Foro de cine - E7A

Fantaterror erótico de muy baja calidad textual y excelsa calidad anatómica

La historia nos presenta a la Condesa Oskudar (Soledad Miranda), descendiente directa de Drácula, que ha quedado confinada en un castillo de una extraña isla. Por otro lado tenemos a Linda Westinghouse (Ewa Strömberg), una agente inmobiliaria que está "conectada" a la condesa mediante sueños. Linda terminará viajando a la isla y debido a la atracción sobrenatural que siente por la vampiresa será vampirizada y terminará bajo su influencia erótica. Así se establecerá una extraña relación entre ambas.

La cinta de terror no tiene nada, es apenas una excusa del director Jesús Franco para ofrecer una versión "caliente" que se alza como una ofensa subversiva al sistema militar que existía en su España, dictadura que inclusive logró mutilar y ofrecer una versión más corta donde prácticamente no se entendía nada el argumento.

No obstante ello, yo vi la versión íntegra y tampoco tiene mucha coherencia el guión, el cual es limitadísimo y muy banal. Es como dije anteriormente una cinta erótica disfrazada de película de terror donde se intenta ofrecer una versión libre del mito Drácula, pero en clave femenina y con una impronta lésbica. Lo cual termina siendo un disparate insoportable, del que sólo se salva de la quema la belleza de las "actrices" Soledad Miranda y la "infartante" Ewa Strömberg.

Olvídense de los tópicos del vampirismo, aquí no hay lugares oscuros ni nada de ello. Sino que por el contrario hay escenarios soleados, a los vampiros no les hace nada el sol y además son muy glamurosos y "calentones".

Siendo sincero, la película apesta, es tremendamente aburrida y muy cargante en su ritmo narrativo, las variantes narrativas son muy grotescas como para al menos generar un atisbo de entusiasmo y si tratamos de analizar lógicamente las alternativas todas ellas hacen agua de lo enclenques que son.

Todo se limita a planos de las dos féminas en prendas menores o desnudas totalmente que se tocan y se ponen cachondas dado que hay un poder sobrenatural que las atrae. Como vemos, un disparate estratosférico, al cual ni por asomo hay que tomarlo en serio. Y tampoco a mí me sirve como experimento de autor que quiere apartarse de los convencionalismos porque esta oferta es muy rústica y tosca, es una propuesta que tiene más de erotismo que de vampirismo y que busca mucho provocar más que sobresaltar.

Palabras claves: vampiros, erotismo, femme fatale, lesbianismo.

Nota: 2.0/10

AQUÍ UNO VIENE A LO QUE VIENE

No soy muy fan de quedarme en la zona de confort, cinéfilamente hablando, por lo que hoy tocaba salirme y explorar nuevos territorios, siendo el ya fallecido Jesús Franco (1930-2013) el elegido para que me guíe en sitios no conocidos y estilos cinematográficos; pero tampoco voy a decir que no esperaba lo que he visto porque cualquiera que no tenga la cabeza metida donde la espalda pierde su casto nombre sabe a lo que viene.

El bueno de Jesús explora con erótico resultado el mito de Drácula internándose en un lado lésbico encabezado por dos mujeres que gran belleza y atractivo físico como son Soledad Miranda, fallecida muy pronto por un accidente de tráfico, y Ewa Strömberg quienes serán vampiresa y víctima, respectivamente, cuando la primera la atraiga para unos papeles sobre una mansión que le toca usar.

Si bien es verdad que es evidente cuál es el cine de Jesús Franco, puede darse la situación de pensar que su trabajo sea ciertamente obsceno y sin ninguna clase; nada más lejos de la realidad. En lo que a esta película respecta, tiene una historia clara que contar y no se recrea cuando les toca a las actrices subir a la temperatura, dejando en todo momento un tono narrativo con clase en el que cualquier hombre heterosexual o mujer atraída por su mismo sexo podrá recrearse en el físico de ambas actrices protagonistas sin perder de vista lo que se quiere contar.

No obstante, hay que añadir a modo de advertencia que se recomienda ver este filme en el montaje íntegro, ya que yo he notado secuencias inconexas que no tenían sentido. Se podría creer que el montador es un patán, pero sabiendo que sufrió los efectos de la censura en España no debo ser excesivamente duro más allá de los defectos que presenta este largometraje donde se cuenta una versión libre del príncipe Vlad mas sin ningún apartado (interpretaciones, banda sonora, fotografía...) realmente malo o extraordinario. Simplemente en una línea regular.

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