A fuego lento (La passion de Dodin Bouffant)

Iniciado por Wanchope, 01 de Enero de 2024, 05:44:41 AM

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Wanchope

A fuego lento
(La passion de Dodin Bouffant)


SINOPSIS:
1885. La cocinera sin par Eugénie ha trabajado para el famoso gourmet Dodin durante los últimos 20 años. Con el paso del tiempo, la práctica de la gastronomía y la mutua admiración se ha convertido en una relación romántica.


CRÍTICA: La pasión de Dodin Bouffant

Su título original, 'La pasión de Dodin Bouffant', la define mucho mejor que su título español, el cuál, junto a su sinopsis y cartel, transmite una idea un tanto equivocada del tipo de película que es. Sí, es una historia de amor, y si, es una historia de cocina. Pero no es la típica película buenrollista francesa que nos suele llegar bajo el epígrafe de "más de X millones de espectadores en Francia".

Es un drama culinario que a través de la relación de respeto, admiración y finalmente amor entre Juliette Binoche y Benoît Magimel hace un retrato de "la pasión de Dodin Bouffant" a la que está consagrada esta notable película que hace un uso brillante de las elipsis. La última escena es tan clara como a la vez innecesaria. Como innecesaria se llega a sentir una banda sonora que brilla por su ausencia.


En 'A fuego lento' (sic) quienes hablan son los fogones, y cuando no lo hacen se habla de ellos. Continuamente, en una de esas obras centradas en cuerpo y alma en la comida que uno no sabe si es mejor verla bien servido o para abrir el apetito. Así, claramente, se trata de una historia de amor hacia el arte de la buena cocina y el mejor comer. De respeto y de admiración hacia el quien hace de ello un arte.

Y una forma de vida. Dos horas (y pico) durante las que Tran Anh Hung se dedica a describir, con elocuencia y empatía gastronómica, lo que es el amor y casi por definición, el respeto: Aquello que da "sabor" a la vida a través de los deliciosos placeres cotidianos. Con voyerista discreción, y bajo una apariencia de sencillez tan honesta como indisimulada como a la hora del postre, efectiva y desarmante.

Y en mi cabeza una sola imagen para resumirla: La de Anton Ego disfrutando de su "ratatouille" al final de la película homónima. Algo así, pero enfocado para un público algo más curtido en la cocina (y en la vida).

Nota: 7.5


Lo Mejor:
- Su mesurada elegancia

Lo Peor:
- El innecesario subrayado final
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