que no presente verdaderas cualidades cinematográficas. Pero al fin redimidos.
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