Chicogrande

Iniciado por ÁngelNeg, 08 de Julio de 2010, 06:36:30 PM

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ÁngelNeg

CHICOGRANDE


Medio chico, medio grande. Mediano pues

La manzana de la discordia; Canoa; El apando; Las poquianchis...; Los motivos de Luz; y Kino; son algunos de los títulos que mejor representan la carrera cinematográfica que Felipe Cazals estuvo forjando de manera prolífica de la década de los 60's y hasta los 90's, haciéndose de un honorable lugar entre los directores mexicanos con un estilo muy particular en su narración. La crudeza y los elementos vastos de la vida cotidiana formaban un abanico de posibilidades para contar sus historias con maestría. Sin embargo, por los problemas financieros que derrumbaron poco a poco la industria, Cazals se intuye hubo sido de los más afectados; y lo anterior sólo a juzgar por el poco trabajo cinematográfico que ha realizado de finales del año 2000 a la fecha, donde se cuentan con los dedos de una mano sus últimas producciones: Su alteza serenísima; Digna: Hasta el último aliento; y Las vueltas del citrillo.

El trabajo de Cazals en estos últimos años no ha sido reconocido del todo a pesar de haber mostrado que sigue siendo un director de primera categoría; pero es que sus temas se alejan del director que conocíamos antaño; y el espectador mexicano ha cambiado a la par. Después de cuatro años respecto de su última cinta nos presenta Chicogrande (México-2010), una cinta inscrita en la comisión de festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicanas; quizá desde allí, se ha comenzado a tener ciertas limitantes para contar una historia con un fondo efectivo.

Este drama histórico de 95 minutos cuenta con un guión del mismo Cazals, basado en una historia original de Ricardo Garibay, que nos cuenta una parte de la última gran campaña militar de la caballería norteamericana llamada Expedición Punitiva que llevó a cabo el gobierno norteamericano en el año de 1916, después del ataque a Columbus por parte de las fuerzas del General Francisco Villa. Esta intervención tenía como objetivo capturar a Villa para llevarlo ante la justicia. Butch Fenton, mayor del ejército norteamericano, es el encargado de ir por la cabeza de Villa y no se irá hasta conseguirla. Chicogrande, un villista anónimo, está preparado a sacrificar todo para defender a su general Villa.


Contrario a lo que parece, la cinta no es una biografía, ni trata de enaltecer la figura de Villa a la primer oportunidad; quien desee ver algo de ello, puede remitirse a la más de una decena de títulos que se han hecho sobre el personaje a lo largo del tiempo y en el género que le apetezca. Chicogrande no es una película sobre Pancho Villa; sino los villistas que le dieron vida a este increíble mito también conocido como el Centauro del Norte.

Arreados por ese camino, hemos de decir que logra un buen cometido al mostrar las agallas de un pueblo destinado a ser la mano derecha de una mente revolucionaria; eso se demuestra con el orgullo reacio mostrado por este elenco en su mayoría de extras que refuerzan la identidad forjada contra todo intento de sometimiento. Sin embargo los personajes principales no funcionan. Ni Chicogrande, interpretado por Damián Alcázar que ha tenido gloriosas interpretaciones en otras cintas de mayor dificultad dramática. Por otro lado, las actuaciones de Daniel Martínez, Juan Manuel Bernal, y Patricia Reyes Spíndola, tienen mejores logros en sus intervenciones aunque estas son de carácter menor.

Felipe Cazals es un director de oficio cuya visión en Chicogrande se encuentra presente por encima de la historia oficial no siendo esta una clase de historia, por lo que las salvedades en el guión son aceptables; y la constante reanimación del "antiyanquismo" es prudente. Recordando otra cinta de carácter histórico; Su alteza serenísima, sobre el General Santa Anna, podemos decir que esta mostraba mayor fortaleza cinematográfica; pero Chicogrande muestra mayor empatía con el público, sin olvidar desde luego, que lo impecable de los aspectos técnicos hace que parezca western en ocasiones, amén de que no se levante hasta la última media hora. Tristemente, lo chico del protagonismo y lo grande de la pretensión, hacen de ella una historia mediana en la carrera del cineasta.
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