El problema en el que suele caer la gente cuando critica este tipo de películas tiene dos vertientes principales:
Por un lado, se tiende a meter en el mismo saco todo lo que no encaja en nuestros gustos y conocimientos, porque lo normal, claro, es que los conocimientos se cimenten a través de las cosas que nos gustan, por lo que por norma desconocemos las cosas que no nos gustan. Entre tan amplia oferta audiovisual, con tantos medios tecnológicos inundándonos audiovisualmente por doquier, llega a ser difícil discernir lo bueno de lo malo, si no nos especializamos en cosas que verdaderamente sean afines a nuestros espíritus, es decir, a nuestro gusto.
Por otro, nos cegamos sieeeeeempre, o casi sieeeeeempre con los pequeños detalles superfluos, los árboles, que nos hacen perder de vista el fondo de los temas, el bosque.
Así entramos en interminables debates centrados en dos o tres temas menores que poco aportan al valor intrínseco de una obra si somos capaces de observarla con perspectiva.
El remedio para esto último es ser sinceros con nosotros mismos y saber escuchar, si no lo hemos matado ya, que en muchos caso es así, al niño que llevamos dentro. Dejémonos de poyadas técnicas y de darnos el pego con conocimientos vanos... ¿Nos ha gustado... lo HEMOS PASADO BIEN?
Será sí, o será no. Y si es no, con un mínimo de honor, no estarás capacitado para criticarlo, y si es sí, tendrás que esforzarte y criticarlo con objetividad. No hay más vuelta de hoja, porque no podemos criticar aquello que NO comprendemos. Y no podemos comprender aquello que no nos hace ser más felices.
Por todo esto opino que la crítcica arriba vertida sobre Guardianes de la Galaxia no vale para nada.
Por un lado, se tiende a meter en el mismo saco todo lo que no encaja en nuestros gustos y conocimientos, porque lo normal, claro, es que los conocimientos se cimenten a través de las cosas que nos gustan, por lo que por norma desconocemos las cosas que no nos gustan. Entre tan amplia oferta audiovisual, con tantos medios tecnológicos inundándonos audiovisualmente por doquier, llega a ser difícil discernir lo bueno de lo malo, si no nos especializamos en cosas que verdaderamente sean afines a nuestros espíritus, es decir, a nuestro gusto.
Por otro, nos cegamos sieeeeeempre, o casi sieeeeeempre con los pequeños detalles superfluos, los árboles, que nos hacen perder de vista el fondo de los temas, el bosque.
Así entramos en interminables debates centrados en dos o tres temas menores que poco aportan al valor intrínseco de una obra si somos capaces de observarla con perspectiva.
El remedio para esto último es ser sinceros con nosotros mismos y saber escuchar, si no lo hemos matado ya, que en muchos caso es así, al niño que llevamos dentro. Dejémonos de poyadas técnicas y de darnos el pego con conocimientos vanos... ¿Nos ha gustado... lo HEMOS PASADO BIEN?
Será sí, o será no. Y si es no, con un mínimo de honor, no estarás capacitado para criticarlo, y si es sí, tendrás que esforzarte y criticarlo con objetividad. No hay más vuelta de hoja, porque no podemos criticar aquello que NO comprendemos. Y no podemos comprender aquello que no nos hace ser más felices.
Por todo esto opino que la crítcica arriba vertida sobre Guardianes de la Galaxia no vale para nada.