Ana de los Mil Días (1969)

Iniciado por Guevara, 18 de Junio de 2009, 01:42:18 PM

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Guevara

ANA DE LOS MIL DÍAS




FICHA TÉCNICA:

Título Original: Anne of the Thousand Days
Año: 1969
Nacionalidad: Reino Unido
Dirección: Charles Jarrott
Intérpretes: Richard Burton, Geneviève Bujold, Irene Papas, Michael Hordern, John Colicos, Katharine Blake, Anthony Quayle, Valerie Gearon, Peter Jeffrey
Guión: Boland, John Hale, Richard Sokolove
Música: Georges Delerue
Fotografía:  Arthur Ibbetson
Productora: Hal Wallis Productions
Duración: 136 minutos


SINOPSIS:
El rey Enrique VIII (Richard Burton) se enamora de la joven Ana Bolena (Geneviève Bujold) y se divorcia de su esposa, Catalina de Aragón (Irene Papas), con la que ya ha tenido una hija, enfrentándose con ello a la poderosa Iglesia Católica y separándose definitivamente de ella. Sin embargo, la obsesión de Enrique por tener un hijo varón también pone en peligro esta unión que cambió la historia de Inglaterra para siempre.


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES:

1) El guión está basado en una obra de teatro de igual título, de Maxwell Anderson.

2) Premios:
Nominada a 10 Oscar, sólo obtuvo el de mejor vestuario. (Filmaffinity afirma que fue nominada a 11 Oscars pero a mí, por más que busco y las cuento, sólo me salen 10).  Las otras nominaciones fueron para mejor película (ganó "Cowboy de medianoche"), mejor actor (Richard Burton), mejor actriz (Genevieve Bujold), mejor actor de reparto (Anthony Quayle), mejor guión adaptado, mejor sonido, mejor fotografía, mejor dirección artística y mejor música original. (Por favor, si alguien encuentra la undécima nominación perdida, que la ponga).

Además, obtuvo 4 Globos de Oro: Mejor Dirección, Película Dramática, Mejor Guión y Mejor Actriz Dramática (Geneviève Bujold).

3) El de Enrique VIII es un papel con varias nominaciones a los Oscar:

Charles Laughton en "La vida privada de Enrique VIII" (1933)
Robert Shaw en "Un hombre para la eternidad" (1966)
Richard Burton en "Ana de los mil días" (1969)

4) El papel de Ana Bolena fue el que dio a conocer al gran público a la jovencita canadiense Geneviève Bujold.


UN POQUITO DE HISTORIA: LAS 6 ESPOSAS DE ENRIQUE VIII

La primera esposa de Enrique fue Catalina de Aragón (1485-1536), hija de los Reyes Católicos. Cuando Catalina tenía tres años, sus padres la comprometieron con el hermano mayor de Enrique, Arturo, que sólo tenía dos años de edad. Con casi 16 años, Catalina se casó con éste. A los pocos meses de celebrarse el enlace, Arturo, contrajo una infección y murió dejando a Catalina viuda y virgen.

El padre del futuro Enrique VIII, Enrique VII, deseoso de mantener la alianza entre Inglaterra y la entonces poderosa España, decidió que su hijo menor se casara con la joven viuda. Aunque el primer matrimonio no se había consumado, según afirmaba Catalina, se obtuvo una dispensa papal para despejar las dudas acerca de la legitimidad del segundo casamiento. Tras la muerte de su padre, Enrique VIII subió al trono en 1509 y contrajo matrimonio con Catalina nueve semanas antes de su coronación, naturalmente, por razones de Estado.

Al parecer, la reina se quedó embarazada al menos seis veces, pero sólo sobrevivió una niña, María Tudor. Mientras, Enrique mantuvo varias concubinas, como María Bolena e Isabel Blount, con quien tuvo un hijo ilegítimo. Pero el monarca deseaba un hijo varón legítimo, así que cuando Catalina cumplió los 42 años y era evidente que ya no podría tener más niños, Enrique se interesó por la hermana de María Bolena, Ana Bolena, a quien vio por primera vez representando una obra de teatro. Pero Ana no quería ser una simple amante, como había sido su propia hermana María, de modo que le negó sus favores sexuales hasta que la hiciera su esposa.

Aunque no era una gran belleza, Ana tenía unos bellos ojos, un largo cuello, mucho encanto y una gran facilidad para tocar instrumentos musicales, bailar y declamar. Había pasado años en la corte de Francia donde se convirtió en una joven sofisticada, que hablaba con soltura francés, y vestía con elegancia.

La pasión de Enrique por Ana quedó reflejada en 17 cartas amorosas que le escribió y que, actualmente, se conservan en la Biblioteca del Vaticano. Pero para casarse con ella, Enrique primero tenía que conseguir la nulidad de su matrimonio con Catalina, basándose en que había sido la mujer de su hermano, pero eso era difícil ya que la reina Catalina había testificado que su matrimonio con Arturo no había sido consumado. El monarca apeló directamente a la Santa Sede.

Lo que ocurrió entonces es lo que narra esta película precisamente, así que me voy a saltar esta parte de la historia, para no resultar repetitivo. Además, es justo la parte de la vida de Enrique VIII que es más conocida. Decir únicamente que Catalina de Aragón, confinada en varios castillos húmedos y malsanos, nunca renunció a sus derechos de reina ni aceptó la nulidad de su matrimonio, y murió en el castillo de Kimbolton, de cáncer, el 7 de enero de 1536, a la edad de 50 años.

Pero, después de tres años de convivencia, también Ana Bolena dejó de atraer al monarca y, además, aunque habían tenido una hija, Isabel, tampoco ella le había dado hijos varones, ya que aunque hubo dos embarazos más (uno de ellos un varón), ninguno sobrevivió. Aprovechando que el pueblo no la aceptaba y la llamaban "la ramera del rey", Enrique fijó sus ojos en una de las doncellas de la corte, Jane Seymour. Y también me voy a saltar la parte de cómo se deshace de Ana Bolena, porque también se cuenta en la película, pero decir que, aunque sé que todos lo sabéis, Ana murió decapitada, mostrando una gran entereza y haciendo célebre su frase sobre su cuello.

A los pocos días de ser decapitada Ana, Enrique VIII se casó con Jane Seymour (1509-1537). El Acta de Sucesión de 1536 declaró a los hijos de la reina Jane dentro de la línea de sucesoria, excluyendo a Lady María y a Lady Isabel. Y por fin Enrique tuvo un hijo varón, el príncipe Eduardo, pero Jane falleció dos semanas después del bautizo de su hijo.

Eduardo era un niño muy débil y el monarca decidió que debía volver a casarse para tener otro varón más saludable. Le sugirieron que lo hiciese con Ana de Cleves (1515-1557), hermana del protestante Duque de Cleves, que sería un importante aliado en el caso de que Roma atacara a Inglaterra. Hans Holbein el Joven pintó un retrato de Ana para el rey y a Enrique le agradó la joven. Pero cuando Ana llegó a Inglaterra, el rey no la encontró nada atractiva e, incluso, la llamó en privado "la yegua de Flandes". Al parecer el pintor había decidido favorecerla en el retrato y no mostrar su cara picada de viruela. Pero a pesar de todo y nuevamente por razones políticas, Enrique contrajo matrimonio con ella el 6 de enero de 1540.

Al poco tiempo, Enrique quiso terminar el matrimonio. La reina no le gustaba y, además, el Duque de Cleves se había enfrentado al Emperador del Sacro Imperio Romano, con quien Enrique no quería tener dificultades. Ana de Cleves, sabiendo lo peligroso que era su marido cuando quería conseguir una ruptura, no puso obstáculos a la anulación y testificó que el casamiento no se había consumado. Afirmó que Enrique entraba cada noche en su habitación sólo para besarla en la frente y desearle las buenas noches. El matrimonio fue declarado nulo y Ana recibió el título de "Hermana del rey" y el castillo de Haver, la ex residencia de la familia de Ana Bolena. El resto de su vida transcurrió de forma discreta, fuera de la corte.

En cuanto consiguió la nulidad de su matrimonio, el 28 de julio de 1540, Enrique se casó con su amante, la dama de compañía de Ana de Cleves, la joven Catalina Howard (1521-1542), a la que él llamaba "la rosa sin espinas", y que era prima de Ana Bolena. Enrique tenía casi 50 años y Catalina sólo 19. A ella le desagradaba su esposo, ya era mayor y obeso (medía 137 centímetros de cintura), así que buscó amantes jóvenes y atractivos, y uno de los cortesanos favoritos del rey, Thomas Culpeper, se convirtió en su amante. Cuando los rumores de sus infidelidades llegaron hasta los oídos del monarca, éste mandó vigilarla y cuando se descubrió una carta de amor que había escrito a Culpeper, la reina fue acusada de adulterio que conllevaba también el delito de alta traición.

La reina fue encerrada en la abadía de Middlesex en invierno de 1541. Sus amantes, Thomas Culpeper y Francis Dereham, fueron ejecutados el 8 de diciembre. Luego, Catalina fue llevada a la Torre de Londres el 10 de febrero de 1542 y la noche anterior a su ejecución, pasó horas practicando cómo colocar su cabeza sobre el cadalso. Antes de morir, pidió perdón a su familia y rezó por la salvación de su alma. Fue enterrada junto a su prima Ana Bolena.

La última esposa de Enrique VIII fue Catalina Parr (1512-1548). Catalina era una viuda, perteneciente a la nobleza, que había recibido una exquisita educación. Se había casado en dos ocasiones, con Lord Edward Borough, que falleció en 1533 y con Lord Latimer, que murió en 1543. Convertida en una rica viuda de 31 años, empezó una relación con Thomas Seymour, hermano de la difunta reina Jane Seymour. Pero el rey irrumpió en la vida de Catalina impidiendo que pudiera contraer matrimonio con él y aprovechando una visita de ella, le pidió matrimonio y Catalina consideró un deber casarse con el rey.

Se casaron el 12 de julio de 1543. Catalina medió en la reconciliación de Enrique con sus hijas, María e Isabel, y mantuvo también una buena relación con el príncipe Eduardo, futuro rey Eduardo VI.

Enrique VIII falleció el 28 de enero de 1547. Sus últimos años fueron muy difíciles, debilitado por la gota, aguantando fuertes dolores. Fue sepultado en la Capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, al lado de Jane Seymour.


COMENTARIO PROPIO:

La película se inicia con el rey Enrique VIII firmando las sentencias de muerte de todos los implicados en el adulterio de la reina, Ana Bolena, su 2ª esposa. Pero al ir a firmar la sentencia de la propia reina, el pulso le tiembla y siente dudas. ¿Y por qué? El rey recuerda entonces cuándo y cómo conoció a la joven Ana. Y así, en una largo flashback, se nos muestra el resto de la historia.

La joven Ana Bolena está comprometida con otro hombre y el propio rey está casado con Catalina de Aragón, que es hija de los Reyes Católicos y tía del poderoso emperador Carlos I de España y V de Alemania, cuando España era toda una potencia en el mundo. Además, Enrique ha tenido como amante a la hermana de Ana, María, y la joven Ana no está dispuesta a que el rey la convierta en una simple concubina. Ella quiere ser la reina.

Esta historia ha sido llevada al cine en muchas ocasiones, las más reciente en "Las hermanas Bolena" o la serie de televisión "Los Tudor". Quizá por ello, gracias al cine, es una historia muy conocida. Pero es que es una historia muy cinematográfica. Amores, traiciones, rencores, venganzas, engaños, complots, intrigas palaciegas... ¿Alguien da más? Y encima, todo ello ambientado en la Edad Media, que ejerce un extraño influjo en casi todos los cinéfilos, al menos así es en mí caso. Así que nos encontramos con una historia verdaderamente apasionante en una de las mejores versiones realizadas, si no la mejor, en mi modesta opinión.

Una gran ambientación histórica, que no en vano es una película británica y eso lo cuidan mucho. Decorados y exteriores, música y vestuario, un vestuario rico, fastuoso y espléndido, y una fotografía tan buena que casi parece que estemos viendo una película actual. Un guión brillante, plagado de impresionantes diálogos. En fin, que todo es perfecto y al servicio de la historia. Y unos grandes actores al servicio de unos grandes personajes.

Resulta evidente que la película se construyó a la mayor gloria de Richard Burton, un actor de sobra conocido dentro y fuera de la pantalla. Dentro, por sus prestigiosos trabajos en cine y teatro, y fuera por sus bodas y divorcios con Elizabeth Taylor, sus peleas y borracheras. Quizá está un poco sobreactuado y exagerado en algunos momentos, pero lo cierto es que no se me ocurre un actor mejor para el personaje, excepto Charles Laughton en "La vida privada de Enrique VIII". Y es que yo veo normal que un rey tan poderoso como él tuviera su punto histriónico, ¿no? (Frase: "Soy el rey de Inglaterra. Cuando yo rezo, Dios me contesta").

A Geneviève Bujold no la conocía la primera vez que vi la película. En cambio, la reconocí posteriormente en películas como "Terremoto", junto a Charlton Heston y, sobre todo junto a Michael Douglas en una película que a mí me gusta mucho, "Coma", novela del fabricante en serie de best seller, Robin Cook, cuyo guión y dirección realizó el recientemente fallecido Michael Crichton. Bujold está realmente espléndida como Ana Bolena, perfecta, sin amedrentarse ni un ápice ante los grandes nombres de la escena británica que la rodean, componiendo un personaje capaz de decirle a uno de los monarcas más poderosos del mundo algo así como "He oído lo que dicen vuestros cortesanos y he visto bien cómo sois. Caprichoso, sanguinario y vengativo. Vuestra poesía es agria y vuestra música es peor aún. Amáis igual que coméis: haciendo mucho ruido y sin sutileza". Y eso cuando aún no es la reina. Es una Ana Bolena fría y apasionada a la vez, fuerte, con carácter, decidida, calculadora y vengativa. (Frase: "No te daré mucho trabajo, tengo el cuello muy fino". Éstas fueron sus últimas palabras, al verdugo, antes de ser decapitada). Una maravilla de interpretación, la verdad. Es el personaje central de la película, hasta el título lleva su nombre y, por lo menos a mí, el que más me gusta de la película, y mira que me gustan todos.

Destacables también las interpretaciones de Anthony Quayle como el habilidoso, astuto y engatusador cardenal Wosley, o de Irene Papas como Catalina de Aragón, que dota al personaje de una intensidad y una fuerza que pocas veces se le da en cine. Bueno, es que realmente están bien todos.

Deciros como curiosidad que hay una escena en la que el cardenal está en la cama y llaman a su puerta. De inmediato, la mujer que ocupa el lecho junto a él salta de la cama y desaparece por otra puerta. Pues esta escena fue censurada y cortada en España. Como no podía ser de otro modo.

Una pregunta: ¿Por qué los ingleses siempre ponen tan fea a Catalina de Aragón? ¿Realmente lo era o simplemente es pura envidia porque en aquel momento el imperio español era mucho más poderoso que Inglaterra?

Puede parecer larga, a simple vista, viendo su metraje, pero lo cierto es que no se hace larga en absoluto. A mí me parecen dos horas muy entretenidas viendo una gran película. Tal vez es el momento de descubrir esta gran película para los que no la hayáis visto ya, y para los que sí, igual os apetece recordarla de nuevo... ¿O no?


A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.    :guiñar
Los japoneses no miran... sospechan (Woody Allen)
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Guevara

Añado este mensaje para deciros que me voy de vacaciones una semanita el sábado que viene. Es un aperitivo porque para el resto de vacaciones tendré que esperarme a septiembre.

Os dejo esta película que yo creo que merece la pena ver como despedida, por si mañana que es el último día y suelo estar liado, no me da tiempo a entrar para despedirme.

Como siempre, pediros que cuídéis bien de este rinconcito nuestro y que a mí no me echéis mucho de menos, (ya sé que es muy duro estar sin mí...   :poss) y que no os preocupéis porque yo, como Terminator...    :armado            ¡Volveré!
Los japoneses no miran... sospechan (Woody Allen)
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princesadelguisante

Sin duda te echaremos de menos  :despedida

Disfruta de tus vacaciones que seguro que te las mereces  :guay  :guay
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tracyhepburn

Pues no la he visto...habrá que ponerse manos a la obra.

Pásatelo muy bien, relajate y disfruta del tiempo libre, que es oro.


   El amor no tiene nada que ver con lo que esperas recibir, sino, con lo que esperas dar...que es todo. (K. Hepburn)
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Señor Lobo

Ni la conocia. Lo que aprende uno por aquí.

Que tengas unas buenas mini-vacaciones Guevara. Al menos que sirvan para desconectar un poco y quitar el mono de cara a las que luego vendrán.
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