Descubriendo a los Robinsons

Iniciado por ÁngelNeg, 17 de Abril de 2007, 08:34:23 PM

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ÁngelNeg

LA FAMILIA DEL FUTURO


La animación futura

Los emblemáticos Estudios Disney, aquellos que alguna vez despertaran los sueños de millones en los inicios de la animación tradicional, décadas después se decantan por el boga que levantó las taquillas, la animación vía ordenador que en los últimos tiempos ha generado ganancias al por mayor. Entonces los Estudios Disney se pusieron a trabajar dándonos una de las peores cintas animadas de todo los tiempos: Chicken little.

  Durante el proceso de fusión entre Disney y Pixar, Disney ya preparaba su segunda cinta de animación digital, mientras Pixar hacia lo propio con Ratatouille a estrenarse en los próximos meses, así que Disney para no competir consigo misma estrenó en primavera La familia del futuro (Meet the Robinsons, EUA-2007), que aunque no está realizada por Pixar, es notorio que ahí metieron mano arreglando un detalle por aquí, otro detalle por acá (dicen que cuando John Lasseter se involucró en el proyecto hizo cambios en al menos 40% de la cinta).

  Por el último dato ya podríamos estar imaginando la segunda parte de Chicken little, pero afortunadamente las cosas salieron mejor que lo que esperaban con todo y... los muchos detalles en contra, que tiene como principal fundamento la cero innovación en las técnicas que comienzan a ser cansadas.

  Más de hora y media es la que nos presenta La familia del futuro para darnos a conocer la historia de Lewis un inteligente niño de doce años que vive en un orfanato inventando a pesar de sus múltiples fallas. Durante la feria científica de su escuela, una falla precisamente con su más reciente invento -una scanner que le ayudará a encontrar a su madre biológica- hace que él pierda sus ganas de seguir inventando, hasta que entonces se encuentra con Wilbur, un muchacho que dice venir del futuro para protegerlo de un hombre con un sombrero extraño.

  Dirigida por Stephen J. Anderson –joven con gran trayectoria como dibujante de animación 2D- la cinta muestra una atmósfera creativa excepcional y fundamental para el público al que va dirigido. La trama de la cinta, cuyo guión es de Michelle Bochner, está basada en el libro A day with Wilbur Robinson de William Joyce, -quien fue productor del film de animación también digital Robots de la 20th Century Fox-, se siente repetitiva no de entre lo que avanza la trama, sino repetitiva en concepto y en la nada original idea.

  Y aunque finalmente Pixar es la que da la cara por esta producción que estaba tirando hacia terrenos peligrosos y nos entrega un producto de excelente manufactura, que a pesar de ubicar la trama en el futuro donde la tecnología es cosa común; el traspié lo tiene en la cero innovación en términos de animación digital. Volvemos nuevamente a ver más de lo mismo, pero vamos, está dentro de un canon aceptable.

  El gran altibajo es la estructura del guión, poco convencional para los niños más pequeños que no lograrán entender mucho, y bastante poco original para los que ya nos sabemos esa historia de la a a la z. La prueba: mezclen la serie animada retrofuturista Los supersónicos (The Jetsons), añadan casi la misma trama que Robots, y súmenle personajes poco gratos como en Chicken little, aparte, similitudes diversas de Jimmy Neutrón: El niño genio y voulá.

  La cinta busca desesperadamente caer bien a niños y a adultos con una comedia frenética, chistes forzados, personajes que se ubican dentro del escándalo visual como relleno mercadológico. Desafortunadamente, entre todo este embrollo nunca logramos encontrar la lógica del asunto y mucho menos podemos entablar algún tipo de relación con los protagonistas de la historia (a excepción del villano cuya psicología está perfectamente delineada).


  Simplemente ésta cinta parece no tener un sentido real, una historia fija o un momento clave del cuál podamos hacernos para encontrarle una razón de existir a la película. Sí, su versión en 3D es impresionante, el trabajo de animación es bueno y el soundtrack llama mucho la atención, pero fuera de ello, no encontramos ese factor que la haga trascender más allá.

  Aunque los altos valores de producción de la cinta se lucen perfectamente, la película se siente vacía, rutinaria, forzada y a momentos, más cursi de lo que debería, sobretodo si consideramos que es una película de Disney. Como espectáculo puede que pase la prueba, pero es un hecho que La familia del futuro se quedará en el olvido de todos los que la vean.

  A destacar solo tres cosas, la primera en términos de la digitalización de los escenarios donde la viveza de la iluminación luce idealmente perfecta además de convertir el entorno en parte importante de la historia pudiendo ser comparado todo fácilmente en las texturas del pasado y el futuro con diseños retrofuturísticos, logrando así un universo visual atractivo.

  El segundo punto a destacar es lo que parece ser un pequeño homenaje a los primeros cortos del Walt Disney de antaño, dónde antes de comenzar la cinta se nos presenta una pequeña animación  como costumbre es para Pixar. En esta ocasión, podemos embelesarnos con un viejo corto con Mickey, Donald y Goffy  como en los viejos tiempos, cuando un cortometraje precedía a la atracción principal; el corto es Barco para armar (Boat builders).

  Y desde luego, como siempre destacamos la música de Danny Elfman en colaboración con Rufus Wainwright y su banda incidental que apoya muy bien la narración. La familia del futuro no es muy entretenida pero si es emotiva y es en ese punto donde más se nota el desarrollo de los personajes, sobretodo en el protagonista cuya historia personal es uno de los puntos fuertes.

  Los valores de la amistad y de la familia son álgidamente sustentados de una forma paradójica a los tiempos de cambio, pero una cinta tan pobre en elementos no puede sostener por mucho tiempo altas dosis de mensaje cuando han querido echar por la borda todo ante tal desparpajo de trepidantes aventuras vacías, y una reiteración del mensaje que parece cansina.

  Es advertimiento el hecho de que para los más pequeños la trama será un poco confusa ya que hay cierta reminiscencia a viajes en el tiempo no muy aclarado que puede despertar algunas incongruencias cuestionables, además de tanto personaje tan dispar y disímil en complexión anatómica de la que los parentescos no recordaremos.

  Mientras esperamos el retorno de Pixar con Ratatouille, habrá que cuestionarnos si de verdad la animación digital o por ordenador representa el futuro de la misma, y es que si es así, entonces estamos perdidos, pues parece que no hay muchas ideas nuevas ni mejoras en la técnica que haga pensar que así sea. Mientras, en 2009, Disney regresa a la animación tradicional con The frog princess, a ser dirigida por John Musker y Ron Clements, quienes con cientos de animadores fueron despedidos de los estudios tras el fracaso de la última cinta en 2D, Vacas vaqueras.
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