Por cierto, algo que no he dicho antes es la "justificación" que al final salió a la luz en la conversación que tuve con el encargado de Yelmo Rivas: la proyección o no de una película responde exclusivamente a consideraciones económicas. Ellos se saltarán la programación (así me lo dio a entender) si creen que una película diferente les dará más dinero "esa misma tarde". En esta ocasión creo que la sustituyeron por "8 apellidos vascos", que estaba entonces en plena efervescencia.