Por fin pude verla hace un par de días; y en mi opinión toda la película destila Humildad y Belleza.
Humildad y belleza porque, a pesar que el relato cae en los pantanosos terrenos del melodrama, jugando por tanto a hacer un espectáculo del dolor, en realidad se erige como homenaje a la dignidad y la lucha de un hombre asombroso, cuya enfermedad es una de las mayores tragedias íntimas de la que hay noticia como nos dice Guevara en su gran crítica, pero también mayor tragedia fue el desprecio, el maltrato, la humillación de la mayoría de personas que se cruzaron en su vida, que son los auténticos monstruos de esta historia devastadora.
Dicen que un poema puede hacerte recordar lo que sientes cuando estás enamorado, aunque no lo estés en el momento de leerlo. O que una composición musical puede transformar tu estado anímico como el escalpelo de un cirujano extirpar un tumor maligno. Y si el cine es verdaderamente el arte definitivo, lo demuestra en ocasiones como esta, en la que es al mismo tiempo representación y alegoría, metáfora del dolor y parábola de la existencia. Lynch, artista eminente, escribe una elegía sobre la inmortalidad de la inocencia y del coraje.
Humildad y belleza porque, a pesar que el relato cae en los pantanosos terrenos del melodrama, jugando por tanto a hacer un espectáculo del dolor, en realidad se erige como homenaje a la dignidad y la lucha de un hombre asombroso, cuya enfermedad es una de las mayores tragedias íntimas de la que hay noticia como nos dice Guevara en su gran crítica, pero también mayor tragedia fue el desprecio, el maltrato, la humillación de la mayoría de personas que se cruzaron en su vida, que son los auténticos monstruos de esta historia devastadora.
Dicen que un poema puede hacerte recordar lo que sientes cuando estás enamorado, aunque no lo estés en el momento de leerlo. O que una composición musical puede transformar tu estado anímico como el escalpelo de un cirujano extirpar un tumor maligno. Y si el cine es verdaderamente el arte definitivo, lo demuestra en ocasiones como esta, en la que es al mismo tiempo representación y alegoría, metáfora del dolor y parábola de la existencia. Lynch, artista eminente, escribe una elegía sobre la inmortalidad de la inocencia y del coraje.