Tengo que ser sincero, no tenía muchas esperanzas cuando entré a ver Coco. Pixar no llevaba una buena racha bajo mi punto de vista. Cars 3 y Buscando a Dory fueron secuelas que ni se acercaban a la calidad de sus antecesoras, y me asustaba que la compañía hubiera dejado de lado esa faceta perfeccionista, esa capacidad única que tenían para no estrenar películas, sino crear mitos.

Los Increíbles, Toy Story, Up o Ratatouille son títulos que forman parte de mi infancia y de los que tengo un recuerdo excepcional y ya daba por hecho que Coco no iba a estar a la altura. Pero, después de verla, no puedo asegurar del todo aún que pueda colocarse al lado de estos clásicos, pero no puedo negar que la historia de Miguel me enamoró. Coco coco !!! Esta es la crítica de Coco de Pixar y Disney!

Crítica de Coco – Una oda a la vida

Coco narra la historia de Miguel, un joven amante de la música que sueña con recorrer el mundo acompañado de su guitarra y alcanzar el éxito, tal y como lo hizo su ídolo Ernesto de la Cruz. La única barrera que impide a Miguel abrazar su sueño es su familia, la cual vive totalmente apartada de la música. Es difícil explicar mucho más de la trama sin entrar en el terreno pantanoso de los spoilers, ya que desde el inicio la película va girando y desvelando sorpresas, algunas más predecibles que otras, las cuales consiguen un ritmo muy ameno donde no hay mucho tiempo para la pausa. Para no estropear mucho, sólo diré que por alguna razón desconocida para los que aún no hayáis visto la película, Miguel acaba en el otro lado y tiene que intentar volver a su realidad.



Como ya he dicho, hay muy pocos momentos de pausa en Coco. Los personajes se pasan casi toda la película huyendo de algo, intentando llegar a un sitio... Hay momentos en los que la película puede llegar a ser algo repetitiva, sobre todo durante los primeros momentos en el mundo de los muertos. Pero la espera valió la pena, porque después de todos esos momentos de acción sin fin, llegó la calma. ¡Y bendita calma! Hay pocos momentos de pausa en Coco, pero cuando los hay, no puedes evitar que se te escape alguna que otra lágrima.

Coco presenta algunos de los momentos más bellos que yo recuerdo haber visto en una película Pixar. Son instantes tratados con un tacto exquisito tanto a nivel técnico como argumental que se centran en tratar de forma excelente uno de los temas más complejos que existen: la muerte y el olvido. Me sorprendió muchísimo que un filme infantil se atreviera a centrar su trama en una temática tan delicada, pero Coco lo hace con tanto cariño que se convierte en una oda a la vida y nos invita a disfrutar de los nuestros y, sobre todo, nunca olvidarlos.


Es difícil explicar esto sin estropear nada, pero el final de la película es maravilloso. Es un momento tan tierno y mágico que es casi imposible que no te emocione. La banda sonora, la planificación, la fotografía... Todos esos elementos se cogen de la mano para crear un momento único que hace que, con sus más y sus menos, Coco valga totalmente la pena.

La magia de México

Técnicamente, Coco es maravillosa en prácticamente todos los aspectos. Mientras que a nivel argumental puede tener algún que otro tropiezo, el equipo de Pixar ha conseguido construir un retrato realista y fantástico a partes iguales que consigue homenajear de forma excelente al imaginario y las costumbres mexicanas. Los escenarios desprende magia por todas partes y son, sin duda, lo que más me impacto de la película. Los colores vivos, los imponentes planos generales, el uso de las luces... Todos estos factores están tan perfectamente cuidados que consiguen que el mundo de los muertos se sienta vivo.



Se nota que Pixar tiene un profundo respeto a la cultura que está representando en su película. Al contrario de lo que mucha gente afirmó antes del estreno del filme, Coco no es una apropiación cultural, es un homenaje en toda regla. Es una forma más que efectiva de mostrar este interesante mundo a gente que, de otra forma, probablemente jamás hubiera podido conocer. Llamadme inculto si queréis, pero no conocía prácticamente nada acerca del Día de muertos antes de ver la película, y en cuanto salí del cine, tuve la necesidad de informarme acerca de esta celebración.

Coco desprende amor por la cultura mexicana, pero también respeto, el cual se mostró cuando la gente de Pixar decidió que en España la película se proyectará con el doblaje mexicano. Desde el primer momento me pareció una genial idea y, después de ver el filme, no me cabe duda de que fue una opción más que acertada. El doblaje original te permite introducirte mejor en el universo de la película, a la vez que le aporta un toque único a la historia.

¿En el Olimpo de Pixar?

Ha llegado el momento de responder a la compleja pregunta que planteaba al inicio de la crítica. ¿Está Coco al nivel de los clásicos de Pixar? Sinceramente, es difícil afirmarlo. No sé si Miguel será tan recordado como Woody, Nemo o Remy. Pero lo que sí que puedo afirmar es que Coco me hizo sentir como un niño otra vez y, aunque tenga sus errores, es una película tan tierna y bella que será difícil de olvidar.