1º CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE JOSEPH L. MANKIEWICZ (1909-1993)

Iniciado por Guevara, 13 de Febrero de 2009, 01:59:16 PM

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Guevara

CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE JOSEPH L. MANKIEWICZ

(1909-1993)




Joseph Leo Mankiewicz nació el 11 de febrero de 1909 en Wilkes-Barres, Pennsylvania (Estados Unidos), en el seno de una familia de ascendencia polaca. Su padre Franz se exilió de Alemania, llegando a los Estados Unidos como profesor en el New York City College.

El joven Joseph comenzó la carrera de medicina, en la rama de la psiquiatría, pero una baja puntuación en una asignatura le impidió terminar esos estudios. Sin embargo, en 1928 consiguió un diploma en la rama de Arte de la Universidad de Columbia. Una vez terminados los estudios, Joseph viajó a Berlín, donde trabajó como corresponsal del Chicago Tribune y donde empezó a aficionarse por el teatro y el cine (en aquellos momentos estaba en pleno apogeo la corriente expresionista del cine alemán). Su única aportación al cine alemán fue la de traductor de los subtítulos de los filmes de la UFA al inglés. En 1929, su hermano Herman le llama desde Hollywood, donde trabajaba como guionista, y él se marcha hacia allí, donde da sus primeros pasos en el cine, en los Estudios Paramount, aprovechando su experiencia allí con traductor de subtítulos. Poco después, ya bajo contrato de la Metro-Goldwyn-Mayer, obtuvo su primer éxito profesional al colaborar en el guión del melodrama negro "El enemigo público número uno" (1934) dirigida por W. S. Van Dyke, película que consiguió el Oscar al mejor guión, aunque el premio fue concedido a Arthur Caesar, ya que fue quien firmó finalmente el guión. Pero aquel primer paso dio resultados positivos, que se consolidaron con otros dos guiones para el mismo director pensados como vehículos para el lucimiento de la actriz Joan Crawford, "Cuando el diablo asoma" (1934) y "Vivo mi vida" (1935). Al  final de esa década Mankiewicz, al igual que su hermano mayor Herman (quien co-escribió junto a Orson Welles "Ciudadano Kane"), ya trabajaba como guionista y dialoguista.

En lo personal, en 1934 Mankiewicz contrajo matrimonio con la actriz Elizabeth Young, que trabajó junto a Greta Garbo en "La reina Cristina de Suecia". Se divordió en 1937 y dos años después se casó con la intérprete austríaca Rose Stradner. Al margen de sus relaciones matrimoniales, Mankiewicz mantendria relaciones amorosas con otras mujeres, entre ellas la actriz Linda Darnell.

Algunas de las primeras películas escritas por Joseph L. Mankiewicz, en las que ya mostraba su agudeza en la escritura fueron "El hombre que yo amo" (1929), dirigida por William Wellman y una de las muchas comedias que escribió para el actor Jack Oakie, "La chica de la noche del sábado" (1929), protagonizada por Clara Bow y Jean Arthur, "Skippy" (1931), por la que fue nominado al Oscar, "Alicia en el país de las maravillas" (1933), adaptación del clásico de Lewis Carroll, o "El pan nuestro de cada día" (1934), drama dirigido por King Vidor.

Decepcionado por no poder dirigir sus propias películas, Mankiewicz dejó la MGM y se puso al servicio de la 20th Century Fox. En este estudio realizó su ópera prima como director, "El castillo de Dragonwyck" (1944), dirigiendo a la fascinante Gene Tierney con secundarios del calibre de Jessica Tandy o Vincent Price. En 1947 logra otra obra maestra con la poética El fantasma y la señora Muir, con Gene Tierney, Rex Harrison y una Natalie Wood de ocho años, más una excelente fotografía de Charles Lang y una impagable música de Bernard Herrmann. En esta década dirigiría películas de gran valía, como "El mundo de George Apley" (1947), comedia familiar con Ronald Colman como estrella protagonista, "Escape" (1948), thriller con Harrison de nuevo en el papel principal masculino, "Odio entre hermanos" (1949), estupenda adaptación de la novela de Jerome Weidman interpretada por Edward G. Robinson y "Carta a tres esposas" (1949), comedia dramática que le valió dos premios Oscars, uno a la mejor dirección y otro al mejor guión adaptado, sobre la novela de John Klempner, y que cuenta con las interpretaciones de Kirk Douglas y Linda Darnell, en una historia tan innovadora como "El crepúsculo de los dioses" en cuanto a narrativa fílmica.

El éxito de esta película fue refrendado al año siguiente con su siguiente película, uno de los considerados clásicos del séptimo arte, "Eva al desnudo" (1950). Con esta película que contiene una inolvidable interpretación de Bette Davis, Mankiewicz obtiene seis Oscar, entre ellos el de mejor película, mejor dirección y mejor guión adaptado, y el de mejor actor secundario en la piel de George Sanders.

Otras películas de este período fueron "Un rayo de luz" (1950), drama social con Richard Widmark, Linda Darnell y Sidney Poitier, "Murmullos en la ciudad" (1951), drama con Cary Grant y Jeanne Crain, "Operación Cicerón" (1951), con James Mason y Dannielle Darrieux, por el cual fue nominado al mejor guión , "Julio César" (1953), adaptación de la obra de William Shakespeare con algunos de los mejores actores de la época en el reparto (Marlon Brando, James Mason, Deborah Kerr, Greer Carson o Louis Calhern), "La condesa descalza" (1954), melodrama con Humphrey Bogart y con la mejor actuación de Ava Gardner hasta ese momento, que le reportó una nueva nominación al mejor guión, "Ellos y ellas" (1955), su único musical, protagonizado por Frank Sinatra y Marlon Brando, "El americano tranquilo" (1958), versión cinematográfica de la novela de Graham Greene, y "De repente, el último verano" (1959), adaptación del clásico de Tennessee Williams protagonizada por Katharine Hepburn, Montgomery Clift y Elizabeth Taylor.

Mientras, en su vida particular, su esposa Rose moría en 1958 y tres años más tarde, en 1962, Mankiewicz se casaría de nuevo con Rosemary Matthews.

En 1961 se enroló en el megaproyecto "Cleopatra", que estaba protagonizada por Elizabeth Taylor como Cleopatra, Richard Burton como Marco Antonio y Rex Harrison como a Julio César. Tras un desastroso prólogo en Londres, donde hubo que desechar todo el material filmado, en septiembre de 1961 se reinició en Roma el rodaje de la epopeya histórica basada en la vida de la reina egipcia Cleopatra, y cuyo rodaje se prolongó hasta 1963. Esta película supuso la primera vez que una actriz (Elizabeth Taylor) cobraba 1 millón de dólares por un trabajo cinematográfico, pero los desastres de toda índole que rodearon la preparación y el rodaje de este film quebrantaron la salud de Mankiewicz, quien necesitó dos años para recuperarse. Pese a la espectacularidad de la película, la cinta decepcionó a crítica y público en su estreno, convirtiéndose en uno de los mayores desastres de taquilla de la historia.

En 1967 dirigió "Mujeres en Venecia", película que fue recibida fríamente por la crítica y el público. En 1970 realizó su único western, "El día de los tramposos", con Kirk Douglas y Henry Fonda. Y en 1972 puso fin a su carrera cinematográfica filmando la adaptación de la obra teatral de Anthony Shaffer, "La huella", fenomenal thriller psicológico protagonizado por Laurence Olivier y Michael Caine, que le supondría una nueva nominación al Oscar como mejor director.

Hombre culto, leído, de impecable formación. Demasiado intelectual, decía de él Kirk Douglas. Para Joseph Leo Mankiewicz el mundo era un teatro, y el puñado de obras maestras que dirigió tenían en común el gusto por lo escrito, por los diálogos, por el cómo y el qué salía de la boca de sus personajes. Cineasta sobrio, racional, profundamente inteligente, hizo bueno el consejo que le dio su mentor, un tal Ernst Lubitsch. La película perfectamente dirigida es aquella que no se nota que ha sido dirigida en absoluto, le dijo. Mankiewicz trató de ser fiel a esa máxima, y no le fue mal.

Vivió una complicada experiencia como presidente del Sindicato de Directores, cuando no estuvo de acuerdo con la obligatoriedad (propuesta por Cecil B. DeMille, decano de la organización) de que los asociados firmaran un juramento de lealtad anticomunista. Como norteamericano, lucharé para mantener la distinción entre la autoridad gubernamental constituida y los intentos de cualquiera por usurparla. Dos meses de conversaciones más tarde, se firmó un comunicado (con adhesiones de John Huston, Billy Wilder o John Sturges) y se vivió una larga asamblea (la noche más dramática de mi vida, según Mankiewicz) estancada hasta que John Ford se presentó como director de westerns y se dirigió a DeMille: Desde siempre te he conocido y respetado. Pero no me gustas y no me gustan tus ideas. Propongo que se devuelva la presidencia a este polaco y nos vayamos todos a casa a dormir.

Se marchó con un adiós sin ruido. Según sus propias palabras "Hollywood se ha convertido en un gran burdel donde se hacen las cosas más comerciales y espantosas que uno pueda imaginar. No sé si tengo cabida en esa industria". Como dijo Kirk Douglas: "Demasiado intelectual".

Citas de Joseph L. Mankiewicz

1) Cuando estaba trabajando para la Metro, Louis B. Mayer me comentó que quería que yo me encargase de la producción. Yo le dije que deseaba dirigir y escribir, pero no producir. Él insistió en que me ocupase de la producción con anterioridad. "Tienes que gatear mucho antes de poder andar", me dijo.

2) La muerte de Hollywood se encuentra en los efectos especiales y en gente como Mel Brooks. Si Mel Brooks hubiese surgido en mi época no hubiese servido ni para ayudante de camarero.

3) La diferencia entre la vida real y las películas es que un guión tiene que tener sentido. La vida no.

4) He estado en el comienzo, en el auge, en la cima, en el hundimiento y en el fin de las películas habladas. Esta frase de Mankiewicz dice mucho de su pena por el declive del cine, más preocupado en los efectos especiales que en construir una buena historia. Así se entiende el cinismo del western carcelario "El día de los tramposos" (1970) y de la adaptación de la obra de Shaffer "La huella", donde el enfrentamiento entre esposo mayor (Laurence Olivier) y amante joven (Michael Caine) bien podía entenderse en clave generacional y cultural. 

5) Para escribir el guión de una buena pelí-cula hacen falta dos años. Para rodarla, dos meses. Para efectuar el montaje, dos semanas. Para dar los últimos retoques, dos días. Y para olvidarla, dos minutos. Pura filosofía de un negocio que Joseph Leo Mankiewicz (conoció a la perfección.


Películas

Como Director

La huella (1972)
King: A Filmed Record... Montgomery to Memphis (1970) (Documental)
El día de los tramposos (1970)
Mujeres en Venecia (1967)
Cleopatra (1963)
De repente, el último verano (1959)
El americano tranquilo (1958)
Ellos y ellas (1955)
La condesa descalza (1954)
Julio César (1953)
Operación Cicerón (1952)
Murmullos en la ciudad  (1951)
Eva al desnudo (1950)
Un rayo de luz  (1950)
Odio entre hermanos (1949)
Carta a tres esposas  (1949)
El fantasma y la Sra. Muir (1947)
El castillo de Dragonwyck (1946)

  Como Guionista

Mujeres en Venecia  (1967)
Cleopatra (1963)
El americano tranquilo  (1958)
Ellos y ellas  (1955)
La condesa descalza  (1954)
Julio César (1953)
Murmullos en la ciudad (1951)
Eva al desnudo (1950)
Un rayo de luz  (1950)
Carta a tres esposas  (1949)
El castillo de Dragonwyck  (1946)
Las llaves del reino (1944)
El enemigo público nº 1 (1934)
Alicia en el País de la Maravillas (1933)
Diplomanías (1933)
Si yo tuviera un millón (1932)
Las peripecias de Skippy  (1931)
Paramount on Parade  (1930)
The Dummy  (1929)
El Virginiano (1929)


El 5 de febrero de 1993 Joseph L. Mankiewicz, cuyos hijos Tom, Christopher y Ben también se dedican al mundo del cine, fallecía de un ataque al corazón en Bedford, Nueva York, a la edad de 83 años.

Los japoneses no miran... sospechan (Woody Allen)
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Señor Lobo

Menudo homenaje al señor Mankiewicz  :obacion

Por esta sección de clásicos ya han salido algunas de sus pelis y estoy seguro de que caerá alguna más. Uno grande desde luego. Me han gustado sus citas, propias de un señor que amaba lo que hacía y sabía lo que se decía.
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alpope72

Guevara, primero me dejas tuerta y ahora muda  :guay  :guay  :guay te guardo el otro +
Ya lo pensare mañana.
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Mai

Un gran homenaje a uno de los grandes :obacion

Un trabajo estupendo,Guevara.Gracias.


"Me despierto muy temprano.Mi vuelta del campo de los sueños es brutal al entrar en el país de lo cotidiano" (Léolo)
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