Death Proof... qué decir... una película fetichista, un nuevo guiño de Tarantino al cine independiente.
Y es que el argumento de la película es insulso y escaso: un fulano va con el coche intentando matar a dos grupos de mujeres... no es más, no nos dicen la razón ni nada por el estilo... sencillamente magistral... una película de dos horas con ese guión que consiga proyectar en nuestra mente la esencia del cine es simplemente una obra maestra...
La obra sólo es una continuación de la carrera de Tarantino: parece empeñado en proyectar un nuevo estilo de cine, una nueva corriente que tenga a él como su máximo exponente... Un cine completamente nuevo, una serie que se aleje de lo convencional, que nos transporte a un mundo más allá del que realmente vivimos, una payasada que sea capaz de mostrar su grado de locura, el arte por el arte... Que se centre en el cristal y no sólo en el jardín que aguarda detrás, un nuevo mundo, en el que los pies, los coches y la música nos indiquen inequívocamente quién es su director.
Claramente, es una película a la que no aguarda un punto intermedio. O gusta o no, la esencia típica de Tarantino se mantiene en la atmósfera del film perpetuamente... Una locura, una película dirigida a una inmensa minoría.
8,5/10
Y es que el argumento de la película es insulso y escaso: un fulano va con el coche intentando matar a dos grupos de mujeres... no es más, no nos dicen la razón ni nada por el estilo... sencillamente magistral... una película de dos horas con ese guión que consiga proyectar en nuestra mente la esencia del cine es simplemente una obra maestra...
La obra sólo es una continuación de la carrera de Tarantino: parece empeñado en proyectar un nuevo estilo de cine, una nueva corriente que tenga a él como su máximo exponente... Un cine completamente nuevo, una serie que se aleje de lo convencional, que nos transporte a un mundo más allá del que realmente vivimos, una payasada que sea capaz de mostrar su grado de locura, el arte por el arte... Que se centre en el cristal y no sólo en el jardín que aguarda detrás, un nuevo mundo, en el que los pies, los coches y la música nos indiquen inequívocamente quién es su director.
Claramente, es una película a la que no aguarda un punto intermedio. O gusta o no, la esencia típica de Tarantino se mantiene en la atmósfera del film perpetuamente... Una locura, una película dirigida a una inmensa minoría.
8,5/10