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Mensajes - leif_eriksson

#1
Cine clásico y contemporáneo / Re:Un pez llamado Wanda (1988)
01 de Noviembre de 2014, 02:10:26 AM
Cita de: babuino en 31 de Octubre de 2014, 03:02:42 PM
A mi me pareció buenísima. El oscar a Kevin Kline, como mejor actor de reparto, el mas merecido que recuerdo y la escena donde Otto (Kevin kline) pilla al ingles (no recuerdo el nombre) robando en su propia casa, sencilla pero antológica.
Está claro que el raro soy yo  :bueno  :D.
#2
Cine clásico y contemporáneo / Re:Un pez llamado Wanda (1988)
27 de Octubre de 2014, 09:30:50 PM
Cita de: el gremlin gafapasta en 27 de Octubre de 2014, 08:28:50 PMO Entre Pillos anda el Juego
Ahí ya me has...pillado.

Malísimo, lo sé.
#3
Cine clásico y contemporáneo / Re:Un pez llamado Wanda (1988)
27 de Octubre de 2014, 07:57:09 PM
Cita de: el gremlin gafapasta en 27 de Octubre de 2014, 07:42:25 PMTe compadezco mucho si no has sabido disfrutar una de las mejores comedias jamás realizadas. Y si dudas del potencial de Jamie Lee Curtis como femme fatale, echale un vistazo a Mentiras Arriesgadas.

Pobre de mí...  :bueno

Esa peli en la que hacen humor de que tenga que hacer de stripper y no le salga?  :bueno :bueno
#4
No sé si es una forma indirecta de juzgar mi criterio, pero me da que, en tal caso, estarías pecando de prejuicioso. La película no está sentenciada, antes de ser vista, por el nombre de quien la haya firmado (en tal caso, mi valoración "El lobo..." no hubiera bajado del 8), pero me parece un poco ingenuo no tenerlo en cuenta. Creo que esta película no se puede valorar en su justa medida si antes no se ha visto "Uno de los nuestros" o "Casino". No es imprescindible, ni mucho menos, pero sí altamente recomendable.

Hay directores (autores?) que desarrollan toda su carrera versando sobre un o unos temas muy concretos, y tener una visión de su obra anterior da gran profundidad al análisis de la película en cuestión. Haya sido "Trance" la última o la primera película de Danny Boyle, bajo mi punto de vista sería, en cualquier caso, efectista, pretenciosa y completamente vacía. Claro que no tiene las mismas implicaciones que sea un traspiés de principiante subidito de humos que un trabajo desganado de un autor encumbrado que se ha echado a dormir. Y me parecen necesarias esas implicaciones.
#5
Y creo que eso es una buena noticia: significa que juzgo a todos por el mismo rasero (lo que no significa que el criterio en sí sea correcto). Hablando de Danny Boyle, su última película (y, en general, sus últimos trabajos) me pareció francamente pobre  :abajo

En general, poner la historia al servicio de la estética me atrevería a asegurar que es un error, e incluso un acto de onanismo cinematográfico  :D.
#6
Cine clásico y contemporáneo / Re:Un pez llamado Wanda (1988)
27 de Octubre de 2014, 09:14:17 AM
la de hostias que me voy a llevar por lo que voy a publicar...  :nuse


Naufragio en una pecera


La experiencia confirma que a una comedia no se le exige profundidad narrativa para funcionar (lo cual no implica que sea terreno vedado, como podría parecer, viendo el panorama), pues su potencial suele residir en el texto, en la forma de enarbolar el humor, de darle forma y obtener la meritoria carcajada en el público. Si se deja de lado lo primero, pero tampoco se consigue lo segundo, entonces el problema es considerable.

Se trata de una comedia blanca, liviana, con un robo de joyas como excusa para desencadenar las típicas traiciones constantes entre personajes, en una lucha de egoísmos que da lugar a histriónicas situaciones potencialmente efectivas, pero torpedeadas por el fallido tono que presenta a lo largo de todo el metraje, en el que unos irritantes personajes repiten constantemente el mismo gag, sin sorprender ni desarrollarlo, destacando un desquiciante Kevin Kline (inquietante versión ochentera del Meñique de la mediática serie "Juego de Tronos"), que, para más inri, acabó siendo galardonado con un Oscar al mejor actor secundario.

Por otro lado, se intenta jugar la baza del contraste cultural entre ingleses y estadounidenses: corrección frente a informalidad, aburrimiento frente a vitalidad. Como era de esperar, y sin que sea necesariamente malo, la reflexión no llega ni a penetrar las primeras capas del asunto, sirviendo como pretexto para que uno de sus personajes decida dar un vuelco a su vida, permitiendo el avance de una desproporcionada subtrama, que acaba fagocitando a la del propio atraco, de la que parece que se olvidan y que forzadamente intercalan.

Llama la atención que el único personaje femenino, Wanda (¿Jamie Lee Curtis como femme fatale?), sea el centro del relato, tanto en la forma como en el fondo, girando los demás en torno a ella, postrados a sus maquiavélicos encantos, pero que tampoco supone un avance en una película que hace aguas por todas partes, en la que el componente visual queda totalmente dejado de lado, rematado por una torpe puesta en escena, poco fluida e intuitiva, donde la narración en imágenes estorba más que aporta, pero sin que todo ello le haya impedido ser un auténtico éxito de taquilla y pasar a la Historia del cine.


Nota: 2.

Comienza el linchamiento  :D.
#7
No pretendo generar esa sensación, así que revisaré la crítica, a ver qué ha pasado... :disimu

Para mí el principal problema (desde el título de la crítica en adelante) es que Scorsese se ha propuesto hacer siempre la misma película, despreciando a la historia. Aquí lo importante es que él pueda hacer sus travellings y sus escenas violentas con un montaje a toda hostia. Ya puede ser una historia de un tiburón financiero, una de mafiosos, o una sobre la vida de Heidi... :D.
#8
La tarantinización de Scorsese


Las historias de ascenso y caída de antihéroes pueblan la filmografía de Martin Scorsese, obsesionado con los valores estadounidenses, el vacío moral del "Sueño Americano" y la cultura del poder que se ha establecido en ese país. Consagrado por sus historias de la mafia, en este caso pasa a narrar la vida del desalmado tiburón financiero Jordan Belfort, en lo que supone una traslación literal de sus propios moldes narrativos, que deja un poso de repetición, de estancamiento, o, incluso, de narcisismo.

El machista ambiente bursátil sirve de excusa perfecta para mostrar los trapos sucios de las personas que lo pueblan, y es aquí donde el director italoamericano sorprende, al llevarlo hasta el extremo y mostrar un mundo de absoluta depravación y excesos, en el que el sexo y las drogas son la única vía de escape para soportar la dinámica de vida. Un planteamiento al que le sienta muy bien el punto cómico que se le aplica, pero que no llega a convertirse en una sátira, quedándose en un punto intermedio entre la crítica y la amoralidad, pecando de indefinición y cayendo en un vacío de reiterativa superficialidad, como si nadie le hubiera dicho a este pequeño director que los excesos debían limitarse al texto.

Scorsese, en un acto de adoración a sí mismo, ha sido incapaz de separarse de su propio estilo, y no le ha dado la oportunidad a la historia de tener vida propia y profundizar en sus planteamientos, siendo puesta a disposición de la forma, en lo que supone un ejercicio de esteticismo vacío y descompensado. A pesar de los constantes esfuerzos de un portentoso Leonardo DiCaprio, arrollador y en estado de gracia, éste se ve perdido en un mar de travellings veloces, montajes frenéticos y ralentís que difícilmente encuentran justificación, y que, más allá de demostrar la maestría formal de su director, que, muy de vez en cuando, da en el clavo y enarbola secuencias de puro cine, confirman que sigue anclado en sus éxitos pasados, incapaz de evolucionar.

Nota: 6.

Gracias por leer! Si os ha gustado, tengo más  :D. http://blogquenuncaestuvoalli.blogspot.com.es/
#9
Críticas de estrenos / Re:Enemy
26 de Octubre de 2014, 08:47:10 AM
La telaraña del espejo roto

Desde hace unos años, vienen tomando el relevo generacional del cine canadiense dos directores de estilo especialmente llamativo: Xavier Dolan (más experimental) y Denis Villeneuve (más sobrio, y, quizás, menos efectista). Sin duda, dos referentes dispuestos a marcar tendencias y revolucionar la Historia del Séptimo Arte. El segundo, en lo que ha supuesto su segunda película estrenada en seis meses (previamente, Prisioneros, 2013) y su segunda colaboración consecutiva con el actor Jake Gyllenhaal, despliega todo su potencial visual y desarrolla una inquietante y alegórica película, que a nadie deja indiferente.

Basándose en el esquema argumental del libro El hombre duplicado, de José Saramago, narra la historia de un profesor que descubre la existencia de su doble, lo que supone un pretexto para exponer diferentes ideas, como la dualidad del ser y su oculto lado oscuro, las relaciones de poder hombre-mujer y Sociedad-Estado, los deseos reprimidos, y, por qué no, todas las que uno desee. Apoyado en un montaje abrupto, que dinamita el concepto de tiempo a golpe de elipsis y repetición, Villeneuve recrea un mundo onírico, de amarillentas atmósferas enrarecidas, opresivas, coronado por un sugerente simbolismo arácnido.

A medida que avanza, la película se adentra en un laberinto cada vez más oscuro y asfixiante, en el que los acontecimientos desembocan en un final tan impactante como coherente, que enciende todas las alarmas en el razocinio del espectador, tan (mal)acostumbrado a buscar la lógica de todo planteamiento, pasando por alto que está ante una película más interesada en transmitir sensaciones que en mostrar hechos, y cuyo potencial reside en las preguntas que genera, no en las respuestas que (no) da.


Nota: 8.

Gracias por leer! Si te ha gustado, tengo más  :D.  http://blogquenuncaestuvoalli.blogspot.com.es/
#10
Críticas de estrenos / Re:Sólo los amantes sobreviven
25 de Octubre de 2014, 05:11:31 PM
La insoportable decadencia del ser

El juego con los esquemas de los géneros cinematográficos  (carcelario, road movie, western, etc.) es una constante en el cine de Jim Jarmusch, apasionado de la música (actual guitarrista de "SQÜRL", grupo que firma la banda sonora de esta película), que recubre de música todo lo que filma, creando microcosmos melódicos de corte nostálgico, de reminiscencia poética (no en balde, frustrado poeta) y minimalistas, plagados de referencias culturales, incluso a su propio cine, en un juego de sofisticada pedantería del que no siempre sale triunfante. En su última entrega, se sumerge en el subgénero de vampiros, obteniendo un resultado dispar.

Dividida en dos territorios distantes, tan diferentes entre sí, como son la decadente Detroit y la enigmática Tánger, dos vampiros amantes, Adam y Eve, conviven de diferente manera con el vacío existencial de la eternidad y simbolizan la Humanidad y todo lo que ésta ha vivido y creado, siendo inevitable su sufriendo por el lamentable rumbo que ésta ha tomado, y temerosos de verse contaminados por su inmundicia. Tratados siempre con el peculiar humor tibio al que este director acostumbra, se sucede toda una serie de pausados momentos de introspección, decadencia y nihilismo, que casan a la perfección con el ritmo de una película en la que la fachada cobra excesiva relevancia y, si bien exquisita, fagocita las posibilidades de desarrollo de esta historia, plagada de referencias culturales con excesivo afán de protagonismo, que, más que consolidar, entorpecen el relato.

Se trata, pues, de una frustrada reflexión sobre la belleza como Arte, en sus diferentes formas (en este caso, Música y Literatura), sin duda interesante, pero que peca de minimalista y estética, con largas escenas que tratan de huir del vacío hablando del mismo; jugada demasiado complicada para Jarmusch, que se pierde en transiciones musicales tan visualmente magnéticas como intrascendentes, que introduce reflexiones de pretenciosa profundidad en unos personajes que no encuentran motivos para seguir viviendo, pero que son incapaces de dejar de hacerlo, permaneciendo atados a la sangre como su particular droga, una vía de escape a su anodina existencia, en la que, quizás, no todo esté perdido.

Nota: 6.

Gracias por leer! Si te ha gustado la crítica, quizás quieras echarle un ojo a las demás en http://blogquenuncaestuvoalli.blogspot.com.es/
#11
Críticas de estrenos / Re:El viento se levanta
22 de Octubre de 2014, 05:23:14 PM
Teniendo en cuenta la situación con respecto a su mujer, la reacción del protagonista me parece...Ciertamente...meh  :abajo

Me interesa mucho más la instrumentalización aeronáutica que un melodrama que, como mínimo, no aporta nada nuevo al género, pero que, a pesar de ello, acaba fagocitando a la primera trama...
#12
Críticas de estrenos / Re:El viento se levanta
22 de Octubre de 2014, 01:35:52 PM
Aterrizaje frustrado


La hierba mecida al son de una ráfaga de aire, un mechón de pelo que baila en el flequillo de una niña, el débil reflejo del amanecer en las tejas, el juego de sombras en una habitación de madrugada, una espina de pescado como inspiración aeronáutica. Detalles, todos ellos aparentemente insignificantes, pero que, en manos de Hayao Miyazaki (Mi vecino Totoro, 1988; La princesa Mononoke, 1997), consiguen albergar pequeños atisbos de vida, logrando condensar el desbordantemente mágico mundo interior de este maestro de la animación, lo que le otorga, a su película más realista, una tan fascinante como paradójica vitalidad.

Este optimista film, de colorista paleta pictórica, inunda de verdes y azules los oscuros y penosos paisajes de la primera mitad del Siglo XX japonés, abogando por una eterna lucha por la consecución de los sueños personales, a pesar de la perversión que éstos pueden sufrir a manos de intereses estatales. El director japonés, antibelicista empedernido, adapta al cine su propio manga (cómic japonés) sobre los sueños aeronáuticos de su compatriota Jiro Horikoshi, obsesionado con levantar los pies del suelo y refugiado en la ingeniería ante su imposibilidad fisiológica, donde consigue desarrollar su mundo interior, plasmándolo en bocetos y posteriores traslaciones metálicas. La imposibilidad de evitar su amoral instrumentalización frustra sus intenciones, pero no las doblega, pues, citando a su onírico mentor, con el que comparte sueños en sentido literal y figurado, "los aviones no son herramientas para la guerra, no son para hacer dinero. Los aviones son bellos sueños".

Lastimosamente, son los sueños de Miyazaki los que lo llevan a su perdición, incapaz de controlar su trabajo, al que, paradójicamente, torpedea con una historia deshilachada, saboteada por su (quizás) excesiva implicación personal, diluyendo esos turgentes dilemas morales en su incapacidad de concreción, que culminan en unos personajes opacos cuyo melodrama carece de interés. El sol se pone en el horizonte de su carrera, sin que su película más personal, su testamento cinematográfico, haya conseguido alzar el vuelo.

Nota: 6.
#13
Críticas de estrenos / Re:La isla mínima
18 de Octubre de 2014, 02:43:43 PM
Las pantanosas raíces del mal

El cine de Terrence Malick la retrata como el máximo exponente de pureza, como ese eterno Edén a alcanzar (Malas tierras, 1973; El Nuevo Mundo, 2005). El de Carlos Reygadas, sin embargo, se decanta más por la dualidad de su esencia (Japón, 2002; Post Tenebras Lux, 2012). Éste último es el camino que Alberto Rodríguez (Grupo 7, 2012) toma para plasmar su idea de Naturaleza: ese lugar tan bello como siniestro, en el que sus espectaculares paisajes quedan irremediablemente matizados por su inherente salvajismo, que oscurece todo lo que alberga, funcionando como un personaje más, el más relevante, el más temible.

Las sobrecogedoras marismas andaluzas son retratadas a base de amplios planos cenitales, en los que se transmite una aparente belleza, que, al profundizar (tanto en la forma como en el fondo), se descubre engañosa. Latente, escondido, en estos parajes se esconde un gran mal, el de una España hundida en el horror, esa España profunda (equivalente de la "América profunda", fangosa e impenetrable, del bombazo televisivo del pasado curso: True Detective), sumida en los estertores del Franquismo, que queda plasmada en la barbarie que domina la dinámica de este pequeño pueblo.

Ya con un guion a la altura, el más hollywoodiense de los directores españoles se corona con este apabullante y visualmente poético thriller, de trabajadas atmósferas inquietantes y tenebrosas, que trata con mimo a sus personajes principales (error habitual en este género), apoyados por unos secundarios a la altura, todos ellos moviendo ficha en una peligrosa partida, de semidesnatado clímax pero desolador final, en el que, emulando la sugerente idea planteada en la serie estadounidense, la rabia no muere al matar al perro.


Nota: 8.
#14
Críticas de estrenos / Re:La imagen perdida
19 de Septiembre de 2014, 05:25:57 PM
Fotografías de barro


La llegada al poder de los Jemeres Rojos en Camboya (que pasó a denominarse Kampuchea Democrática) es el punto de partida de este relato sobre el aciago destino que sufrió su población durante el que se conoce como "Genocidio Camboyano", en el que el director de este documental, Rithy Panh, cuenta, en primer persona, sus terroríficas vivencias de infancia (aunque narrado por el actor Randal Douc), en lo que supuso uno de los más terribles y desconocidos sucesos de la Historia de Oriente, como ya lo hiciera el interesante documental The act of killing (2012) con el exterminio indonesio.

Esta premisa es la piedra angular sobre la que gira este relato, que busca rescatarlo y sacarlo a la luz, recuperar esa imagen perdida, que una vez existió pero que no se conservó. Ante este panorama, en el que sólo existen vídeos propagandísticos del régimen comunista de Pol Pot, Panh idea una ingeniosa manera de recuperar lo vivido, utilizando maquetas y muñecos de barro que, en su inerte frialdad, transmiten el horror de la tragedia y ponen sobre el mapa a esta población (mediante la superposición de imágenes de estas figuras sobre las grabaciones de la época), como haciendo palpable que, en las apacibles y felices imágenes observadas, también existía otra cara de la realidad, la de un pueblo silenciosamente explotado y sistemáticamente asesinado.

Una historia que, al igual que la narrada en el documental anteriormente citado, impresiona por la gravedad de lo vivido y por lo sorprendente del enfoque, pero que, como documento cinematográfico, pierde fuerza a cada minuto que pasa, y en el que, superada la sorpresa inicial de la artesanal puesta en escena, se acaba sintiendo una ligera sensación de reiterativo vacío narrativo, en el que la superficialidad vivencial narrada permite que el espectador entienda lo sucedido, pero impide que lo viva.

Nota: 5.
#15
Críticas de estrenos / Re:Her
15 de Septiembre de 2014, 07:55:32 PM
Alone in translation

El cine de Spike Jonze siempre ha circulado por los caminos de la originalidad formal y de las premisas genuinamente disparatadas, que, sin embargo (o debido a ello), acaban agotándose o llegando a un destino incierto, imperando la eterna sensación de genialidad por pulir, cuyo ejemplo más claro se observa en su fructífera simbiosis con el guionista Charlie Kauffman (Cómo ser John Malkovich, 1999; Adaptation: el ladrón de orquídeas, 2002). Tras este idilio cinematográfico, tomó una nueva vía, explorando formatos más contenidos y de mayor calado (Donde viven los monstruos, 2009), arando el terreno y dando paso a la que la que ha acabado por ser su mejor película hasta la fecha.

Enmarcada en un entorno futurista cercano, finamente decadente, esta sociedad de tonos apagados, en la que la imagen ha dado paso a una predominancia oral, alberga un fino reducto de llamativos colores: Theodore (el portentoso Joaquin Phoenix, alejado de sus habituales papeles oscuros), un escritor de cartas para terceros, que vuelca todo su mundo interior en ellas, combatiendo la paradójica incomunicación de esta sociedad. Introvertido y con problemas para relacionarse con las mujeres (matrimonio fallido de por medio), sólo consigue encontrar entendimiento en un sistema de Inteligencia Artificial (la deliciosa y sugerente voz de Scarlett Johansson), infinitamente más vivo que las personas que lo rodean.

Y es en este momento cuando Spike Jonze corrige errores pasados y sabe reconocer dónde está su lugar, brindándonos una austera pero firme narración, en la que desarrolla (también en labores de guionista) una relación amorosa intensa, viva y enternecedora, rodeando de detalles y matices a unos personajes a los que demuestra conocer en profunidad, y cuya insólita situación queda completamente eclipsada por lo real que ésta supone (¿podría ser la escena de sexo más intensa de la Historia del cine?), alejándose del ridículo en todo momento. Las escenas fluyen con naturalidad, transportadas por los maravillosos temas musicales de Arcade Fire, y los acontecimientos se precipitan de manera tan inevitable como auténtica, conformando una conmovedora y agridulce historia (quien sabe si autobiográfica) sobre superación y aceptación personal, que nunca se agota, que siempre sorprende.


Nota: 9.