Ven y mira (1985)

Iniciado por Sacri94, 12 de Mayo de 2021, 05:08:16 PM

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Sacri94

'Ven y mira'


El género bélico durante muchos años ha sido uno de los más prolíferos en el cine. Ha habido tantísimas películas enmarcadas en este tema que coger por sorpresa al espectador es una tarea bastante difícil. Hemos visto el Desembarco de Normandía en varios films de diferentes nacionalidades, pero todos recordaremos el inicio de 'Salvar al soldado Ryan' por lo impactante y espectacular de sus imágenes representando este acontecimiento histórico. Existen multitud de películas ambientadas en la famosa guerra del Vietnam, siendo seguramente la guerra más explotada en el cine estadounidense, pero 'Apocalypse Now' o 'Platoon' dejan una huella imborrable en aquellos que la ven, aunque pueda ser únicamente por algunas escenas. También ha habido acercamientos más poéticos o amables a la segunda Guerra Mundial, como 'La delgada línea roja' o la maravillosa 'La vida es bella'. Lo que quiero decir con esta parrafada es que en el cine bélico las hemos tenido de todas las formas y colores, películas más convencionales, algunas que generalmente lo son, pero tienen algunas escenas que destacan sobre la media y otras (unas pocas) que se alejan de cualquier tópico y transmiten la guerra desde un punto de vista diferente. 'Ven y Mira' es tan diferente y especial que no la puedo encajar en ninguna de estas categorías.

Esta producción, sorprendentemente, nació como un encargo por parte de las autoridades soviéticas de la época para celebrar el 40 aniversario de su victoria frente a los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, la idea original era hacer una película mucho más convencional y el director Elem Klimov tuvo que luchar para que su particular visión de la guerra saliera adelante. De una forma u otra, lo consiguió, y nos brindó esta experiencia cruda y de una dureza que traspasa las barreras de la ficción, donde no hay rastro de propaganda militar. Los primeros minutos (más propios de una cinta de terror) ya son una muestra de lo poética y extraña que será a lo largo de todo su metraje. Experimentaremos la brutalidad de una guerra desde los ojos de un niño de 13 años llamado Florian, que está entusiasmado con la idea de unirse al ejército y defender su país con orgullo. Cuando su madre recibe la noticia por parte del propio Florian, rompe a llorar desesperada, siendo totalmente consciente de que su hijo, independientemente de que vuelva o no, jamás volverá a ser ese niño bondadoso y sonriente que nos presentan al comienzo de la cinta.

La película es, en esencia, el descenso de Florian al infierno y la pérdida de la inocencia de este. Curiosamente, a pesar de que el lirismo, lo poético y lo experimental son factores determinantes a la hora de definir esta película, Elem Klimov tiene bien claro la contundencia con la que quiere golpear al espectador, y hace que sea una película bastante literal. No es enrevesada ni existe lugar para segundas interpretaciones. Tampoco es efectista. Pone de manifiesto la ausencia de bondad por parte de los nazis, deshumanizándoles, y los sentencia y representa de una forma totalmente excesiva y grotesca que solo hace que ir a más con el paso de los minutos, llegando a puntos en los que parecen villanos sacados de una película de dibujos animados. La miseria de la guerra se ve reflejada de una forma mucho más natural, fijándose en detalles pequeños o frases con un gran significado. Florian, al igual que el espectador, va languideciendo cada vez más y más, y esos primeros planos de su rostro son historia del cine por el gran significado que tienen y el grandísimo impacto que causan al verlos. La evolución del personaje consiste en una involución, en una pérdida de todo lo que hace niño al niño, madurando a marchas forzadas y en un ambiente totalmente hostil. Habla de la guerra y sus consecuencias de una forma que nunca se ha visto y no basa su discurso en buenos y malos, únicamente. De hecho, los nazis solo aparecen en el último acto. A Klimov le interesa mucho más hablar sobre la humanidad y la vida que dejar a los soviéticos como seres superiores.

Técnicamente es un prodigio. La fotografía de Aleksei Rodionov es asombrosa, en ocasiones tan oscura que apenas se aprecia nada, pero suma puntos al aspecto tan verosímil que presenta todo el film. Esto es debido a que se realizó con luz natural, una técnica muy laboriosa y que limita mucho las posibilidades. Pero Rodionov consigue controlar la luz del sol para oscurecer el rostro de un personaje cuando el director quiere hacer énfasis en lo macabro de ese momento o que el disparo de una bengala contraste con la triste noche soviética dando lugar a una de las escenas más bellas de todo el conjunto. Los verdes prados o los desolados desiertos se ven reforzados por el gran trabajo de Rodionov, y Klimov se encarga de confeccionar planos increíbles en esos escenarios. Las escenas más duras son imposibles de olvidar, el director sabe cómo asfixiar y atosigar al espectador usando los recursos adecuados en cada momento. El diseño de sonido es también brillante, y atípico. Es perturbador e incómodo (puede recordar al que vemos en las películas de David Lynch), sumando mucho a la ambientación tan deprimente y pesimista que tiene la cinta durante toda su duración. El reparto, prácticamente lleno de actores amateurs, está perfecto, destacando obviamente al protagonista Alekséi Krávchenko, que hace un tour de forcé brutal.

Así, Elem Klimov, con todos estos elementos, consigue confeccionar una auténtica obra maestra. Un visionado que se queda marcado en tu retina para siempre, que te hace dudar de lo ficticio de las imágenes que estás visualizando y que remata la faena con una dosis de realidad demoledora. Una imprescindible película para hacernos reflexionar sobre la violencia del ser humano.


Nota: 9,0

"Puedo estar horas comiendo una perita."
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Soprano

Una de mis tantas deudas pendientes que tu buena crítica me ha recordado y que espero poder saldar en breve.
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Wanchope

Debo admitir que hasta hace poco no la conocía, y es una pena que una película tan potente como esta no sea tan conocida como otras no necesariamente mejores. Merece muy mucho la pena, sobre todo para comprobar que ninguna cinematografía está por encima de ninguna otra cuando se hacen las cosas bien.
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Michael Myers

#3
Me alegro que se sigan sumando películas al foro, pero esta de estreno tiene más bien poco.  :disimu
Quizá en esos últimos días, el amó la vida con más intensidad que nunca, no sólo su vida, la de cualquiera, mi vida.
Y lo único que quería eran las mismas respuestas que el resto de nosotros: ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuánto tiempo me queda?
(Blade Runner)
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Wanchope

Bien visto. Lo muevo al subforo de cine clásico.  :poss
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