Grandes éxitos

Iniciado por reporter, 31 de Enero de 2008, 12:26:57 AM

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Grandes éxitos



Bueno amig@s, pues aquí va mi particular homenaje a LA serie. No me extenderé demasiado en la introducción (porque lo hago después :D.). De momento sólo decir que tomando el ejemplo de nuestro roquero favorito, he cogido lo que para mí son diez momentos imprescindibles de Perdidos. Ordenados cronológicamente, seguramente me habré dejado muchos por el camino, pero lo indudable es que todos los que se van a citar a continuación, ponen los pelos de punta. Así que a todos los fans de la serie mas influyente de los últimos tiempos... disfrutad!!!

#1 - Bienvenidos a la Isla


Y el primer Gran Éxito no podía ser otro que la impactante escena inicial de la serie. El que hasta la fecha ha sido el episodio piloto más caro (y seguramente más espectacular) de la historia de la pequeña pantalla.

Señoras y señores, así nos dio la bienvenida... la Isla:

El hombre abrió los ojos y se halló en medio de una frondosa selva, junto a un perro que tardó poco en desaparecer entre la maleza. Los rasguños en la cara y la herida en la espalda no le impidieron levantarse para realizar un primer reconocimiento de aquel enigmático lugar. El calor apretaba y la humedad era intensa.

Instintivamente se dirigió hacia lo que suponía una playa cercana, guiado por el relajante sonido de las olas del océano. Por el camino, reparó en un zapato clavado en unas ramas. Al llegar a la cálida arena, un escalofrío atravesó su cuerpo al oír unos ruidos inquietantes. Después de atravesar unos arbustos, le aguardaba un panorama de lo más dantesco.

Había chocado frontalmente con el mismísimo infierno. Allí estaba, el vuelo 815 de Oceanic Airlines que debía llevarle de vuelta a Los Angeles... hecho trizas. Tanto los restos del fuselaje como los supervivientes estaban esparcidos a lo largo de la playa. El atronador ruido de una turbina presagiaba una explosión inminente y se mezclaba con los gritos de horror de la multitud.

Fue entonces cuando entró en juego la personalidad obsesiva del protagonista, que le empujaba a arreglar todo cuanto veía. Así que se puso manos a la obra. Gracias a la ayuda de dos hombres (uno de ellos calvo y con un tajo en el ojo derecho) consiguió sacar a un herido que estaba siendo aplastado por un trozo del malogrado avión. Sin concederse un solo segundo de descanso, fue a socorrer a una adolescente rubia embarazada. Por el caminó se cruzó con un joven de ojos azules que intentaba en vano reanimar a una mujer tendida en el suelo. El caos era absoluto. Antes de ir a ayudarles, le pidió a un gordito de apariencia simpática que andaba desorientado que se quedara cuidando de la chica. El tiempo apremiaba. Sólo pudieron intercambiar dos frases:

"- Eh! Cómo te llamas!?

- Jack!"


#2 - Torturando al Timador


Esta es claramente una de las escenas más intensas de lo que llevamos visto hasta ahora, y expresa lo expuesto anteriormente. En una de las muchas referencias a 'El Señor de las moscas', una desafortunada sucesión de eventos recordará al grupo protagonistas un principio tan universal como brutal: a miles de kilómetros de cualquier indicio de civilización, las fronteras de la ética pueden diluirse con asombrosa facilidad.

Sayid y Sawyer, dos de los personajes más carismáticos -e irreconciliables- de la serie, se enfrentaron con el fin de solucionar uno de los muchos problemas de convivencia. En medio estaba Jack, que muy a su pesar, decidió aplicarse aquello de que "situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas".

Razones no le faltaban: La insoportable Shannon estaba sufriendo un grave ataque de asma. Su medicación había desaparecido y todas las pistas apuntaban a la persona que desde el primer día se había dedicado a montar un lucrativo mercado negro para su propio beneficio: Sawyer. Visto que el rubio melenudo estaba poco dispuesto a colaborar, Sayid decidió poner en práctica su experiencia en la guardia republicana iraquí.

Cuando buena parte del campamento aún estaba durmiendo, el doctor y el ex-militar pasaron a visitar a su "buen amigo" para dejarle KO y arrastrarle hasta la selva. Una vez le ataron a un árbol, llevaron a cabo un breve interrogatorio sólo para darse cuenta que no iba a soltar prenda. Fue entonces cuando Sayid (que había estado afilando unos trozos de bambú para la ocasión) explotó:

"- En Irak no hay bambú, pero tenemos algo similar: cáñamo. Su efecto viene a ser el mismo cuando las astillas son insertadas debajo de las uñas.

- Sabes lo que pienso, Alí? Creo que en realidad nunca has torturado a nadie en tu vida.

- ... Desafortunadamente para los dos... te equivocas."

En efecto, se equivocó. El resto ya sabemos todos como fue: se acabaron descubriendo las verdaderas intenciones de todo un profesional en el arte del timo, y un día después, un arrepentido Sayid recibió a manos de una simpática francesa, una clase magistral sobre el concepto del karma.


#3 - John, levántate y anda


El protagonista no podía ser otro que el mejor personaje de la primera temporada: John Locke. O el Sr. Locke... o el hombre de los cuchillos, como se le conocía por aquel entonces. Su presentación en sociedad fue a lo grande. El temor a que no aparecieran los equipos de rescate fue creciendo entre los supervivientes. Los víveres empezaban a escasear y el hambre iba en aumento. Por si fuera poco, los muertos ponían en serio peligro la salud de los que aún se mantenían en pie. Una ola de pesimismo se apoderó de nuestros protagonistas... hasta que apareció el Sr. Locke.

A golpe de cuchillo hizo ver a los demás que él iba a ser su mejor baza para la supervivencia. Y es que a diferencia de todos, Locke parecía saber donde se hallaba. Lejos de aparentar desorientación, todo indicaba a que se movía en su hábitat natural. Como si de alguna manera... hubiera nacido en la Isla. Pero quién era en realidad? Dónde trabajaba? Dónde nació? Nadie lo sabía. Sólo el privilegiado espectador tendría acceso a pequeños fragmentos de su pasado.

No podía ser mayor la decepción al comprobar que en realidad, su existencia antes del accidente aéreo era de lo más patética. Atrapado en un monótono trabajo en una fábrica de cajas donde sus superiores le menospreciaban, el panorama fuera del entorno laboral no era mucho mejor, pues al parecer, una chica llamada Helen -hacia la que mostraba obvias muestras de amor- ignoraba sus llamadas.

Pero la sorpresa saltó en Australia. Locke fue allí para unirse a un viaje donde uno ponía a prueba los límites de su cuerpo para así conseguir una unión espiritual con la naturaleza. Una idea romántica que se vio drásticamente truncada porque los organizadores de dicho viaje, al no permitir que se uniera a ellos. Y por qué no lo permitieron? Por una simple razón: Locke era paralítico.

El asombro en este momento es indescriptible. Vemos al personaje enfundado en una silla de ruedas, gritándole desesperado al organizador:

"Eh! Eh! No se aleje de mí! Usted no sabe con quién está tratando! NUNCA ME DIGA LO QUE NO PUEDO HACER! NUNCA! Es el destino... es el destino! Mierda! Se supone que debo hacer esto! No me diga lo que no puedo hacer! No me diga lo que..."

Es entonces cuando la magistral planificación de Jack Bender y las emotivas notas de Michael Giacchino nos llevan de nuevo al primer capítulo. Ahora el protagonista no es Jack, sino John, que con incredulidad ve como las piernas le vuelven a responder.

Momentos después de que Locke volviera de su primera cacería, por la noche se quemó el fuselaje del avión y se dio la última despedida a los que no consiguieron sobrevivir al accidente. Entre los objetos y cuerpos quemándose estaba una silla de ruedas, y Locke no pudo ocultar una leve sonrisa. No era para menos: su corazón le decía que la Isla le había dado una segunda oportunidad. Una segunda y mejor vida. Ni fata hace decir que John sabía muy bien cómo devolver favores.


#4 - Las entrañas de la bestia


Al igual que en el episodio piloto, la primera imagen que se vio al principio de la 2ª temporada fue la de un ojo abriéndose. Pero esta vez el ojo no era de Jack, sino de alguien al que no pudimos identificar. Estaba durmiendo en una litera y fue despertado por un desagradable y repetitivo sonido de ordenador que no presagiaba nada bueno. Con aire perezoso se levantó y medio dormido tecleó unas cuantas teclas en la computadora. El ruido cesó, y en su interior experimentó una mezcla de alivio y melancolía.

A continuación se dirigió hacia la biblioteca y de allí sacó un vinilo que puso en el tocadiscos. Para rematar el aire retro que impregnaba aquel habitáculo, empezó a sonar un viejo éxito de los The Mammas and the Pappas: "Make your own kind of music". Mientras se oía la música de fondo, el misterioso personaje empezó una secuencia de tareas y pasatiempos.

Limpió la vajilla, se ejercitó en una bicicleta estática, hizo unas flexiones y abdominales, se duchó (fue aquí cuando al ver su melena se barajó la remota posibilidad de que se tratara de nuestro querido Sawyer), puso a lavar la ropa, se preparó un batido energético -a simple vista no muy apetecible- y se inyectó una medicina inidentificable en cuyo frasco podía leerse, cómo no: 4 – 8 – 15 – 16 – 23 – 42

En aquellos momentos el desconcierto era total. Quién era aquel hombre? Qué hacía allí? Estaba solo? Dónde estaba? Como estamos hablando de Perdidos, los guionistas no nos iban a defraudar e iban a hacer valer una de sus máximas: todo a su tiempo... y por partes. De momento sólo se nos iba a dar respuesta a la última pregunta.

Volviendo a la acción... después del suministro médico, la música cesó de repente a causa de una fuerte explosión que so oyó en la lejanía. El hombre se alteró; con un brusco movimiento dejó la medicina en la taquilla de donde la había sacado y se puso un mono de trabajo. Con paso firme se dirigió hacia un compartimiento sellado. Una vez dentro encendió la luz y cogió una de las muchas armas que estaban expuestas allí... listas para que alguien les diera un buen uso (si es que eso era posible).

Acto seguido, empezó a manejar una especie de catalejo y un complejo entramado de espejos para comprobar de dónde había venido la explosión. Después de unos cuantos precisos movimientos de cámara, dos figuras aparecieron en el encuadre. Dos figuras muy familiares: Jack y Locke asomándose hacia un oscuro túnel. Justo donde les habíamos dejado en el trepidante final de la primera temporada.

Así es, todo este tiempo habíamos estado dentro de la famosa escotilla. Aquel sitio respecto el cual un hombre de ciencia se mostraba cada vez más reticente a entrar. El mismo lugar en el que un hombre de fe había depositado todas sus esperanzas...


#5 - Veni Vidi Vici


No solían ser frecuentes los encuentros de la misteriosa francesa con algún miembro de los supervivientes. Su visita siempre se acababa traduciendo en un giro brusco en los acontecimientos, y esta vez no iba a ser menos. Se topó con Sayid en medio de la selva para decirle que tenía un valioso presente reservado para él: había conseguido capturar a uno de "los Otros", el grupo que había estado amargando la existencia a nuestros protagonistas desde que llegaron a la isla. Antes de desentenderse del asunto, Rousseau advirtió al iraquí que estuviera atento, pues su presa iba a mentirle constantemente.

Cuando llegaron a la escotilla para atender al individuo que se identificó como Henry Gale, Sayid le sometió a una de sus ya famosas sesiones de tortura para intentar averiguar "en qué bando jugaba". Sólo consiguió sacarle que llegó cuatro meses atrás en globo aerostático con su mujer, la cual falleció al cabo de poco tiempo. Una historia que olía a patraña por todas partes. No obstante, se le concedió el beneficio de la duda... hasta que se lograra ahondar más en el asunto.

Esto significaba que mientras no se lograra esclarecer la versión del globo, Henry podía estar tranquilo. Y se notaba que en el fondo lo estaba. Desde las sombras de su celda, oía con atención todo lo que sucedía en la escotilla. Anotando cada nombre, cada situación, cada debilidad. Una vez oyó a Locke y a Jack conversar. El primero le contó al doctor que Hemingway estaba celoso de Dostoievski porque se auto-convenció que jamás llegaría a ser tan buen escritor como él. Un diálogo aparentemente banal, pero Henry sabía muy bien cómo explotarlo. Cuando John entró de nuevo en la celda para darle comida, no dudó en preguntarle con aparente inocencia:

"Y tú quién eres? Hemingway o Dostoievski? Eres el genio o el que está a su sombra? Es que no entiendo por qué dejas que el doctor tome el mando."

Lo curioso aquí fue ver como Locke, a pesar de aparentar indiferencia en un primer momento, después no pudo reprimir un pequeño ataque de rabia cuando estaba lavando los platos. Mientras, debajo de todas las magulladuras causadas por Sayid, Henry dejó entrever una leve sonrisa de victoria.

Y no sería la última, porqué como veríamos más adelante, Henry era como un maestro del ajedrez: siempre estaba uno o dos pasos por delante. Y así hacía valer su visión privilegiada de la jugada.


#6 - Dos pájaros de un tiro


El contexto en el que nos situamos es justo cuando Desmond -junto a Locke- descubre horrorizado que él causó el accidente aéreo del vuelo 815 de Oceanic Airlines. El mismo día en el que mató a Kelvin, su despreciable compañero de escotilla, un accidente electromagnético producido por la falta de vigilancia de Desmond atrajo bruscamente el avión hacia la isla.

Así pues, Desmond trajo a la isla a Locke. Debido al lavado de cerebro que sufrió a manos de Kelvin y la enigmática iniciativa Drama, el escocés, dejado de la mano de Dios, sin más compañía que un puñado de libros, fue asumiendo que todo indicio de vida había desaparecido sobre la faz de la Tierra. Ya nunca volvería a ver a su amada Penny (en una clara referencia a la Odisea de Homero)... y esto le estaba matando por dentro. Justo en el momento en el que iba a suicidarse, ocurrió un milagro. Oyó unos golpes y gritos lejanos. Procedían de una de las entradas de "la escotilla". Desmond se apresuró en coger algo que iluminara la entrada, para confirmar que realmente era un ser humano el que estaba ahí fuera. Era un hombre que aporreaba desesperado la puerta de entrada. Era John Locke, que pedía respuestas a la Isla tras la muerte de su buen amigo Boone.

Locke salvó a Desmond. Le salvó de suicidarse... porqué aunque Desmond pensara que aquel hombre fuera un "hostil", eso poco lo importaba. Lo que le importaba es que seguía habiendo tras las frías puertas de su claustrofóbico bunker. Penélope seguía viva. Seguía habiendo esperanza.

Inmediatamente volvemos donde lo habíamos dejado. Ahora Desmond veía con claridad la jugada. El Cisne iba a ser borrado del mapa si no hacía nada al respecto. Así que se puso manos a la obra: se dirigió a la biblioteca para sacar de ella una llave que liberaría toda la carga electromagnética de la estación Dharma. Una decisión que podía salvar vidas, pero que en absoluto garantizaba la continuidad de Desmond. Pero al fin y al cabo... John le había salvado la vida para que él ahora salvara la suya.

Caprichos del destino.


#7 - Cambio de enfoque


La mujer abrió los ojos. Se levantó de la cama y medio dormida puso un CD en su mini-cadena. Mientras empezaba a oírse a Petula Clark cantando "Downtown", se miró en el espejo. Se la veía deprimida, como si en cualquier momento pudiera echarse a llorar. Pero cerró los ojos, se centró en la música, y siguiendo su ritmo, finalmente pudo sonreír.

Una vez recogió suficientes fuerzas, se dispuso a organizar el mobiliario de su casa para la reunión del club de lectores, pues ella ejercía de anfitriona. Con todo el ajetreo de tener que mover las sillas de un sitio para otro, olvidó las magdalenas que estaba cocinando en el horno. Un fuerte olor a quemado salió de la cocina y rápidamente fue a rescatar sus deliciosos bollos. Demasiado tarde, ya estaban todos quemados y por si fuera poco, se lastimó la mano con toda la operación.

Mientras se dolía de su herida, alguien llamó a la puerta. Era una amable ancianita que venía a unirse a la sesión programada del club de lectura. Antes de entrar en casa de la mujer rubia, le pregunto a ésta si ya le habían arreglado el calentador. A lo que una voz que resultaba muy familiar contestó que aún estaba en ello. Era un hombre que estaba en el jardín de la casa. No pudo ser identificado ya que tenía medio cuerpo (de cintura para arriba) introducido en lo que se suponía el famoso calentador.

Lo siguiente que vimos fue a todos los miembros del club de lectura debatiendo ya sobre "Carrie", de Stephen King (primer guiño de los guionistas hacia los fans más estudiosos de la serie). Un hombre de avanzada edad discutía con la anfitriona sobre la mala elección que supuso el libro en cuestión. Cuando la protagonista de la escena (de la que ya puede decirse que se llamaba Juliet) se disponía a rebatir los argumentos expuestos, un fuerte temblor sísmico amenazó con reducir a escombros la casa. Una vez hubo vuelto todo a la normalidad, la gente salió al exterior para ver qué había sucedido.

Parecía que los personajes se hallaban en la típica urbanización americana de extrarradio, con sus casitas unifamiliares y sus jardincitos cuidados con suma delicadeza. Mientras llevábamos a cabo la inspección de aquel lugar, dos caras ya vistas anteriormente aparecieron en escena. Primero fue la de Ethan, que resultó ser el hombre que estaba reparando el calentador. La primera deducción obvia fue que nos hallábamos ante un flashback en toda regla (cómo sino iba a estar vivo el bueno de Ethan?). A continuación, salió alguien de su casa... era el mismísimo Henry Gale!

Después de cruzar una intensa mirada con Juliet, dirigió su mirada hacia el cielo de donde procedía un ruido estremecedor. No era para menos, ante sus ojos un avión se partió en dos, aterrizando cada parte en extremos opuestos de la que ya identificamos como nuestra isla.

Sin pensárselo ni un segundo, Henry puso en práctica sus dotes de líder y llamó a dos de sus hombres de confianza: Ethan y Goodwin:

"Puede que haya supervivientes... y seréis unos de ellos. Pasajeros en estado de shock. Inventad una buena historia si os preguntan. Escuchad, aprended pero no os involucréis. Quiero una lista en tres días. Vamos!"

Y se fueron, dejando a Henry solo con Juliet. Había tensión en el ambiente. Él la miró fijamente, sólo para decirle con un aire medio burlesco:

"Supongo que ya no estoy en el club de lectura."

La cámara se alejó, dejando siempre en el centro de la imagen las casas de los Otros. Al final se vio una panorámica genial de la isla, con dos estelas humeantes que habían trazado en el cielo tanto el fuselaje como la cola del siniestrado avión.

Así empezó todo.


#8 - Sawyer contra Sawyer


Sawyer atravesó una polvorienta puerta del galeón escorado en el centro de la Isla. Allí debía estar prisionero el malvado Benjamin Linus (antaño conocido como Henry Gale), o eso es lo que prometió Locke. Pero en aquel entonces John marcaba sus propias reglas. Unos días antes estaba en el campamento de los Otros para desvelar de una vez por todas los incontables misterios que envolvían la Isla. Grande fue su decepción cuando se le comunicó que antes de conocer los secretos, debería realizar una prueba de fe. Desgraciadamente para él, los nativos tenían una concepción bastante sombría acerca de los sacrificios personales: John no iba a ganarse su confianza hasta que no matara a su padre.

Era obvio que Locke no mataría a nadie, lo que en un principio supuso un serio traspié para él. Pero por suerte ahí estaba Richard, uno de los Otros que estaba dispuesto a ayudar a su nuevo camarada. Por el momento se limitó a entregarle unos cuantos documentos que suponían un repaso completo a la vida de Sawyer... un hombre profundamente atormentado que desde pequeño buscaba al hombre culpable de la muerte de sus padres. Las piezas se estaban colocando solas casi por arte de magia.

Así pues, cuando Sawyer entró en el pequeño habitáculo del fantasmagórico barco, John le encerró allí. Pero los sobresaltos no terminaron aún para el bueno de James, ya que no era Ben el que esperaba allí, sino el padre de Locke, maestro timador. Dejemos que ellos hablen. Empieza Sawyer:

"- Cómo te llamas?
- Los estafadores tenemos muchos nombres, amigo mío. He sido Alan Seward, Anthony Cooper, Ted Mclaren, Tom Sawyer, Louis Jackson, Paul...
- Tom Sawyer...
- Sí, era joven y "Huck Finn" ya estaba cogido. Y a las chicas les encanta ese. Me hace encantador!
- Qué te parece... Sawyer es también mi nombre.
- Y qué pasa contigo?
- Has estado alguna vez en Jasper, Alabama?
- Por qué?
- Has estado o no?
- Sí, he estado en Jasper. Espera, no me digas que soy tu "papi".
- No. Tú mataste a mi "papi". (saca su famosa carta) Léela.
- "Querido Sr. Sawyer: Tú no sabes quién soy, pero yo sí sé quien eres tú. Y sé lo que hiciste. Hiciste el amor con mi madre, y después robaste todo el dinero de mi padre, lo que hizo que se enfureciera y matase a mi madre... y después se suicidó." Blablablabla. Y qué? Se supone que tú escribiste esta carta? Espera un segundo. Te apropiaste de mi nombre para vengarte??
- Sigue leyendo...
- Tranquilo amigo, tranquilo. No te pongas nervioso. Mira, hice esta estafa veinticuatro veces, si tu madre fue una de las mujeres...
- Mary. Su nombre era Mary.
- ... Mary, de Jasper, Alabama. Sí! Ya la recuerdo! Prácticamente me pidió que cogiera los 38.000$ y la rescatara de su patética vida.
- (con lágrimas cayéndole de unos ojos llenos de ira) Acaba de leer la carta.
- Mira, yo sólo cogí el dinero, si tu padre reaccionó de forma exagerada y se suicidó no es culpa mía.
- ACABA LA CARTA!!!
- De acuerdo! De acuerdo..."

Fue entonces cuando el padre de Locke tomó su última decisión: hacer trizas la carta. Sawyer no pudo contenerse. Con las cadenas que John usó para atar a su "viejo", le estrujó el cuello con toda la fuerza posible, hasta que ya no se le oyó respirar. En aquel momento, los dos hombres que quedaban vivos en aquel infierno vieron cumplido sus respectivos y más oscuros deseos. Aunque no de la manera más ortodoxa...


#9 - Gone Charlie Gone


Ya a principios de temporada, descubrimos (algunos más decepcionados que otros), que Desmond podía ver el futuro. Una decisión a priori más que arriesgada -y cuestionable- por parte de los guionistas. Pero al final, hubo que acabar dándoles la razón... una vez más. Porqué es al final de temporada cuando se ve si una serie realmente es buena o no. Y si algo es cierto de Perdidos, es que poquísimas series pueden compararse a ella cuando llega la hora de la verdad.

Por supuesto esta vez tampoco nos iban a decepcionar. Uno de los grandes golpes de efecto llegó en el penúltimo episodio. Uno de estos capítulos con el calificativo "de relleno". En otras palabras, cuarenta minutos en los que apenas se avanza en la trama central, pero en cambio se logra profundizar en aspectos aparentemente más secundarios como pueden ser las vidas de los protagonistas. Este es el caso del episodio que hoy nos atañe, que al fin y al cabo viene a ser un homenaje a Charlie.

Volviendo al asunto con Desmond, fue aquí cuando nos dimos cuenta que sus flashes premonitorios no serían más que una buena excusa para conseguir el peso emocional que exigía la despedida de nuestro roquero favorito. Desde el momento en que el ex militar escocés vaticinó que Charlie debía morir para conseguir que una misión de rescate llegara a la Isla, eliminó cualquier esperanza de supervivencia para su amigo. Así que Charlie debía sumergirse en una misteriosa escotilla de la iniciativa Drama, desconectar un aparato eléctrico y después... morir ahogado. Sólo así llegaría el rescate. Las instrucciones no parecían demasiado precisas, pero a la vez ya nadie ponía en duda la fiabilidad de las predicciones de Hume.

Así que como si se tratara de su última voluntad, Charlie empezó a dejar plasmados en un modesto trozo de papel los mejores momentos de su vida. Cuando su single sonó por primera vez en la radio ; la mañana en la que su hermanó le dio el anillo con la insignia de la familia ; cuando aprendió a nadar gracias a su padre ; una vez que salvó a una joven muchacha árabe ; y por último... la noche en la que conoció a la que acabaría siendo el amor de su vida: Claire.

Sin casi darse cuenta y con escaso tiempo para despedirse de sus seres queridos, Charlie se encontró en un pequeño bote, listo para sumergirse en el océano y adentrarse en lo que parecía iba a ser su tumba. Después de dejar seco de un golpe de remo a Desmond para evitar que éste le suplantara en su misión en el último momento, cogió los pesos, no sin antes contemplar con profunda melancolía y por última vez la luz del Sol. Allí estaba él, solo, sin nada más que sus recuerdos.

Lo que hacen las desgracias... el que en un principio fue considerado por, muchos como una persona demasiado cansina, acabó por arrancarnos más de una lágrima. Pues claro, uno de los personajes más entrañables de la serie nos decía adiós.


#10 - La serpiente de cascabel


Uno de los principales sellos de identidad de LOST son claramente sus finales de temporada. Fue la genial mente de J.J. Abrams la que halló la fórmula perfecta para despedir cada diferente tramo. En apariencia es sencilla, pero a la vez, hasta la fecha ninguna otra serie ha conseguido sacarle tanto jugo al recurso del "cliffhanger". Esto es, el giro brusco de último momento en el transcurso de los acontecimientos. Un giro que lo cambia todo y te deja con unas ganas irresistibles de ver qué pasará a continuación. Hoy, como no podía ser de otra manera, toca comentar la última gran sorpresa que Lindelof y Cuse nos tenían reservada. Un as escondido -nunca mejor dicho- en la manga que durante mucho tiempo recibió el nombre en clave de "la serpiente de cascabel".

Uno de los muchos grandes momentos del capítulo "A través del espejo" (título que supone un claro guiño a "Alicia en el país de las maravillas") es el encuentro entre Jack y Ben. Dos pesos pesados ; un duelo de titanes. Como iba siendo habitual, el supuesto líder de los Otros no había reparado en gastos a la hora de allanarse el camino hacia la victoria. En efecto, contaba con una considerable ventaja. La desesperación que le infundía la posibilidad de que Jack llegara a contactar con gente de fuera de la Isla, no le hizo perder la calma. De modo que se aseguró de tomar como rehenes a Sayid, Jin y Bernard para hacer chantaje.

El trato era sencillo. Si Jack entregaba el teléfono (pieza esencial dentro del plan para conseguir que llegara el rescate), Ben liberaría a los tres componentes del grupo de supervivientes, que estaban retenidos en la playa. Era una decisión importante que requería tiempo para meditar. Pero por desgracia para el doctor, a aquellas alturas Ben no estaba dispuesto a perder un solo segundo de su -ahora más que nunca- valioso tiempo. La decisión debía ser tomada en un minuto... y si la respuesta no agradaba a Benjamin, Sayid, Jin y Bernard iban a sufrir las consecuencias.

Durante los 60 segundos más intensos de la serie, al ojito derecho de Jacob le sobró tiempo para derrumbar a su enemigo. Pero fue a falta de 30 segundos cuando realmente le tocó la fibra: "Me permites una pregunta, Jack? Por qué estás tan ansioso por salir de la Isla? Qué es lo que quieres recuperar tan desesperadamente? En realidad no tienes a nadie! Tu padre murió, tu mujer te dejó para irse con otro hombre! Es que no puedes esperar a volver al hospital... para volver a arreglar las cosas?" El doctor no respondió a ninguna de esas preguntas. Ni falta que hacía, pues la respuesta a todas ellas era obvia. Jack lo sabía, y desde luego, Ben también.

Y por si quedaba alguna duda, el capítulo terminó con una escena del falso flashback de Shephard. Falso porqué en realidad era... un flashforward! Sí, habíamos visto como iba a ser la vida de Jack en el futuro, después de haber conseguido salir de la Isla. Pero tal y como le confesó a Kate, la fuga acabó por destrozarle aún más la vida. Con el convencimiento de que no debería haber abandonado aquel lugar, no pasaba una semana sin que cogiera un avión para desear que volviera a estrellarse. Lo último que pudo decir, con los ojos llorosos y con una voz desgarradoramente desesperada, fue:

"TENEMOS QUE VOLVER! TENEMOS QUE VOLVER!!!"


LOST
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Señor Lobo

Gran trabajo reporter y gran homenaje al pobre Charlie  :obacion

Ya queda menos para que comience la nueva temporada, a ver qué tal va la cosa :palomitas

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~ΣDU~

reporter, sinceremente te lo digo tio, te lo juro por Dios que este ha sido de los mejores post que te he visto en toda mi vida :flipando xD

:obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion

Tremendo el análisis de tu TOP-TEN de momentos de LA SERIE :si

En cuando a mis fotogramas favoritos me quedo con la que has puesto en el punto 7 y con esta, del 1x01 :guiñar (tiene algo especial en mi ese momento, y no se porque)

Muy acertaos los 10 momentazos, te has dejao algun momento tambien tremendo: Lo de Walt en el éxodo de la 1ªT o la muerte de Shannon

En fín, esta noche por TVE-1 me he visto las dos partes del último de la 3ªT por 4ª ó 5ª vez y yo creo que ya todos hemos calentado motores para ver el Viernes -para mi- la mejor serie que ha existido.

Not Penny's Boat

:adios


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jescri

Joder reporter muy fuerte tío, MUY FUERTE!!!  :obacion :obacion :obacion

De momento leí un par de ellos pero los leeré todos poco a poco   :sonreir
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reporter

#4
Cita de: ~ΣDU~ en 31 de Enero de 2008, 04:16:04 AMme quedo con la que has puesto en el punto 7 y con esta, del 1x01 :guiñar (tiene algo especial en mi ese momento, y no se porque)

Hahaha, me encanta sta scena, cuando la peña aun está conmocionada y el tio le hace eso a Kate, la kual se queda obviamente d piedra :D..

Gracias x vuestros comentarios :guiñar.
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Ludovicum

Se me han puesto los pelos de punta recordando todo esto.


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HiroOgs

Solo decir que esto solo lo puede hacer Reporter y Lost, lo de esta serie es

:obacion :obacion :obacion :obacion
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elbombardero

Todos nosotros tenemos algo de críticos, pero no todos los críticos tiene algo de nosotros

Sección de Clásicos :obacion
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~ΣDU~



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