Bad Boys: Ride or Die

Iniciado por Wanchope, 11 de Junio de 2024, 06:25:21 AM

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Wanchope

Bad Boys: Ride or Die


SINOPSIS:
Los policías más famosos del mundo regresan con su icónica mezcla de acción al límite y comedia escandalosa, pero esta vez con un giro inesperado: ¡Los mejores de Miami se dan a la fuga!


CRÍTICA: Dos policías rebeldes... 4

En su momento, allá por enero de 2020 y en tiempos prepandémicos, comparé la tercera entrega de 'Dos policías rebeldes' con la cuarta entrega de 'Arma letal'. Por resumir: tú dales el dinero y que la química del reparto haga el resto. El guión es lo de menos cuando, al fin y al cabo, hablamos de "una de tiros". Y cualquiera que se acuerde de 'El último gran héroe' ya sabe de lo que hablo. Qué gran película por cierto, y qué gran pérdida la de John McTiernan. Más de 20 años sin estrenar película, qué ascopena.

En fin, la diferencia entre ambas radicaba en el tiempo transcurrido entre estas y las anteriores entregas: 'Arma letal 4' pilló a Mel Gibson en caliente y siendo aún una gran estrella internacional, mientras que 'Bad Boys for Life' pilló a Will Smith de capa caída, en un aparente intento por recuperar el brillo perdido (y prehostia) recurriendo para la causa a una franquicia del pasado. Lo habitual: un buen cheque y a sentirse de nuevo el centro del universo, aunque sólo sea durante un fin de semana.

Porque se trata de poco más que eso, de estirar el chicle lo que se pueda. Más de cuatro años después no recuerdo nada de 'Bad Boys for Life', y apuesto a que dentro de cuatro años tampoco me acordaré de nada de 'Bad Boys: Ride or Die'. Si acaso de Rhea Seehorn en uno de esos papeles con los que "comprarse una casa y no mirar atrás". O sea, si la de 2020 funcionó razonablemente bien, qué esperar si no más de lo mismo. O eso me ha parecido entender leyendo lo que dejé escrito en 2020...


"Una de acción (y comedia)" al estilo de Mike Lowrey y Marcus Burnett sin perjuicio para la causa. Servida quizá con algo más de confianza y soltura gracias al impulso del éxito de la anterior, con Adil El Arbi y Bilall Fallah de nuevo como eficaces sucedáneos (o imitadores) de cuando Peter Berg emulaba ser Michael Bay, quien, de nuevo, por descontado, tiene un cameo. Y quien dice sucedáneo, se refiere a un sucedáneo (o imitación) a lo barato (o a lo pobre), con el uso de drones a lo 'Ambulance - Plan de huida' incluido.

Es lo que lastraba a 'Bad Boys for Life', y lo que también lastra a 'Bad Boys: Ride or Die', sendas secuelas que a diferencia de la de 2003 es como si además nos pillasen en frío: la baja de alguien tan personal -por mucho que le pese a sus detractores- como Michael Bay es demasiado sensible cuando el guión es tan rutinario, los recursos económicos se adivinan mucho más justos y el nivel de espectaculariedad es claramente inferior. De ahí la evidente sensación de ser un sucedáneo y/o una imitación.

No obstante, como "sucedáneo y/o imitación" puede dar el pego y en las distancias cortas, funcionar. Al fin y al cabo un Casio da la hora igual que un Rolex, y al igual que 'Bad Boys for Life', en las distancias cortas 'Bad Boys: Ride or Die' da el pego. La herencia y sobre todo el recuerdo de la herencia juega a su favor, por descontado, elevándola por encima de sus limitadas pretensiones como producto comercial veraniego al que no mirarle el diente. Sentarse. Disfrutar moderadamente. Olvidar.

Hasta que dentro de cuatro años se estrene la siguiente. No nos acordaremos de 'Bad Boys: Ride or Die', pero sí de Mike Lowrey y Marcus Burnett. Y de Will Smith y Martin Lawrence. Y al menos Rhea Seehorn también de la casa que se compró gracias a ella.

Nota: 6.0


Lo Mejor:
- Mike Lowrey y Marcus Burnett. O sea, Will Smith y Martin Lawrence

Lo Peor:
- Es una secuela "a lo pobre" que no intenta superarse, tan sólo estirar el chicle
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jescri

He disfrutado como un niño. Que buena pareja hacen Martin Lawrence y Will Smith  :si

Poco se habla de la genial BSO de esta peli   :obacion

Un 8.
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Michael Myers

LOS CHICOS MALOS ENTRAN EN RESERVA DE GASOLINA

Después de abrir la puerta a las continuaciones tras 'Bad Boys for Life', no era una sorpresa que planteasen más secuelas, una vez dejado claro que Mike Lowrey y Marcus Burnett no se habían jubilado de las pantallas. Cuatro años después, vuelven a cabalgar en otra aventura en la que las costuras ya se empiezan a notar.

El personaje de Joe Pantoliano, el capitán Howard, será parte fundamental de la trama de esta nueva entrega en el que estaba al acecho de una trama de corrupción dentro del Departamento de Policía de Miami. Como ya sabrán por motivos obvios, esa investigación no la dirige él, sino que está a cargo de sus hijos adoptivos, Lowrey y Burnett, quienes buscan limpiar su nombre. En esta nueva narrativa entran tres actores de sobra conocidos: Eric Dane, Ioan Gruffudd y Rhea Seehorn, cada uno de ellos con su papel dentro de esta historia de corrupción.

Para empezar a diseccionar, de entrada (si ves el filme doblado al castellano, como es mi caso) han cambiado dos voces de los personajes principales; las de Burnett y el capitán Howard, y la verdad es que la diferencia es notoria y para mal. Seguro que lo han hecho lo mejor que han podido, pero no pueden llegar al nivel de las voces a las que ya estaba acostumbrado. Mal presagio de lo que iba a venir.

Además, el guion viene a ser una contradicción en parte de 'Bad Boys for Life' y uno se queda con cara de "me lo trago porque ya hay unas cuantas flipadas, aunque podríais haberlo hecho mejor", especialmente si tenía el filme en cuestión reciente. Tragándose la pastilla de las conveniencias de guion, hay otra rama de la trama (toma pareado) que llama poderosamente la atención que es el potencial desaprovechado del personaje de Rhea Seehorn como la hija del Capitán Howard. Había una trama que podrían haber metido mano bien y se queda en una subtrama que da lo que da, que es poco. El equipo de compañeros de Lowrey y Burnett no da tanto juego como en la anterior, aunque se agradece tenerlos ahí para que el largometraje no dependa enteramente de los dos de siempre.

Las secuencias de acción y la química de los dos jinetes de la justicia se mantienen prácticamente como siempre, con la salvedad de que la fórmula ya está empezando a dar síntomas de que no hay mucho más material para explotar y la saga corre el riesgo de seguir y seguir y el nivel baje y baje. A destacar las secuencias a bordo del avión y la de la cámara subjetiva; no obstante, en otras entregas predecesoras el listón estaba más alto. Eso es lo que más echo en falta: más calidad. A recordar una frase que a veces hay que aplicar, la cual es "una retirada a tiempo es una victoria".

Para Martin Lawrence y Will Smith, estas películas son una excusa para pasárselo bien y ganar dinerito rico, aunque si son lo suficientemente inteligentes (y no me cabe duda de que lo son), sabrán que a esta saga no le queda mucho más por ofrecer. Una despedida por todo lo alto sería lo suyo; si decidiesen que con estas cuatro ya habría bastante, tampoco lo vería mal. La cuestión es saber cuando parar.

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Quizá en esos últimos días, el amó la vida con más intensidad que nunca, no sólo su vida, la de cualquiera, mi vida.
Y lo único que quería eran las mismas respuestas que el resto de nosotros: ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuánto tiempo me queda?
(Blade Runner)
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